El turismo de reuniones y congresos es clave para Barcelona. La capital catalana cerró 2023 con más de 450 congresos, y ha recibido este 2024 con buenas perspectivas y con más de un centenar de citas ya confirmadas para los próximos ejercicios. “Este año igualará o superará el pasado”, garantiza Christoph Tessmar, que dirige el Barcelona Convention Bureau (BCB) de Turismo de Barcelona desde hace más de una década.
El calendario de grandes congresos ya ha empezado, con el Integrated Systems Europe (ISE) celebrado en Fira de Barcelona estos días en una edición de récord. Seguirá en febrero con el Mobile World Congress, que es “como la Olimpiada de los congresos”, con la previsión de reunir a 95.000 asistentes. Las grandes citas se complementan este año con otros eventos de relevancia, como el Congreso Europeo de Oncología (ESMO), que prevé atraer a más de 33.000 delegados hacia la ciudad en septiembre, concreta Tessmar en una entrevista con The New Barcelona Post.
Además de las citas ya confirmadas, el BCB trabaja en 108 candidaturas, que tiene abiertas tanto para 2024 como para años venideros. “Algunas están bastante avanzadas”, pero descarta dar pistas por la crucial confidencialidad que caracteriza al sector del turismo de reuniones y congresos, o turismo MICE, por las siglas en inglés de encuentros, incentivos, conferencias y exhibiciones. Ante este escenario, Tessmar pronostica años muy positivos para la capital catalana en este sector: “Hay perspectivas de futuro muy buenas”.
Las reuniones corporativas copan el 80% del negocio del sector MICE en Barcelona
Estas optimistas perspectivas de futuro van ligadas a una labor previa que ha dado sus frutos, y que ha captado potentes salones internacionales que se celebrarán durante los próximos años en Fira de Barcelona. “Se ha hecho muy buen trabajo para atraer nuevos congresos fijos para los próximos años, ha destacado Tessmar. Como adelantó en agosto The New Barcelona Post, la institución ferial ha captado el principal evento mundial del sector de los casinos (ICE), hasta ahora celebrado en Londres, y la mayor feria de la impresión de embalajes y etiquetas, Labelexpo, que tenía Bruselas como sede. A este doble anuncio le siguió el de Vitafoods, centrado en el sector nutracéutico y los complementos nutricionales, y celebrado hasta ahora en Ginebra.
Al margen del gran impacto y de la repercusión mediática de estos grandes congresos, la gran mayoría de las ferias que acoge Barcelona son de menor tamaño. En concreto, el 75% de las reuniones que se celebraron en 2022 fueron de menos de 250 delegados, mientras que el 18% tuvo de hasta mil, y sólo el 5% fue de más de mil delegados, en congresos que en el 80% de los casos fueron de carácter internacional. De hecho, fue en 2022, el último año con datos disponibles, cuando Barcelona alcanzó la primera posición a nivel mundial en número de delegados en congresos internacionales.
A pesar de la magnitud de las cifras de ferias y congresos, las reuniones corporativas copan el 80% del negocio del sector MICE en Barcelona. “Viajes de empresas, de incentivo, seminarios, workshops, lanzamientos de producto… se hacen innumerables reuniones en Barcelona”. En 2022, fueron 1.639 con más de 500.000 delegados en total. La mayoría, sin embargo, huyen de la visibilidad pública y persiguen la confidencialidad. Una cita que sí está señalada en el calendario público es el encuentro corporativo global que celebrará McDonald’s en abril, que prevé una asistencia de 15.000 personas en la primera ocasión que se convoca fuera de Estados Unidos.
Tessmar llegó al sector por un camino de casualidades, y ahora es una de las personas más influyentes a nivel mundial en el sector MICE
La organización de viajes corporativos fue lo que precisamente llevó a Tessmar hasta el BCB. Y no fue precisamente por un camino estructurado y repleto de pasos premeditados, sino más bien de casualidades. Nacido en Alemania, empezó a trabajar en la industria farmacéutica alemana después de estudiar Empresariales. Llegó a la capital catalana en 1990 para trabajar durante nueve meses en una filial extranjera de la compañía, pero el ambiente y el bullicio preolímpico le invitaron a quedarse. Su primer contacto con los viajes de negocios llegó unos meses después y por el mero hecho de ser alemán: su empresa quería lanzar un producto en Berlín tras la caída del Muro, y pensaron en Tessmar por su lugar de nacimiento.
Ese primer viaje fue de tal éxito, que Tessmar empezó a organizar otros dentro de la empresa, hasta que se dedicó exclusivamente a ello. Años después, la gigante farmacéutica Sanofi le fichó en 1999 para crear un departamento de congresos, desde el que llegó a organizar más de 400 eventos anuales con un equipo de cuatro personas. Turisme de Barcelona le fue a buscar en 2011 para pilotar el BCB, que sigue liderando desde entonces. Durante estos doce años, Tessmar se ha posicionado como una de las personas más influyentes en el mundo en el sector MICE, y prácticamente pasa tanto tiempo en tierra como en avión.
