Pese al Alzheimer, Dolores no había olvidado el éxito de Manolo Escobar treinta años atrás. Raimundo ya no era capaz de recordar qué había hecho el día antes, pero recordaba perfectamente el Mundial de fútbol del 82. Carmen nunca pudo olvidar, ni cuando la enfermedad ya le había robado casi todos los recuerdos, la impresión que le hizo el terremoto de Guatemala del 76.
La Fundación Pasqual Maragall se propone dar un titular que, como las canciones de Escobar, los goles del Mundial o la devastación en Guatemala, se recuerde durante décadas: “Nace el laboratorio para la detección precoz del Alzheimer”. Para hacerlo posible, ha puesto en marcha una campaña de captación de fondos que lleva por título Una noticia para el recuerdo y que protagonizan familiares de personas con Alzheimer. Se pueden realizar aportaciones hasta el 15 de diciembre.
El Alzheimer se descubrió a principios del siglo XX y todavía no tiene cura. De hecho, hoy en día se sigue diagnosticando tarde, cuando el afectado ya presenta síntomas evidentes de la enfermedad, y requiere de pruebas invasivas y costosas. Detectarlo precozmente y de forma sencilla, nos dicen los expertos, permitirá probar nuevos fármacos y mejorar las posibilidades de éxito de los tratamientos enfocados a frenar su avance en las fases más tempranas.
Estoy seguro de que, cuando Barcelona disponga del laboratorio más puntero de España y uno de los más sofisticados del mundo dedicado a hacer posible la detección del Alzheimer de forma precoz a través de un simple análisis de sangre, se convertirá en destacadísimo titular de portada en The New Barcelona Post porque será una de esas noticias que nos hará sentir orgullosos de nuestra ciudad. Para Barcelona, que en 2017 no logró convertirse en la sede de la Agencia Europea del Medicamento, disponer de este equipamiento es también una gran oportunidad para consolidarse como ciudad de referencia en el sector de ciencias de la vida y la salud en general y, en particular, en la enfermedad del Alzheimer.
No creo que esté haciendo castillos en el aire: en 2012, la Fundación Pasqual Margall, con el apoyo de la Universitat Pompeu Fabra, creó el Barcelonaβeta Brain Research Center (BBRC), un centro de investigación dedicado a la prevención del Alzheimer. Como llevo un par de años colaborando con la fundación, he tenido la suerte de visitar las instalaciones del BBRC. Quizás por eso, porque conozco de primera mano el excelente trabajo que se hace en el BBRC, pienso que tienen que disponer sí o sí de este nuevo equipamiento.
Teniendo, como tenemos los barceloneses, afectado por el Alzheimer a quien fue el alcalde más importante en la historia reciente de la ciudad, tiene todo el sentido que Barcelona juegue un papel clave en el combate contra esta enfermedad. Estamos lejos aún de poder derrotar al Alzheimer, pero como dijo el propio Pasqual Maragall: “En ningún sitio está escrito que tenga que ser invencible”.