En 2013, finalizando su mandato de once años como alcalde de Nueva York, el magnate Michael Bloomberg quiso ofrecer un reconocimiento a la figura de máxima representación municipal (poco valorada hasta el momento en Estados Unidos) poniendo en marcha un encuentro anual en el que alcaldes y alcaldesas de todo el país pudieran intercambiar experiencias e inquietudes con colegas de todo el mundo. Nacía así el Citylab, que se añadía a los programas que desde sus organizaciones filantrópicas había puesto en marcha dos años antes para financiar proyectos de mejora urbana por toda la geografía mundial.
En la última edición del Citylab, la décima, celebrada el mes pasado en Washington DC, se habló, cómo no, de los grandes retos urbanos ampliamente conocidos: emergencia climática, desigualdades, crisis democrática… El principal interés, sin embargo, radicó en cómo estos grandes retos se declinaban en los casos particulares de las ciudades, y en este sentido se pudieron identificar una serie de temas de interés común para la mayoría de las participantes. Destacaremos tres, en una recopilación que nos permite en algunos casos confirmar, en otros casos anticipar, cuestiones que a buen seguro ocuparán la agenda de nuestra ciudad de los 5 millones, la región metropolitana de Barcelona, en el futuro inmediato.
Revitalización de los centros urbanos
Se trata de un aspecto primordial actualmente en el caso de las ciudades norteamericanas, pero que cada vez más vemos en otros lugares, también en Barcelona. Así, la propia Washington DC ha puesto en marcha un ambicioso programa para atraer a 15.000 nuevos residentes a su downtown en los próximos cinco años. Un caso similar es el de Monterrey, México, que busca recuperar parte de los 80.000 habitantes que ha perdido su centro histórico en las últimas decadas.
En Barcelona, ya se empezó a mostrar en el mandato anterior preocupación por la situación particularment en Ciutat Vella, donde hay más viviendas ocupadas por población flotante que por residentes y la actividad económica avanza hacia el monocultivo turístico. Algunos de los programas que se han presentado en el Citylab en este sentido ponen el foco en la transformación de edificios de oficinas en vivienda, una propuesta recibida no sin controversia y que nos traslada también al reciente debate sobre la relación entre espacio para oficinas y para vivienda en el 22@.
Derecho a la vivienda y sinhogarismo
Sobre la vivienda, recisamente, la otra gran cuestión que se ha puesto encima de la mesa es la del acceso a vivienda asequible y el sinhogarismo, con varios grados de emergencia según los casos, pero constatando que se trata de una realidad en aumento en todas las grandes ciudades.
En el caso de Estados Unidos, uno de los vectores principales de presión en este sentido es la llegada de personas inmigrantes principalmente desde América Latina. Una avalancha que ha llevado a Nueva York a plantearse dejar en suspenso su ordenanza “Right to Shelter”, que establece la obligatoriedad para el ayuntamiento de proporcionar alojamiento a cualquier persona que la solicite. En el Reino Unido, más de un centenar de alcaldes y alcaldesas han pedido al Ministro de Hacienda un plan urgente para hacer frente a la crisis que están viviendo con el creciente número de personas sin hogar.
Las ciudades de todo el mundo también muestran cada vez más interés en compartir soluciones innovadoras para facilitar el acceso a la vivienda
En nuestro entorno también existe lógicamente una fuerte preocupación por la cuestión, hasta el punto de que las entidades sociales se han movilizado para apresurar al Parlamento a aprobar la ley que se está tramitando desde hace meses.
En términos de acceso a la vivienda, ciudades de todo el mundo también muestran cada vez más interés en compartir soluciones innovadoras para facilitarlo. Es el caso de Silicon Valley, donde es conocida la grave situación que viven muchas personas, incluso trabajadoras de las empresas tecnológicamente más punteras, donde se plantea el despliegue de una oferta de vivienda en contenedores marítimos adaptados, como ya está haciendo Barcelona con el programa Aprop.
La renovación de las infraestructuras básicas
“Hemos construido ciudades para climas que ya no volverán a existir”. Con esta frase, Jeff Godell, autor de libros como El agua vendrá, advertía de la necesidad de invertir fuertemente en las infraestructuras que deben permitir la adaptación urbana al cambio climático, una cuestión que estuvo muy presente durante todo el Citylab, especialmente en las intervenciones de varios representantes de la administración Biden a raíz del mil millonario paquete de inversiones del plan Invest in America.
La ciudad de Baltimore, por ejemplo, ha puesto en marcha un grupo de trabajo conformado por personas del ámbito científico y del gobierno municipal para identificar las prioridades que apunten a una mayor protección de las personas más vulnerables ante los efectos del cambio climático. Glasgow, la ciudad que acogió en 2021 la COP26, ha impulsado también un cuantioso plan de inversiones en este apartado. Los planes del Área Metropolitana de Barcelona y de la Diputación de Barcelona, sobre todo en el marco del Pacto de las Alcaldías por el Clima y la Energía, se dirigen también a estas necesidades y tratan de sacar el máximo partido de los fondos europeos disponibles, enmarcados en la estrategia Green New Deal.
La colaboración multiactor e implicación de la comunidad en la toma de decisiones; la innovación en las soluciones, y la toma de decisiones basadas en datos son las bases de una nueva gobernanza urbana
En este sentido, una de las principales preocupaciones mostradas por alcaldes y alcaldesas al respecto fue la capacidad de gestión por parte sus administraciones de las inversiones requeridas. Una situación equiparable a la del despliegue de los fondos NextGenEU, donde cantidad, plazos y progresivo debilitamiento de las estructuras municipales a raíz de las políticas de austeridad pasadas conlleva la ralentización de los procesos y la amenaza de la pérdida de oportunidades de financiación.
Finalmente, cabe destacar tres conceptos omnipresentes en los discursos y presentaciones del Citylab, independientemente de la temática o del lugar de procedencia: primero, la colaboración multiactor e implicación de la comunidad en la toma de decisiones; segundo, la innovación y flexibilidad en las soluciones, y tercero, la toma de decisiones basadas en datos y en la evidencia. Las bases de una nueva gobernanza urbana que, junto con la mirada metropolitana, también se encuentran en el espíritu del Compromiso Metropolitano 2030.