“El talento es la materia prima básica para las ciudades del futuro“. Esta afirmación realizada en las jornadas del Cercle d’Economia por el economista y arquitecto urbanista Alfonso Vegara, presidente de la Fundación Metrópoli, marca el camino que debe seguir Barcelona para salir reforzada de esta crisis y tomar la delantera en un nuevo contexto global de ciudades en competición donde cobran más importancia que nunca aspectos como la calidad de vida, la sostenibilidad y la equidad social.
Para la presidenta de Barcelona Global, Aurora Catá, ahora ya no es el capital quien atrae el talento, sino que el capital va ahí donde el talento se establece. “Hoy el talento es muy líquido y por eso la competencia global está centrada en ser atractivos como ciudad para las personas, que deciden cada vez más dónde quieren vivir, crear, trabajar o invertir“, asegura Catá. Según la directiva, la asociación que preside se ha marcado el objetivo de que “Barcelona se convierta en la ciudad del talento” y lo cree perfectamente posible porque siempre “ha sido una ciudad emprendedora y hecha a sí misma”.
Catá considera que uno de los grandes activos de la capital catalana básicos para la atracción de talento es su potente oferta de educación superior, es decir, la red de universidades públicas y privadas y escuelas de negocio de prestigio internacional. En su opinión, el potencial de este tesoro que ya tenemos “se está aprovechando poco” por una cuestión puramente administrativa, por lo que Barcelona Global trabaja para poder introducir reformas en la próxima ley del sistema universitario orientadas a maximizar ese potencial de atracción.
“Hoy el talento es muy líquido y por eso la competencia global está centrada en ser atractivos como ciudad para las personas, que deciden cada vez más dónde quieren vivir, crear, trabajar o invertir”, Aurora Catá
Para lograr los objetivos fijados y avanzar en la dirección correcta hace falta mucho optimismo y otra condición indispensable: “Necesitamos ambición y ganas de hacerlo“, según apunta Pere Navarro, delegado especial del Estado en el Consorci de la Zona Franca (CZFB), que ve perfectamente posible “crear un gran polo de atracción a nivel europeo y mundial” con proyectos como el DFactory, orientado a desarrollar la industria 4.0. “Estamos muy bien situados, tenemos todos los ingredientes para ser un líder mundial en muchas cosas”, considera Navarro, convencido de que “Barcelona puede ser como una ciudad del renacimiento, potente en muchos temas“.
Para el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, Barcelona “tiene un futuro brillante”, pero es necesario “un cambio de actitud” y “volver a creer más en nosotros mismos“. “Debemos ser más conscientes de los activos de ciudad que tenemos para competir, pero soy optimista”, subraya. También pide cambios el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, que considera que para lograr este éxito de ciudad es imprescindible ofrecer al mundo “una imagen menos antipática”. “Tenemos muchas posibilidades, pero lo primero que hay que hacer es dar carpetazo a la imagen de antipatía de Barcelona. Hay que acabar con el ‘no’ de entrada que damos a todos los proyectos y ofrecer una imagen positiva, amable, dialogante y cosmopolita que ponga a Barcelona en el centro del mundo“, en referencia a iniciativas como el Hermitage o la ampliación del aeropuerto.
Collboni se mostró partidario de ambos proyectos, pero también de otros que considera estratégicos como la construcción de un nuevo Hospital Clínic, la ampliación de Fira de Barcelona, la transformación del edificio de Correos en un hub de innovación o la candidatura de los JJOO de invierno. “Tenemos más de 22 proyectos estratégicos para relanzar la economía de la ciudad y su posicionamiento global. Tenemos un plan, tenemos proyectos y tenemos y un presupuesto para hacerlo”, remarcó.
Tras escucharles, Alfonso Vegara constató que “Barcelona tiene un enorme potencial” por sus “singularidades únicas”. “Es necesario tener un proyecto de ciudad, pero no todas las ciudades lo tienen”, reflexionó, tras indicar otra recomendación que considera vital: “este proyecto de ciudad no debe abarcar estrictamente el término municipal, sino un radio de 45 minutos” que delimita “el espacio funcional de referencia de las personas, es decir, el espacio donde viven, trabajan y realizan sus actividades de ocio”. Se trata, en definitiva, de impulsar el concepto de la gran Barcelona o de la denominada región metropolitana, un área que comprende a 4,5 millones de habitantes.
“Lo primero que hay que hacer es dar carpetazo a la imagen de antipatía de Barcelona”, Josep Sánchez Llibre
Todos los ponentes consideraron acertada esa visión metropolitana, pero evidenciaron carencias en materia de infraestructuras o dificultades para vencer ciertas “resistencias políticas”. La lista de problemas pendientes, sin embargo, es mucho más larga…. Catá reclamó menos burocracia y apostar por una “fiscalidad inteligente”, demandas que también expuso Sánchez Llibre quien exigió, además, que se creen las condiciones para el regreso de las sedes de las empresas que trasladaron su domicilio social fuera de Catalunya. “Debemos buscar las máximas complicidades para lograr que las empresas vuelvan, una Barcelona de cinco millones de habitantes necesita grandes empresas. Estoy convencido de que van a volver“, aseveró el líder patronal.