Renfe y su homóloga francesa, SNCF, empezaron a trabajar conjuntamente para conectar España y Francia hace 25 años a través de Renfe-SNCF en cooperación, una compañía participada al 50% por ambos operadores. El resultado han sido 13 millones de viajes internacionales, de los cuales 6,5 millones se han hecho con alta velocidad, que se adoptó hace diez años con trenes AVE e INOUI y supuso abandonar los populares tren-hotel que conectaban con París.
París, Lyon, Marsella, Nimes, Montpellier, Béziers, Narbona o Perpiñán son algunas de las ciudades francesas que esta unión ferroviaria permite conectar desde Barcelona. En esta red, la capital catalana juega un papel destacado, centralizando las conexiones desde Tarragona, Lleida, Zaragoza, Madrid, Valladolid, Valencia, Alicante, Sevilla o Málaga hacia el país vecino.
En su primera entrevista desde que asumió el cargo en septiembre de 2020, el director general de Renfe-SNCF, David Cortés, señala que Barcelona actúa como París en la centralización de trayectos que vienen de otras ciudades y países extranjeros, que llegan en avión o en tren. Del mismo modo que la capital francesa es una parada más de viajes que continúan para ir hacia otros destinos y lo hacen en tren, la catalana tiene un comportamiento similar. “Son puntos neurálgicos”, expone Cortés. En el caso de los trayectos que ofrece Renfe-SNCF, un viajero que venga de otras ciudades de España tiene que parar en Barcelona para poder coger la conexión con Francia.
Del mismo modo que la capital francesa es una parada más de viajes que continúan para ir hacia otros destinos, la catalana tiene un comportamiento similar
Ante esta centralidad, Renfe-SNCF apuesta por continuar reforzando Barcelona, doblando las frecuencias de trenes de cara a 2022. Esta decisión se enmarca en la reactivación progresiva que la empresa está encarando después del impacto que ha tenido la pandemia en los viajes internacionales.
Actualmente, hay dos frecuencias diarias—ida y vuelta—, que conectan Barcelona con París y Lyon. Esta cifra se duplicará hasta cuatro durante el año que viene. De estos, dos trenes irán a París, uno a Lyon y uno a Marsella. Asimismo, Madrid, Tarragona y Zaragoza volverán a estar conectadas con Francia con el tren que viaja hasta Marsella, trayecto que se había eliminado con la crisis de la covid. Uno de los trayectos que no ha podido sobrevivir al virus ha sido el que iba hasta Toulouse, que ya tenía poca demanda antes de la pandemia y que la compañía ferroviaria ha decidido suprimir.
Con los trayectos que se alcanzarán durante el año que viene, Renfe-SNCF todavía no habrá llegado a la oferta que había en 2019, pero Cortés no descarta acelerar la recuperación si hay demanda suficiente.
El coronavirus también ha provocado cambios en el comportamiento de los viajeros. Según explica Cortés, los usuarios antes preferían ir de punta a punta —desde Barcelona hasta París—, pero ahora están optando por quedarse en paradas intermedias y más próximas. Este es el caso de Nimes, destino escogido para presentar los planes de Renfe-SNCF de cara a 2022. La ciudad, muy aficionada a los toros y el flamenco, está registrando una buena tendencia en su conexión con Barcelona, especialmente desde Girona, acercándose al número de viajeros que tenía en 2019.
Renfe y SNCF, en negociaciones para ampliar el contrato de cooperación
El contrato que regula el servicio que ofrecen conjuntamente Renfe y SNCF acaba el año que viene. Los dos operadores están en negociaciones para decidir si lo amplían y, en el supuesto de que lo hagan, cómo lo hacen y durante cuánto tiempo.
Pese a la liberalización ferroviaria y la competencia que ambos operadores tienen en trayectos como Barcelona-Madrid —con el AVLO y el Ouigo—, Cortés espera que el acuerdo de cooperación continúe y “se puedan celebrar las bodas de oro después de llegar a las de plata”.
Como muestra del estado de las negociaciones, el directivo señala que Renfe y SNCF podrían haber rescindido el contrato a finales de este año, coincidiendo con el inicio de la liberalización, pero han decidido continuar y, por eso, se han podido programar más frecuencias de cara a 2022. Asimismo, pone de ejemplo la cooperación que SNCF tiene con otros operadores, como el alemán Deutsche Bahn, con quien también compite en algunos trayectos.