Jordi Mercader,
Jordi Mercader, presidente de honor de Miquel y Costas. ©Marc Llibre

La libertad de Jordi Mercader: “Di que no”

El presidente de honor de Miquel y Costas alerta de “la necesidad de un cambio revolucionario en la Administración pública” para no complicar la vida a las empresas y a los ciudadanos en una nueva sesión del ciclo 'True Leaders' organizado por 'The New Barcelona Post' y EY

Aprender a decir que no, el sueño de la joven libertad y el esfuerzo constante por tomar siempre la mejor decisión. Estas son tres de las reflexiones compartidas con el presidente de honor de Miquel y Costas, Jordi Mercader Miró, en una nueva sesión del ciclo True Leaders organizado por The New Barcelona Post y EY para conocer de primera mano los diferentes líderes empresariales y sus casos de éxito en un entorno exclusivo con treinta presidentes, CEOs y directores financieros. “Liderazgo es poder ejercer tus convicciones, desde la independencia, y tener una libertad personal significativa”, ha empezado.

Jordi Mercader nació en 1943 en Portbou, es ingeniero industrial y máster por IESE de donde también es profesor. Su primero driver fue “comprar la libertad desde muy joven”. ¿Y qué quiere decir exactamente esto de comprar la libertad? Él tiene muy claro: “Ahorrar para poder decir que no cuando algo no responde a tus expectativas”. Parece fácil, pero no lo es y en su caso tuvo consecuencias tan importantes como no tener trabajo. “La primera condición para ejercer el liderazgo es la libertad y hay que tener capacidad para aceptar retos difíciles con riesgo. Es más fácil tener la capacidad de mandar en situaciones de riesgo que en situaciones confortables”, reivindica.

Así pues, el presidente de honor de Miquel y Costas recuerda haber dicho que no en múltiples ocasiones como, por ejemplo, cuando dejó KIO y prefirió no ser apoderado de Banca Catalana. A la vez, también explica que aceptó vivir en Madrid para dirigir la empresa Bazán dedicada a los barcos de guerra, pese a que cobraba menos sueldo. Aprendió durante aquella época en Bazán la importancia de un liderazgo donde todo el mundo está dispuesto a tirar del carro, “hacer que la gente se lo crea” y conseguir los objetivos fijados como el famoso portaaviones, reducir la plantilla u obtener resultados positivos.

Del INI al año sabático

Jordi Mercader también fue presidente del Antiguo Instituto Nacional de Industria (INI) entre 1988 y 1990, coincidiendo con el gobierno de Felipe González. “Después del éxito de Bazán me ofrecieron el reto espectacular de presidir el INI que era la empresa más grande de Europa con 300.000 trabajadores y grandes filiales como Iberia, Pegaso o Hunosa. No podía cobrar más que el presidente del Gobierno y volví a bajarme el sueldo”, recuerda. De hecho, su sueldo era decisión de Josep Borrell. Fue entonces capaz de improvisar un liderazgo donde de nuevo tenía que lograr el máximo compromiso del equipo, a la vez que el INI tenía que empezar a ganar dinero, “mucho” dinero por primera vez en su historia. “Cada mañana había un problema nuevo y te acostumbras a priorizar y gestionar la complejidad. Como con los platillos chinos”, añade.

Llega entonces un momento importante en la vida de Jordi Mercader cuando finaliza su etapa en el INI y tiene muy claro que no quiere continuar ni en política ni en el sector público. Vuelve a Barcelona y decide hacer un año sabático para “comprar la libertad”, puesto que no encuentra trabajo y tampoco recibe ninguna propuesta laboral. “Si te ofrecen cosas, en realidad también te ofrecen problemas…”, bromea con la perspectiva del tiempo. En 1991 recibe bastantes ofertas y decide primero aceptarlas todas y gestionarlas a posteriori. En este sentido, reflexiona que “tienes que ser consciente del reto que aceptas y creer que lo podrás sacar adelante porque, si no, es como hacerse trampas a uno mismo”.

Jordi Mercader
Jordi Mercader ha sido el cuarto invitado del ciclo True Leaders. ©Marc Llibre

Miquel y Costas se encontraba en 1991 en suspensión de pagos e incorporó en su accionariado a Vista Capital que era una sociedad de capital riesgo impulsada por Banco Santander. Le propusieron a Jordi Mercader hacer una aportación y comprar el 6% del capital a dos años vista y convertirse así en un emprendedor que se jugaba el prestigio y los recursos. La reflexión no se hace esperar: “Hay que diferenciar entre ser un profesional significativo con más o menos suerte y ser un emprendedor. La dualidad de trabajar para los demás o para ti, como responsable que garantiza la continuidad del proyecto”.

