La estación de Sants se prepara para seguir siendo un centro neurálgico del transporte público en la ciudad de Barcelona y un punto de conexiones para la movilidad con una profunda transformación que la preparará para engullir a 58 millones de viajeros anuales en 2030, un 25% más del volumen actual. Para tal movimiento de transeúntes, la infraestructura ferroviaria deberá adaptarse técnica y urbanísticamente, con una remodelación integral para adaptarla a las necesidades futuras.
El proyecto de remodelación, que ya se anunció hace más de año y medio, comienza a tomar forma. Las obras se iniciarán a finales de 2023, para poder terminar la primera fase de actuaciones en 2026 y una segunda en 2030. El coste total de las mejoras superará los 410 millones de euros, del que se harán cargo Adif, que depende del Ministerio de Transportes, y el Ayuntamiento de Barcelona.
Las principales actuaciones incluyen la reurbanización de la Plaza de los Països Catalans, la ampliación del vestíbulo y duplicar hasta los 36.000 metros cuadrados los espacios ferroviarios y se ejecutarán en dos períodos 2023-26 y 2026-2030. Todo el recinto se dotará de más accesos y mayor luminosidad.
Durante la primera fase, que cuenta con un presupuesto de 130 millones de euros, Adif llevará a cabo una serie de intervenciones en los andenes de Cercanías y de alta velocidad (AVE) y realizará nuevas salas de embarque en el vestíbulo. Al mismo tiempo, duplicará el espacio para usos ferroviarios, hasta los 36.000 metros cuadrados, y abrirá dos nuevas entradas en la estación, disponiendo de cuatro accesos: al norte, sur, este y el oeste. El objetivo es que la estación, actualmente la segunda más importante del Estado después de la de Madrid-Atocha, se integre dentro de la ciudad.
Asimismo, para reforzar el carácter multimodal que ya tiene la estación, se construirá un nuevo vestíbulo de metro, un espacio que dará acceso al eje transversal de la estación, con el que comunican Cercanías y Alta Velocidad.
Por su parte, en la primera fase, el Ayuntamiento sacará adelante la reurbanización del entorno de la estación, un proyecto que todavía no se ha presupuestado. Se retirará el tráfico en el lado mar, junto al parque de la Espanya Industrial, y se remodelará la plaza de los Països Catalans para pacificarla y dotarla de espacios verdes, con el objetivo de hacer más accesible la estación a los peatones; en línea con las actuaciones que el consistorio está realizando en toda la ciudad. Con ello, se hará desaparecer los dos viales donde actualmente se acumulan vehículos privados y taxis y unir la plaza con la estación. En conjunto, se reducirá un 75% el tráfico y se ampliará un 85% la superficie peatonal.
Se trata de una gran transformación “ambiciosa, integral y de futuro, que está alineada con la ciudad de futuro que estamos construyendo”, según explicó la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. El proyecto quiere “llenar de vida todo el ámbito urbano de la infraestructura, unirá los barrios por los cuatro lados, ganará verde y espacio peatonal, llenará la zona de vida social, cultural y económica y supondrá una mejora indiscutible de la movilidad y de una de las principales infraestructuras ferroviarias y de transporte público de la ciudad”, añadió Colau.
Según el anteproyecto de reforma presentado este viernes, antes del 2026 también se construirá una ludoteca municipal, se reducirá el espacio de la estación de autobuses —que en un futuro se trasladará bajo la Plaza Espanya— y se construirá un contenedor bajo rasante para bicicletas, patinetes y otros vehículos limpios.
De cara a la segunda fase, se llevará a cabo la remodelación de la Plaza Joan Peiró, se construirá una nueva cubierta para toda la estación que se destinará a un espacio de 14.000 m2 para la instalación de placas fotovoltaicas, que generarán casi 3,8 GWh/año por el autoconsumo con energía renovable en el conjunto del recinto ferroviario. También se eliminará la zona de estacionamiento que actualmente existe en el techo de la estación, y se culminará el traslado de la estación de autobuses y la parada de taxis se soterrará.
La fase de diseño y planificación de la estación Barcelona-Sants culmina después de un proceso participativo desarrollado durante el último año con entidades del territorio, asociaciones de vecinos y comerciantes. La alcaldesa destacó la colaboración de Adif en el proceso de participación vecinal —que se abrió en enero del 2021— y lo calificó de “mejora notable y un precedente que esperamos que se repita en otras transformaciones”, ha expresado.
El entorno y las pasarelas de acceso serán lugares de paso donde los locales tendrán carácter urbano, y estarán orientados a la ciudad con áreas de coworking, vinculadas a empresas tecnológicas y de innovación, restauración de calidad y zonas lúdicas para eventos socio-culturales. La propuesta de diseño aprovecha además la oportunidad de integrar la estación en un nuevo modelo urbano, eliminando el efecto rotonda y facilitando la permeabilidad de las conexiones a pie, según el Ayuntamiento de Barcelona.