Montjuïc dio origen a Barcelona, fue la cantera para la construcción de la ciudad, y fue el escenario de los Juegos Olímpicos que la proyectaron al mundo. Ahora, la ciudad vuelve a mirar a Montjuïc, y se propone convertirlo en una nueva centralidad metropolitana, renovando espacios emblemáticos, impulsando sus barrios y mejorando su conectividad. En global, las actuaciones implicarán una inversión de 2.800 millones de euros, que se desplegarán hasta 2030.
“Planteamos un nuevo abrazo a Montjuïc, a partir de sus barrios y vecinos”, ha proclamado el alcalde de la ciudad, Jaume Collboni, desde la Fundació Miró, uno de los numerosos equipamientos que trufan la montaña. Para ello, el Ayuntamiento ha proyectado un conjunto de medidas que incluyen tanto cuestiones vinculadas a la movilidad como a la cultura, la economía y la vida vecinal, como ha detallado el alcalde en la conferencia L’alcalde respon, organizada por el Col·legi de Periodistes y que en esta edición ha llevado por título Nou Montjuïc.
Con la previsión de culminar la transformación en 2035, el futuro Montjuïc proyecta un nuevo eje de peatones en la Plaza Espanya, la transformación del recinto de Fira de Barcelona, la renovación del Morrot, la ampliación de la L2, la consolidación del barrio de la Marina del Prat Vermell y una novedad: la renovación del Anillo Olímpico, entre otros proyectos que dinamizarán la zona.
En global, las múltiples actuaciones requerirán una inversión de 2.800 millones de euros, como ha detallado Collboni. De este total, el Ayuntamiento aportará una cuarta parte a través de Barcelona de Serveis Municipals (B:SM), mientras que el resto provendrá de otras administraciones. La Generalitat aportará 400 millones para mejorar la conectividad con la L8 de FGC, y otros 1.000 para llevar la L2 a la montaña, mientras que Fira de Barcelona se encargará de la reforma de su recinto de Montjuïc.
Entre los diversos proyectos que están llamados a transformar la montaña y sus usos, destaca el anunciado por Collboni para renovar el Anillo Olímpico. Con una inversión de 370 millones de euros de B:SM, “se pondrán al día” el Palau Sant Jordi y el Estadi Olímpic, y el Sant Jordi Club se ampliará y se tecnificará para dar cabida a formatos musicales más reducidos que los del Sant Jordi.
La renovación no se quedará en los equipamientos: la explanada que los rodea se llenará de cerezos y de espacios de descanso, con zonas de restauración que la conviertan en “una plaza de uso ciudadano”. Para lograrlo, se requiere un elemento crucial más: poder llegar fácilmente desde otras zonas de la ciudad. Una de las mejoras en la movilidad empezará a circular este verano: se pondrá en marcha la línea X3, que seguirá el recorrido que hará en el futuro la L2, y la actual línea 150 pasará a llamarse Montjuïc Bus. El salto de escala se producirá con la llegada del metro, que parará en Inefc y en el MNAC.

Precisamente el MNAC será uno de los protagonistas de otro de los polos de transformación de Montjuïc: el entorno de la Plaza Espanya, que pasará a ser una plaza real en la que se podrá pasear hasta la fuente central, en una imagen muy lejana a la configuración actual, que da prioridad a la movilidad privada: “Ahora es una rotonda con una fuente, y queremos que religue los barrios del entorno y generar una conectividad a pie”, manteniendo carriles de circulación. La transformación, con un presupuesto de 10 millones de euros, se realizará cuando finalicen las obras de la L8, algo que está previsto para 2029.
El peatón también se convertirá en el protagonista de la Avenida Maria Cristina, en la que pasará a ocupar su calzada central. Los equipamientos que se extienden a lo largo del paso también se renovarán, con otra novedad: el Palau d’Esports, en desuso desde 2008, se recuperará para darle un nuevo uso centrado en el deporte.

Mientras que el cercano palacio Victòria Eugènia se destinará a la ampliación del MNAC, los equipamientos más próximos a la Plaza Espanya se centrarán en los usos más vecinales: el Pabellón 2 será un polideportivo municipal, y se crearán tres nuevas manzanas con 500 viviendas protegidas, escuelas y un centro de atención primaria. Estas actuaciones, que se desarrollarán hasta 2035, tendrán un presupuesto global de 460 millones de euros.
La renovación del recinto ferial de Montjuïc y del Anillo Olímpico tienen 2029 como objetivo temporal, coincidiendo con el centenario de la Exposición Internacional de 1929, que la ciudad conmemorará con “un evento internacional” que implique al conjunto de la ciudad y que todavía está por detallar, según Collboni.
Los 500 nuevos pisos del Poble-sec no serán los únicos que se levanten en el entorno de Montjuïc: la Marina del Prat Vermell ganará más de 12.000 nuevas viviendas, con la mitad de ellas de protección. Con una inversión prevista de 383 millones de euros, el barrio crecerá a la vez que se transformará el Morrot para mejorar su conectividad con el resto de la ciudad.
Esta transformación se llevará a cabo en dos fases, con una primera liderada por el Port de Barcelona, que finalizará en 2027 con 10 millones de euros y permitirá ganar un nuevo vial a la altura del puerto para el transporte público, los peatones y bicicletas. De cara a 2035, se prevé ampliar la ronda Litoral en la cota puerto y transformar el actual vial de la ronda en un paseo para peatones, transporte público y bicicletas, en una actuación que dependerá del Gobierno central, con 98 millones de euros.

Además, el Paseo de la Zona Franca se transformará con 21 millones de euros, el Paral·lel se dinamizará con equipamientos en sus Tres Xemeneies con otros 24 millones, y los jardines históricos de Montjuïs se renovarán con 8,8 millones más. Todas estas actuaciones completarán la “tercera gran transformación de Montjuïc”, después de la Exposición Internacional de 1929 y los Juegos Olímpicos de 1992.
Precisamente la mejora y conversión de la zona estará avanzando cuanto otro gran evento la cruce en 2026: el Tour de France, que arrancará en Barcelona. “Montjuïc fue uno de los atractivos que el Tour defendió como criterio para venir a Barcelona”, ha asegurado el alcalde. En un debate con periodistas aún sobre grandes eventos, Collboni ha defendido también que la ciudad acogiera la Copa del América, ya que ha acelerado inversiones con la “excusa” de la competición, como la apertura de espacios portuarios a la ciudadanía y el impulso de la economía azul.