Mercader: “Tienes que bajar a la trinchera y no quedarte solo en los despachos”

Justo antes de empezar el coloquio, Jordi Mercader profundiza en el factor “esencial” del tiempo, que hay que gestionar bien y sin prisas, y en la importancia de “bajar a la trinchera y no quedarte solo en los despachos”. Arremangarse, tocar el césped y meterse en el barro, tal como se dice en el mundo del deporte.

El relevo (de padre a hijo)

Desde el pasado mes de junio, Jordi Mercader Miró es presidente de honor de Miquel y Costas dónde ha ejercido de presidente ejecutivo durante 32 años. Más de tres décadas, concretamente, desde noviembre de 1991, de aquella Barcelona todavía preolímpica. No hace ni medio año que le ha cedido el testigo presidencial del grupo líder en fabricación de papeles especiales a su hijo Jordi Mercader Barata.

Tal como dice el presidente de honor de Borges, Antoni Pont, “la familia es una de las pocas verdades de este mundo”. Entramos hasta el fondo del relevo generacional y la cuestión familiar. Jordi Mercader Miró explica que hace dos años y medio que empezó a pensar en dejar la presidencia de Miquel y Costas a su hijo, pero que una decisión así hay que tomarla con tiempo y prefirió no decirselo a nadie. Una decisión que se prolongó un año más de lo previsto a causa de la pandemia.

Víctor Costa y Jordi Mercader durante la entrevista, en el auditorio de EY en Barcelona. ©Marc Llibre

¿Y qué hace ahora que es presidente de honor? “No enredar; en verdad, no hay ningún proyecto de continuidad familiar”, espeta. Es decir, no ir al comité de dirección o llamar a algún responsable de la empresa. Ahora mismo se dedica sobre todo al consejo y a la fundación y pide tener la misma información y los mismos datos que maneja el presidente al menos una vez al trimestre para no perder conocimiento. “En este proceso hay que ser muy claro, no puede haber en ningún caso la sombra de Rebeca —inspirada en la novela de Daphne Maurieur y la película de Alfred Hitchcock—, la separación tiene que ser completa. A pesar de que cuesta mucho, es lo que toca”, admite. A pesar de ser lo que toca, añadiría yo, también es verdad que no todo el mundo sabe hacerlo.

El éxito de tres siglos de historia

Miquel y Costas es una compañía con tres siglos de historia y todo tipo de hitos destacados en su crecimiento como, por ejemplo, la Papelera Barcelona, la entrada en el capital de Celsa, la incorporación de Payá Miralles, el inicio de la cotización en la Bolsa de Barcelona, la constitución de la filial argentina, la creación de MB Papeles Especiales, la entrada de fondos internacionales o la adquisición de Clariana, entre otros. ¿Cómo se ha decidido la estrategia de internacionalización, de adquisiciones o de líneas de negocio?

Jordi Mercader responde que “los accionistas son las mismas familias de siempre, excepto yo, que soy nuevo”. Detalla también que durante la crisis de 1991 nadie se aprovechó de la situación a expensas de los socios históricos o que la tecnología y el conocimiento han sido “claves” en cada época de la compañía. Tanto la reflexión sobre el tamaño como la reforma de la administración —que trataremos más adelante— merecen un capítulo aparte: “No creo en el tamaño. No creo que para ser competitivo tengas que ser una gran empresa. Nuestros competidores son diez veces más grandes, pero no ganan más que nosotros y alguno incluso tendrá que cerrar. El tamaño es una decisión estratégica. Buscamos nichos de mercado que no sean muy grandes ni tengan mucha capacidad de crecimiento. El tamaño no es esencial, lo esencial es encontrar el segmento de mercado que te permita ser diferencial. Es una mentalidad diferente y tienes que escoger estratégicamente donde quieres estar”.

