Solteros con nivel

Me encuentro, vayan ustedes a saber por qué, con un mensaje en el correo electrónico: “Solteros con nivel”. Me prometen que si me registro en la web podré acceder a la “búsqueda de pareja inteligente”, que no quiere decir que me busquen una pareja inteligente, sino que la búsqueda de la pareja será inteligente. Eso sí, te remarcan que los solteros que hay en su banco de datos son solteros “con educación”. Esto lo remarcan mucho. “Gente soltera, auténtica y educada”. Sé, por amigos que han buscado pareja en otros portales de solteros, que te encuentras a gente que se baja la cremallera de la bragueta al mismo tiempo que se bajan la mascarilla, a los cinco minutos.

Miro a ver cuáles son las preguntas que te hacen. “¿A quién elegirías como pareja ideal?”. Tienes dos opciones. La primera, “una persona atractiva, excitante y llena de sorpresas”. La segunda, “una persona segura de sí misma, tranquila y equilibrada”. Ostras. Ambas están bien. ¿Quiere decir que el de la primera no se quiere comprometer o que está casado y éstas serían las “sorpresas”? ¿Quiere decir que el de la segunda es soltero desde hace siglos (y eso sería el “seguro de sí mismo”) y aburrido y tacaño (o sea “tranquilo y equilibrado”)? No, no hay que darle tantas vueltas, seamos tranquilos y equilibrados. Otra de las preguntas es: “¿Cuál es tu opinión sobre compartir las tareas domésticas con tu pareja?”. Cuatro opciones: 1, completamente tradicional. 2, bastante tradicional. 3, bastante moderna. Y 4, completamente moderna. Aquí entiendo que “completamente tradicional” significa “completamente carca” y deduzco que, en el caso de una pareja hetero, significa que la mujer lo haga todo. Bastante tradicional, en cambio, tal vez quiere decir que él recoge el plato de la mesa, pero lo lava ella. Completamente moderna, en cambio, sería que ambos (si son dos) comparten las labores o pagan a medias una empresa que se encarga de limpiarles la casa con un estilo completamente tradicional.

En la página siguiente te advierten que cuanto más te conozcan, más podrán acertar contigo, y te preguntan: “¿Te gusta una pareja dominante?”. Pienso en mi tía Pura, que siempre feminiza este adjetivo y dice que tal mujer es “dominanta”. También te preguntan por los intereses en un apartado muy curioso donde tienes que elegir “qué encaja más contigo” entre dos conceptos que consideran antagónicos. A la izquierda, “interés propio” y a la derecha “cuidado del prójimo”. Y cuatro casillas, no cinco, por lo que no puedes pulsar la de en medio para indicar que te pueden gustar las dos cosas. Hay una que tiene que interesarte más. Aquí puede ser fácil, pero es que después hay “reflexión” contra “acción” y muchísimas veces es después de reflexionar que actúas.

La tercera contrapone “crecimiento personal” con “éxito financiero”. No tengo éxito financiero, pero me gustaría, y quizás no lo tengo porque no me dedico al crecimiento personal. No sé si en realidad lo que me están preguntando es si prefiero leer a Paulo Coello o ir a la Bolsa, porque ambas cosas me parecen peor que ir a trabajos forzados a Siberia. También contraponen “hablar” con “escuchar”, que es un absurdo, porque se habla para escuchar y escucha para hablar, a no ser que seas tertuliano. Madre mía, la siguiente contrapone “Matemáticas y física” con “arte y música”, como si la música no fuera arte. ¿Quiere decir que no pueden gustarme las matemáticas y la música? Lo dejo aquí. Mi ideal es un músico matemático.