Barcelona se prepara para acoger el inicio de la competición de ciclismo más importante del mundo. Por primera vez, la capital catalana acogerá la salida del Tour de Francia en 2026, que se iniciará el 4 de julio en el Fòrum con una etapa de casi 20 kilómetros que recorrerá lugares emblemáticos como la Sagrada Família o la Casa Batlló, y que finalizará en Montjuïc. Las siguientes dos etapas, el 5 y 6 de julio, partirán de las ciudades de Tarragona, para culminar de nuevo en la montaña de Montjuïc, y desde Granollers, desde donde saldrá hacia tierras francesas.
La ciudad llevaba más de una década negociando ser el punto de partida de la carrera, que ha pasado tres veces por la capital catalana, pero desde la cual nunca se había dado el pistoletazo de salida. La última vez que la competición pisó Barcelona fue hace 16 años, en 2009, y la anterior fue en 1965.
“Barcelona ama a la bicicleta, y acoger la salida del Tour de Francia es la culminación de un sueño”, ha remarcado el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, durante la presentación de los detalles de la vuelta francesa por Barcelona, en un acto al que también han asistido el presidente de la Generalitat, Salvador Illa; el director general del Tour de Francia, Christian Prudhomme, así como figuras destacadas del mundo del ciclismo, como Miguel Induráin o Carlos Sastre.
En la primera etapa del tour, los ciclistas pedalearán en una contrarreloj por equipos de casi 20 kilómetros, que saldrá desde el Fòrum para recorrer el litoral barcelonés hacia el Port Olímpic. Los más de 150 ciclistas también pasarán por espacios emblemáticos de la ciudad, antes de enfrentarse a los kilómetros más exigentes, con dos subidas sucesivas hasta el Estadi Olímpic de Montjuïc.
La segunda etapa de la competición, con un recorrido de 178 kilómetros, se iniciará en Tarragona el 5 de julio, y seguirá el litoral de la Costa Dorada por ciudades como El Vendrell, Vilanova y Sitges. La etapa subirá de nivel a partir de su ecuador, a la altura de Viladecans, donde los ciclistas se adentrarán en las montañas de Ordal y Collserola en dirección, de nuevo, hacia Montjuïc. Será ahí donde los competidores volverán a enfrentarse a tres subidas sucesivas, con un final prácticamente idéntico al del día anterior.
“Hay muchísimos recorridos posibles en esta zona, y creemos haber escogido el más duro”, ha enfatizado Thierry Gouvenou, el responsable del trazado. De la tercera etapa solo se ha dado a conocer que saldrá desde Granollers para adentrase ya en terriorio francés, hacia un destino todavía por confirmar.

Con el Gran Départ, Barcelona aspira a convertirse en la capital mundial del ciclismo, no solo por ser un espacio imprescindible de la Volta Ciclista de Catalunya año tras año, sino por los cada vez más numerosos eventos deportivos internacionales que acoge la capital catalana. Hace dos veranos acogió la salida de la Vuelta Ciclista de España, más de 60 años después de la primera y única vez que había acogido su inicio, en 1962, y este año también dará el pistoletazo de salida de la Vuelta Femenina.
“Las colinas, el mar, el prestigio de la ciudad, además de ser el lugar que ha acogido grandes eventos como los Juegos Olímpicos, la Copa Mundial de Fútbol o la Copa del América, son elementos que hacen de Barcelona una ciudad privilegiada”, ha destacado el director general del Tour de Francia. Después de Bilbao en 2023, Florencia 2024 y de la salida desde su país natal en la edición de este año, Barcelona ya se prepara para acoger a los 150 ciclistas que pisarán su asfalto en 2026.