Mercader: “No creo en el tamaño. No creo que para ser competitivo tengas que ser una gran empresa. El tamaño es una decisión estratégica y el control de gestión te pone rojo”

En este sentido, el presidente de honor de Miquel y Costas alerta que a veces se cometen errores que hacen que “el crecimiento sea más lento” y reivindica la importancia de tener “un muy buen control de gestión: saber dónde ganas y dónde pierdes, sin medias tintas que esconden cosas malas”. “El control de gestión te pone rojo”, añade entre risas del público. El producto estrella de Miquel y Costas es el papel de tabaco, pero dentro de su cartera también hay productos industriales de automoción, alimentación, perfumería o peluquería, así como libros religiosos, prospectos farmacéuticos o papeletas electorales, entre otros.

Las preguntas de los consejeros

Jordi Mercader se autodefine como un gran convencido de la gobernanza, la sostenibilidad y la innovación mucho antes que los tres conceptos se pusieran de moda. Tanto es así que defiende la sostenibilidad como “fuente de competitividad significativa en todos los sentidos” y lo ejemplifica con la reducción de consumos, que “es una obsesión”, la intensidad de energía que se consume por unidad de producto, el consumo de agua o la reducción de las mermas, entre otros. También es popularmente sabido que hay que ser transparente y que “los consejeros tienen la afición de preguntar lo que no va bien, pero no se dirige una compañía desde el consejo de administración”. El público vuelve a reír.

El veterano directivo es también presidente de la Fundación Gala-Salvador Dalí. ©Marc Llibre

La trayectoria de Jordi Mercader no está solo ligada a Miquel y Costas, sino que ha tenido y tiene una fuerte presencia dentro del mundo empresarial y la sociedad civil. En su currículum figuran también la presidencia de la Sociedad general de Aigües de Barcelona o Adeslas, la vicepresidencia de la Caixa d’Estalvis i Pensions de Barcelona, Repsol o VidaCaixa. También ha sido consejero de Ferrocarrils, Iberia, Abertis, Colonial o CaixaBank, a la vez que vicepresidente del Círculo de Economía, presidente del Institut Cerdà o patrón del Consorci Parc de Salut Mar, entre otros.

Actualmente, es presidente de la Fundación Gala-Salvador Dalí, presidente de la Fundación Miquel y Costas & Miquel, vicepresidente del Institut Cerdà, patrón de la Fundación Pasqual Maragall, patrón de la Fundación Princesa de Girona o miembro del consejo de honor de la Fundación Círculo de Economía.

Las preguntas del público

Llega el turno de preguntas del público empresarial y como siempre, el nivel está a la altura del ponente.

Para no alargarme demasiado más, comparto un resumen esquemático de los grandes hits:

El optimismo: “Catalunya tiene un sentido emprendedor muy importante. Hay nuevas empresas significativas que son muy competitivas y están muy internacionalizadas. Soy muy optimista.”

La crítica: “Tenemos que salir del algoritmo político y hace falta una administración más eficiente y más rápida que no te complique la vida”.

La reforma de la Administración: “Hace falta una Administración que sea potente, ágil y de calidad. Hay que dar estabilidad y no cambiar toda la estructura administrativa cada vez que hay un cambio de Gobierno. Soy un defensor radical del cambio revolucionario de la Administración pública. Tiene que haber un clamor y necesitamos una administración que funcione. La intervención del Estado tiene que ser muy competente porque si no genera problemas y corrupción”.

La filosofía emprendedora: “Los emprendedores tienen una gran capacidad para administrar bien su cuenta de explotación, pero viven muy alejados del balance, que es lo que más les cuesta. La gente es poco consciente sobre qué quiere decir tener un apalancamiento importante”.

-El consejo: “Si queremos resolver problemas de país tenemos que identificar dónde no se hace bien”.

Antes de acabar esta crónica sobre esta nueva sesión de True Leaders, dejadme solo añadir que durante la reunión que mantuvimos con Jordi Mercader Miró en la sede de Miquel y Costas de Barcelona para preparar la conversación hablamos de oportunidades y responsabilidades, de notoriedad pública, de la organización de la vida profesional y de la implicación con la sociedad civil. Acabemos cómo hemos empezado con el aprendizaje de decir que no, el sueño ya comprado de la joven libertad y el esfuerzo constante para tomar siempre la mejor decisión.

Tal como decía Dalí inspirado por Gala: “El trabajo consiste en una ejecución meticulosa de los sueños”.

Sergi Saborit, director de The New Barcelona Post; el periodista Víctor Costa; Jordi Mercader, presidente de Miquel y Costas; Joan Tubau, socio de EY; y Guillem Carol, editor de The New Barcelona Post.
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