Desde que dirige el BCB, la cúpula de Turisme de Barcelona ha cambiado en diversas ocasiones, la última hace apenas dos meses, cuando el presidente del Gremi d’Hotels y de la cadena Derby Hotels, Jordi Clos, pasó a ser el presidente de su comité ejecutivo, con Mateu Hernández como director general del consorcio, que agrupa al Ayuntamiento, a la Cambra de Comerç y la Fundació Barcelona Promoció. “Durante los últimos años sus miembros no han ido muy alineados, y ahora irán todos en el mismo sentido. Creo que se va a notar que remamos todos hacia el misma dirección”, pronostica Tessmar.
Y es que el director del BCB defiende que la colaboración entre los agentes implicados en el sector es fundamental, y celebra que la capital catalana sabe cómo promoverla. “Uno de los fuertes de Barcelona es que trabajamos muy bien en equipo” y con todas las partes, incluyendo administración, hoteles, Fira de Barcelona y otros actores. “Es uno de los secretos de Barcelona; en otras ciudades no ocurre, y el cliente lo percibe”, sentencia Tessmar. Así, la colaboración ha sido clave para que Barcelona haya alcanzado las primeras posiciones en el ámbito MICE, y es clave para que mantenga este liderazgo. No es, sin embargo, el único ni principal ingrediente de la receta del éxito de la ciudad.
Barcelona cerró 2023 con más de 450 congresos y recibe 2024 con buenas perspectivas y con más de un centenar de citas ya confirmadas para los próximos ejercicios
“El primero es la fantástica infraestructura de la que dispone, y la oferta fácil, moderna y accesible que ofrece”, desgrana Tessmar, que pone en valor la conexión entre el Aeropuerto del Prat, Barcelona y Fira. Destaca también el “elevado grado de profesionalidad” de la capital catalana: “Es muy difícil que aquí falle un evento”. Y el paquete queda completo con la oferta hotelera, con el clima mediterráneo y el mar como guinda del pastel. Con estos elementos, ¿la ciudad se vende sola? “No; el atractivo está, pero tiene que haber un trabajo detrás”.
Un trabajo detrás, y múltiples competidores al frente. El director del BCB sitúa los principales competidores para la capital catalana en Madrid, Viena, París, Londres, Lisboa y Munich. “Y cada vez hay más. No tanto para grandes eventos como el Mobile, pero sí para congresos más pequeños que pueden celebrarse en ciudades emergentes que se están espabilando. Son más pequeños, pero son competidores”, avisa Tessmar.
¿Y qué debe hacer Barcelona para no perder posiciones y mantener este liderazgo? Seguir trabajando para identificar oportunidades y mantener una diversificación que Tessmar ve más adecuada que centrar la apuesta de la ciudad por algún sector específico. Y hacerlo teniendo en cuenta la ampliación del recinto Gran Via de Fira de Barcelona, y la remodelación de su área de Montjuïc. “La ampliación sumará para ganar algunas candidaturas, y permitirá optar a otros congresos”.
Y no es la única ampliación de la que está pendiente la ciudad. La eventual conversión del Aeropuerto en un hub intercontinental “haría más atractivas las candidaturas de Barcelona”. No sólo eso, sino que “permitiría mirar más allá e ir a buscar nuevos eventos para que se celebren aquí, sobre todo de Asia, clave para el mercado tecnológico”, según Tessmar. Así, considera que la ampliación “debería ser una realidad, siempre y cuando sea sostenible y tenga el acuerdo de todos los actores”.
Así lo defiende Tessmar en una situación marcada aún por la postpandemia y sus efectos, aunque no en el sentido que pronosticaban algunos. Ha dejado una clara tendencia: la poca anticipación con la que se planifican ahora este tipo de viajes. “Es claramente un efecto del Covid, y el corto plazo dificulta la organización”. Sin embargo, ha quedado descartada la tendencia que vaticinaba que los eventos internacionales mermarían para dejar paso a encuentros virtuales: “El efecto ha sido más bien el contrario: hay más presencialidad”.
Así, el sector MICE en la ciudad ya ha dejado atrás los efectos de la pandemia. “Barcelona tiene una resiliencia tremenda”, también ante turbulencias políticas y sucesos como el atentado de 2017. Y se trata de un sector que, según Tessmar, suma en la ciudad más allá del impacto económico, ya que contribuye a generar un turismo de más calidad, a diversificarlo y a destemporalizarlo. El turismo de congresos y reuniones genera también conocimiento desde la ciudad y la transforma. Ejemplo es el Mobile, que ha vigorizado a un sector que ha convertido Barcelona en “uno de los principales hubs de startups” a nivel europeo. ”Son muchas las cosas que aporta más allá del impacto económico”, reivindica el director del BCB.