Las paradas de pesca salada son un clásico de todos los mercados municipales de Barcelona. Una empresa, Copesco, está estrechamente ligada al aprovisionamiento de bacalao a la ciudad, ya que remonta sus orígenes al año 1853. Fue fundada por José Daurella, un empresario pionero en la importación de bacalao procedente de las frías aguas de Noruega, Islandia, Groenlandia y las Islas Feroe. Este negocio fue el punto de partida para crear uno de los conglomerados empresariales más importantes de Catalunya, el grupo Cobega, que fue el introductor de Coca-Cola en el mercado español.
El éxito de José Daurella con el bacalao llevó a sus descendientes, encabezados por Santiago Daurella, a diversificar el negocio familiar hacia la producción de gaseosas, hasta convertirse en 1951 en la primera empresa licenciataria de Coca-Cola en España. Hoy, la familia Daurella, liderada por Sol Daurella, es el principal accionista de Coca-Cola European Partners, la mayor embotelladora de la marca americana, con presencia en toda Europa Occidental.
Con sede central en Esplugues de Llobregat, Cobega también controla las concesiones de Coca-Cola en una docena de países de África y es la propietaria del 50% de Cacaolat y de toda la red de tiendas que Nespresso tiene en el mercado español. Otro de sus negocios, mucho menos conocido, es Daufood, la empresa que tiene la masterfranquicia de la cadena Domino s Pizza en Portugal, Austria, Eslovaquia, República Checa y Hungría. Recientemente, Daufood ha ampliado su presencia en la Europa más oriental en adquirir la masterfranquicia de Domino’s en Grecia.
Aunque Copesco no forma parte de Cobega, siempre ha sido propiedad de la familia Daurella, pero no de toda la familia, sino de una parte: de Sol Daurella y de una de sus primas, Carmen Daurella. En 1994, Copesco, líder en bacalao, se fusionó con Sefrisa, una empresa productora de salmón ahumado que había nacido en 1970. La marca más conocida del grupo Copesco & Sefrisa es Royal, presente en todas las cadenas de supermercados, donde es líder en la venta de salmón ahumado de marca, con una cuota de mercado del 9%. Hay que tener en cuenta que en esta categoría, las marcas blancas de los supermercados tienen un peso muy importante.
Copesco & Sefrisa opera también a través de la marca Summumm, dirigida al segmento más alto del mercado y de venta en tiendas gourmet. En total, la empresa facturó 46 millones de euros en el año 2019 y obtuvo un beneficio de 1,45 millones. Su centro de producción está ubicado en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona), donde trabajan entre 150 y 200 personas, en función de la época del año, ya que se trata de un negocio con estacionalidad.
Esta semana quedará marcada en la historia de la compañía por un hecho de gran relevancia: la empresa ha sido vendida al grupo vasco Angulas Aguinaga, fabricante de productos tan conocidos como La Gula del Norte y las barritas de surimi Krissia. Después de más de un siglo y medio de historia en manos de una misma familia, Copesco & Sefrisa inicia una nueva etapa y pasa a formar parte de un proyecto empresarial que tiene sobre la mesa un importante plan de crecimiento estimulado por el capital riesgo. Y es que Angulas Aguinaga está controlada por PAI Partners, uno de los fondos de inversión más importantes de Europa.
Con músculo financiero de PAI Partners
PAI compró el 50,1% de de Angulas Aguinaga el pasado mes de noviembre de 2020 a otro gestora de capital riesgo, Portobello Capital, que, junto con la familia fundadora, controlan el otro 49,9% del accionariado. El objetivo de PAI es hacer de Aguinaga un líder del sector de la alimentación basándose en productos del mar y en platos preparados, donde también opera con la marca Aguinamar. La adquisición de empresas del mismo sector que le permitan diversificarse —proceso de build up, según la jerga del capital riesgo— es una de las patas centrales del plan estratégico de crecimiento de Angulas Aguinaga, que prevé duplicar su facturación en los próximos cinco años, hasta alcanzar los 450 millones en 2025. La compra de Copesco & Sefrisa no es la primera que realiza la compañía; también creció el año pasado con la incorporación de la italiana Riunione. El plan de expansión prevé diversificarse en otras categorías fuera de la pescadería y acelerar en la internacionalización, con el foco en Italia y Francia.
Angulas Aguinaga es cinco veces mayor que Copesco & Sefrisa, ya que cerró el ejercicio de 2019 con una facturación de 220 millones de euros. Existe una complementariedad perfecta entre las dos empresas porque el grupo vasco hasta ahora no operaba en el negocio del salmón ahumado o el bacalao desalado. “Acabamos de cerrar una operación corporativa preciosa; estamos muy contentos e ilusionados porque tenemos por delante un proyecto de crecimiento muy importante que implica potenciar la marca, sumar esfuerzos y llegar más lejos“, explica al The New Barcelona Post Juan Ignacio Monfort, director general de Copesco & Sefrisa.
El ejecutivo, que hace 21 años que trabaja en la empresa, seguirá ocupando el cargo en esta nueva etapa y se muestra convencido de que la transacción será muy beneficiosa para la fábrica de Sant Esteve Sesrovires. “Hemos duplicado ventas en los últimos nueve años y aún tenemos mucho potencial para crecer y dar un nuevo impulso a la planta”, afirma Monfort, que destaca la “fuerte vocación marquista y la apuesta por los productos de calidad” que tienen tanto Copesco & Sefrisa como Aguinaga.
Por su parte, el consejero delegado de Angulas Aguinaga, Ignacio Muñoz Calvo, destaca que “esta compra es un paso muy importante” porque les otorga “una posición de liderazgo en dos categorías clave como son el salmón y el bacalao”.