El Teatre Nacional de Catalunya (TNC) se reivindica como tejedor público de relatos con una temporada dedicada a una de las grandes cuentas pendientes de la sociedad española. “La falta de memoria es un crimen moral e histórico. Creo que en este país los hemos cometido”, defiende su directora artística, Carme Portaceli, recordando al filósofo Emili Lledó. En su tercer curso liderando el teatro, se han programado un total de 41 producciones, diez más que hace un año, con grandes nombres como Mercè Rodoreda, Almudena Grandes y Jane Austen conquistando la Sala Gran. “Esta temporada es un acto contra el olvido”, remarca Portaceli.
En un mundo que ya no es líquido y se ha vuelto peligrosamente gaseoso, con el regreso de la guerra a una Europa desmemoriada y la sustitución de la verdad por la opinión, Portaceli se pregunta qué es lo que hay que hacer. “En los momentos decisivos, hemos cogido como referencia a filósofos y artistas para que nos pudieran explicar otras verdades y nos pudieran servir de guía”, sostiene, “cuando todo se tambalea y tienes miedo, el único fundamento estable son las convicciones y las ideas sobre las que puedes rescatar los recuerdos que te ayudan a ver qué te ha llevado a donde estás”.
Los autores y obras con los que el TNC quiere abrir los ojos a los espectadores en la temporada 2023/2024 arrancarán con un clásico catalán, La plaça del Diamant, poniendo en valor esas historias pequeñas, la mayoría de veces protagonizadas por mujeres y siempre diluidas entre los grandes hechos históricos como la Segunda República, la Guerra Civil y la dictadura. La adaptación de la obra de Mercè Rodoreda, con dirección de Carlota Subirós, inaugurará la temporada el 28 de septiembre y será la que se irá de gira el próximo curso, primero a nivel local y luego por Europa, como se ha hecho este año con Terra baixa (reconstrucció d’un crim). Rodoreda se volverá a subir al escenario del teatro con Flors i viatges, llevando sus palabras hasta la guerra en Ucrania y acompañándolas con las de Svetlana Aleksiévitx.
La memoria histórica estará también presente con la adaptación teatral de La madre de Frankenstein de Almudena Grandes. Portaceli coincidió con la escritora en su etapa en el Teatro Español y fue entonces cuando le propuso llevar alguna de sus obras al escenario. Aunque Grandes se puso nerviosa y le entró vértigo, cedió y optó por uno de sus Episodios de una Guerra Interminable, el quinto, para que Portaceli lo dirigiese. La obra se estrenará en el teatro madrileño María Guerrero y luego vendrá a Barcelona, con un elenco formado por Blanca Portillo y Pablo Derqui.
La tercera gran escritora que pasará por el TNC será la universal Jane Austen, jugando con la memoria a base de inventarla. Se estrenará Els Watson, la novela inacabada de una autora perspicaz y moderna que ha continuado ahora la dramaturga inglesa Laura Wade. Un total de 18 personajes la interpretarán, con Laia Manzanares, Laura Aubert y Mercè Arànega.
Otro gran nombre que nunca puede faltar en una temporada teatral es William Shakespeare. Después del Otelo de esta temporada, el también escritor británico volverá con La tempesta, producida por el Institut València de Cultura (IMV). Portaceli continuará así en su proyecto de fortalecer los lazos con otros teatros con los que comparte lengua. También lo hará con Altres formes, liderada por el Teatre Principal de Palma. Con esta obra se recuperará de nuevo las historias pequeñas, esta vez, partiendo del estallido de violencia de género que se produjo durante el confinamiento.
El foco por la memoria se extenderá más allá de las fronteras nacionales, con la guerra de los Balcanes en La filla de l’est, de Clara Usón. Este no será el único conflicto internacional que pisará el TNC. Irán estará presente con És, obra dirigida por Parnia Shams sobre unas chicas que intentan salir adelante en una sociedad que las trata injustamente. El espectáculo será en persa y contará con subtítulos. También se tejerán lazos con el Líbano, con Barcelona calling Beirut, un ciclo que se estrenará acercando el país mediterráneo durante cinco días con espectáculos de teatro, danza y música. En este caso, las funciones serán en árabe y también estarán subtituladas.
“Tengo la convicción de que, cuanto más avanzamos, más tenemos que volver al origen”, ahonda la directora artística del TNC, “no solo hay que restablecer la memoria, sino que haciéndolo podemos crear un mundo mejor porque sabemos de dónde venimos”. Esta temporada que Portaceli define como diversa, incluyendo danza con María Pagés, se espera que supere los casi 109.000 espectadores que ha registrado el teatro barcelonés este año, con un 76% de ocupación y récord de abonos, con un total de 5.643, consiguiendo la cifra más alta también para los de los jóvenes, con más de 1.000. Las entradas se pondrán a la venta a partir del 1 de setiembre y el precio aumentará 3 euros después de no haberlo tocado en los últimos años. Los abonos tendrán un descuento del 49% hasta finales de agosto.