Una agenda metropolitana para el próximo mandato

A punto de empezar oficialmente la campaña electoral para la cita del 28 de mayo, y teniendo en cuenta que durante la precampaña, si tomamos como referencia a la ciudad de Barcelona, ha imperado una mirada corta, tanto en términos temporales (poco debate sobre modelos, mucho sobre actuaciones concretas) como territoriales (fijación por el Eixample frente a una realidad cada vez más metropolitana) es importante reclamar posicionamientos que abarquen el conjunto de aspectos esenciales que al día siguiente de las elecciones habrá que abordar en la escala metropolitana: vivienda, movilidad, actividad económica, emergencia climática, provisión de agua, alimentos y energía…

Así, desde el Plan Estratégico Metropolitano de Barcelona (PEMB) hemos interpelado a los partidos políticos, directamente y a través de los medios, para que incorporen claramente la cuestión metropolitana en sus programas marco y en los específicos de cada localidad. En este sentido, hemos puesto sobre la mesa el Compromiso Metropolitano 2030, una agenda estratégica a medio plazo que quiere situar los temas citados anteriormente en la escala metropolitana, y que ha sido elaborada con la participación de un amplio abanico de actores públicos, privados, de la academia y de la sociedad organizada.

Precisamente, teniendo en cuenta las dificultades para dar lugar a este debate en las contesas electorales, desde el PEMB defendemos que la cuestión metropolitana es demasiado importante como para dejarla sólo en manos de las administraciones (y, en consecuencia, de los partidos) y que la implicación de otras instituciones y de la sociedad es fundamental, ya que su día a día no entiende de límites administrativos, a pesar de que topan constantemente.

El Compromiso Metropolitano 2030, que se basa en ocho grandes misiones vinculadas a retos donde resulta clave la dimensión de la ciudad real, la que reúne a estos cinco millones de habitantes, es así una buena guía sobre los temas a abordar. Las misiones definen medidas para realizar una economía más innovadora e inclusiva, generar niveles de renta suficientes, combatir la emergencia climática y ambiental, facilitar una movilidad sostenible y segura, fomentar una alimentación saludable, reforzar la cohesión territorial, garantizar una vivienda adecuada y activar la vitalidad cultural. Asimismo, se formulan un conjunto de propuestas dirigidas a la mejora de la gobernanza y la interrelación con el resto del mundo de este territorio metropolitano en sentido amplio.

En total, 114 medidas a desarrollar en el horizonte 2030 (los dos próximos mandatos) para impulsar un nuevo modelo de prosperidad, basado en el conocimiento y la innovación, que reduzca las desigualdades sociales y territoriales en la región metropolitana de Barcelona y la sitúe como una de las metrópolis líderes en la lucha contra la emergencia climática. Y que tendrán que ser llevadas a cabo tal y como se han definido: de forma compartida entre los diversos niveles de la administración y el resto de actores de la sociedad metropolitana.

¿Y cuáles son las actuaciones prioritarias que pide el Compromiso Metropolitano 2030? Aquellas que no es suficiente con la acción municipal y hay que levantar la mirada y buscar mecanismos para actuar en la escala de la ciudad de los cinco millones:

En materia económica es necesario coordinar los instrumentos de proyección y promoción internacional, para que la atracción de inversiones sea una tarea colaborativa y no una competencia entre ciudades vecinas, al igual que es necesario coordinar a los operadores públicos de suelo para actividad económica. Como también es necesario disponer de espacios de concertación de dimensión metropolitana que trabajen por la adecuación de los salarios a un salario mínimo metropolitano de referencia.

Es necesario coordinar los instrumentos de proyección y promoción internacional, para que la atracción de inversiones sea una tarea colaborativa y no una competencia entre ciudades vecinas

Desde el punto de vista del impulso de la innovación, es necesario conectar diferentes dispositivos de los que se han ido dotando a los municipios metropolitanos para que trabajen en red: centros de formación profesional, laboratorios ciudadanos, ateneos de fabricación, fábricas de creación, para sacar el máximo provecho de lo que representa una aglomeración urbana de más de cinco millones de personas, con todo el potencial del diverso talento que concentra. También hay que disponer de datos y que éstos sean abiertos, transparentes y comparables para poder dar un salto adelante en la coordinación de los diversos territorios de la metrópoli.

La lucha contra el cambio climático es indudablemente una tarea global, en la que todas las contribuciones, individuales y colectivas pueden sumar. Pero para que esta suma sea efectiva y ser líderes en el camino hacia la neutralidad de emisiones es necesario avanzar de forma generalizada y coordinada en la transición hacia el nuevo modelo. De nuevo, actuaciones aisladas de unos municipios que no sean coherentes con las de otros podrían ser también contraproducentes, como sería el caso de las zonas de bajas emisiones, la gestión del agua o la protección de los espacios agrarios.

ZBE
Un cartel avisa a los conductores que entran a la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Barcelona. © Miquel Codolar/ACN

Desde el punto de vista de la reducción de las desigualdades sociales y territoriales, es imprescindible profundizar en mecanismos de equidad fiscal entre municipios para evitar así como contrarrestar las dinámicas de segregación, así como la coordinación del sistema de garantía de rentas complementarias para hacerlo multinivel y multiprestacional y otras actuaciones más específicas como llevar a la escalera metropolitana los registros de solicitantes de vivienda protegida y las bolsas de alquiler o el fortalecimiento de las redes culturales de barrio en torno a las bibliotecas. También es importante dar voz a la ciudadanía y aprovechar el potencial de la participación en asuntos de alcance metropolitano mediante la federación de las plataformas municipales virtuales existentes.

Por último, algunas de las cuestiones clave tienen que ver con completar proyectos o actuaciones que hay que culminar dentro de este período, desde la aprobación definitiva del Plan Director Urbanístico Metropolitano hasta el despliegue completo del Plan Director de Infraestructuras, del Plan de Rodalies y de la T-Mobilitat, pasando por la actualización del Plan Litoral, la protección de espacio de elevado valor ambiental, la ampliación de los programas de rehabilitación energética y de regeneración de barrios en clave de sostenibilidad, con la consolidación de los operadores metropolitanos de energía y vivienda y la coordinación de proyectos culturales a esta escala, entre otros.

Algunos proyectos o actuaciones que hay que culminar dentro de este período son la aprobación definitiva del Plan Director Urbanístico Metropolitano y el despliegue completo del Plan Director de Infraestructuras, del Plan de Rodalies y de la T-Mobilitat

Todos ellos son aspectos imprescindibles que deberían ser abordados a lo largo de la campaña electoral que se avecina y en los que las propuestas que cada candidatura presente en el centenar largo de municipios que conforman la ciudad de los cinco millones tendrán que responder a un planteamiento desde de esa mirada metropolitana. El Compromiso Metropolitano 2030 es una guía, fruto del debate compartido de un amplio abanico de instituciones y organizaciones, que debe facilitar no sólo la elaboración de estos programas, sino también la orientación de las futuras alianzas para gobernar los municipios y el resto de administraciones, como el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), los consejos comarcales o la Diputación de Barcelona, que surgirán de las elecciones del próximo 28 de mayo.