Trabajadoras de una fábrica en Catalunya ayuda ICF
Trabajadoras de una fábrica en Catalunya.

El ICF benefició a 1.700 empresas en 2023 e incrementó su actividad hasta los 641 millones

La banca pública triplicó beneficiarios y aumentó un 17% su actividad sobre todo por la nueva línea destinada al sector primario y por el impulso de proyectos vinculados a criterios sostenibles

Cerca de 1.700 empresas fueron beneficiarias de los recursos movilizados por el Institut Català de Finances (ICF) en 2023, con una actividad que se incrementó un 17% respecto al año anterior. Así, las operaciones en préstamos y avales y capital riesgo que promueve la entidad pública alcanzaron los 641 millones de euros, 94,5 millones más que el año anterior. 

Este aumento ha estado protagonizado por las operaciones de préstamos y avales, que han pasado de 478,7 millones en 2022 a 597,2 millones en 2023. De estos, 150 millones se han dirigido a la industria manufacturera; 134 millones se han destinado al ámbito del comercio, el turismo y el transporte; 101 millones, a la industria agroalimentaria y al sector primario, y 62 millones, a vivienda social y obra pública, entre otros ámbitos. 

Con promociones de vivienda que han recibido apoyo del ICF pendientes de activar, la banca pública catalana ejerce como “uno de los principales actores de la financiación de vivienda de protección oficial”. “Casi todo lo que se está haciendo en Catalunya lo estamos haciendo nosotros”, ha garantizado la consejera delegada del ICF, Vanessa Servera. 

La entidad pública registró en 2023 un resultado neto de 49,5 millones, un 83,7% más que el año anterior

Dentro de los avales y préstamos concedidos por el ICF, uno de cada dos euros se ha destinado a proyectos con criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG). “La apuesta por la sostenibilidad explica gran parte del aumento de la actividad de este 2023”, ha puntualizado Servera, después de que las iniciativas vinculadas a estos criterios hayan visto aumentada su actividad en el ICF de los 199 millones en 2022 a los 308 millones en 2023. 

En contraste con este incremento en las operaciones de préstamos y avales, la actividad de capital riesgo del ICF ha disminuido, y ha pasado de 67,8 millones a 43,8 millones. Esta reducción ha ido en línea de la tendencia generalizada del sector financiero, y ha estado influenciada por los efectos de la pandemia de Covid-19. 

Por otro lado, el ICF cerró 2023 con 91 operaciones de reestructuración, con un valor total de 63,5 millones. Con una reducción del 45% respecto al ejercicio anterior por la recuperación tras la pandemia, el ICF las lleva a cabo para modificar las condiciones de préstamos realizados para favorecer la capacidad de pago de las empresas. Además, la entidad acabó 2023 con un índice de morosidad del 7,1%. Con el objetivo de facilitar el reembolso de los préstamos, la banca pública cerró el año con un plazo medio de devolución de diez años. 

Vanessa Servera, consellera delegada de l'ICF
La consejera delegada del ICF, Vanessa Servera, presentando el balance de la entidad de 2023.

Beneficio de 49,5 millones

La entidad pública registró en 2023 un resultado neto de 49,5 millones, un 83,7% más que el año anterior, sobre todo a causa del aumento del margen financiero que se ha dado en el sector. Ante este incremento de 22 millones respecto al ejercicio anterior, Servera ha asegurado que el ICF reinvierte estos recursos en su actividad. Además, ha destacado que estos datos mejoran su solvencia, algo que es crucial para recurrir a inversores públicos y privados: “Cuanto mejor sean los datos que podamos proporcionarles, más fácil será que nos ofrezcan las condiciones más ventajosas posibles”. 

Estas condiciones son las que repercuten también en los beneficiarios de la actividad del ICF, que en 2023 se elevaron hasta los 1.657, triplicando la cifra registrada en 2022. De estas empresas que recibieron financiación de la entidad, el 98% fueron pymes e iniciativas de emprendedores. 

El ICF prevé destinar 55 millones de euros a su línea para el sector primario, y abre la puerta a ampliar el importe en función de las necesidades del sector

El notable incremento de beneficiarios responde sobre todo a la creación de la nueva línea dirigida al sector primario, la ICF Agroliquiditat, que benefició a 1.236 empresas de este ámbito en 2023. Esta línea, que ofrece créditos de entre 50.000 y 100.000 euros, puso a disposición del sector 77 millones de euros el año pasado. 

Para este 2024 y en un contexto marcado por la sequía y la inflación, el ICF ha destinado ya otros 20 millones a agricultores, ganaderos y otros actores del sector primario. La entidad ha anunciado la activación de otros 35 millones en esta línea, a los que previsiblemente se sumarán nuevas tandas a lo largo del año y en función de las necesidades del sector.