Desde hace años, el Bicing se ha consolidado como un medio de transporte más en Barcelona, llegando a unos 130.000 usuarios. Ahora, una quincena de ciudades que rodean la capital catalana estrenará su propia red pública de bicicletas compartidas, que aún tiene que definir cuál será el grado de complementariedad que tendrá con su homónimo barcelonés. El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y TMB han dado el pistoletazo de salida de este nuevo servicio, el AMBici, con la publicación de su licitación, por un valor de 60,8 millones de euros. Empezará a operar durante el último trimestre de 2022 en algunos municipios, con la previsión de acabar el despliegue a principios de 2023.
El AMB será quien lidere la red de bicicletas metropolitana, que será gestionada por TMB a través del operador privado que gane el concurso público por un periodo de ocho años. El contrato engloba el suministro, la operación, el mantenimiento y la redistribución de las bicicletas, así como la plataforma de gestión o la atención al usuario. El plazo de presentación de ofertas se acaba a mediados de febrero del año que viene y la adjudicación está prevista a principios de junio.
Según se detalla en los pliegos de la licitación, el futuro Bicing metropolitano contará con entre 2.000 y 2.600 bicis, todas eléctricas, a diferencia de las de Barcelona. Las bicicletas se podrán coger en más de 200 estaciones entre las 5 de la madrugada y las 12 de la noche los siete días de la semana.
Las estaciones estarán repartidas por L’Hospitalet, Badalona, Cornellà, Santa Coloma de Gramenet, El Prat, Esplugues, Sant Feliu, Sant Adrià de Besòs, Sant Joan Despí, Sant Just Desvern, Molins de Rei, Sant Boi, Viladecans, Gavà y Castelldefels. L’Hospitalet y Badalona serán los municipios que tendrán más, con 31 y 25, respectivamente, mientras que, en la cola, estarán Sant Adrià, Sant Joan Despí (9), Molins de Rei y Sant Just Desvern (6).
La mitad de las estaciones, como mínimo, tendrá instalación eléctrica para cargar las bicicletas. Asimismo, un tercio estará ubicado en estaciones de metro, Rodalies, FGC o tranvía, mientras que casi el 50%, en zonas donde se espera una alta demanda, sin necesidad que haya una parada de transporte público cerca. El resto se encontrarán en áreas sin tanta demanda ni estaciones.
Las personas que quieran utilizar este servicio tendrán dos opciones de cuota anual, en línea con el modelo del Bicing barcelonés. La primera será una tarifa plana y la segunda, una tarifa por uso. Se permitirá la reserva anticipada de bicicletas en estaciones concretas.
Además de tener el Bicing barcelonés como referente, el nuevo servicio metropolitano recoge la experiencia del e-Bicibox, un servicio de bicis compartidas lanzado en 2018 en 11 municipios del AMB. Con una oferta de 300 bicicletas, también eléctricas, cuenta con 48 estaciones, todas ellas en módulos que no están a la vista de los usuarios, menos en tres estaciones piloto en Cornellà, L’Hospitalet y Sant Joan Despí, que están abiertas como las de Barcelona. Según la licitación, no se prevé deshabilitar el e-Bicibox hasta que no se haya completado el despliegue de la nueva bicicleta pública metropolitana.