Rosa Cañadas, con “ambición y valentía por el cambio”, y Jaume Guardiola, con “mirada larga y acercándose a la sociedad” han pedido el voto de los 1.200 socios del Cercle d’Economia para erigirse con la presidencia de la entidad, a una semana de la celebración de las elecciones; las primeras que se llevan a cabo en 64 años.
Ambos candidatos han mantenido este miércoles un debate abierto, en la sede del propio Cercle d’Economia, sin esconder Guardiola “el cansancio de un período electoral demasiado largo, de dos meses” y Cañadas atribuyéndose “la democratización y revitalización de la entidad por haber provocado las elecciones al presentar su propuesta”.
Guardiola, que admite liderar la candidatura “continuista”, con una junta y un programa renovador pero conservador del legado de la entidad, quiere conseguir una mayor participación de los socios en la generación de pensamiento y “conducir la entidad hacia donde se encuentra la sociedad”. Cañadas, que se atribuye el espíritu renovador y la transversalidad, persigue que la entidad tenga un papel preponderante en Europa, recuperar sus valores fundacionales “que se han diluido” y rejuvenecerla.
Con puntos de vista dispares sobre qué es hoy día el Cercle d’Economia y sobre cuáles deben ser sus propósitos a corto y medio plazo, Cañadas y Guardiola han coincidido en pocos aspectos. El principal, devolver la voz al socio. ¿Cómo hacerlo?, eso ya es otra cosa. Guardiola apuesta por crear una especie de clústeres de sabiduría en los que los socios, agrupados por temáticas o territorios, contribuyan desde su conocimiento a estructurar el pensamiento de la entidad, “con rigor”, señaló.
Para Cañadas, la voz del asociado debe venir del debate, estableciendo unos mecanismos para que exponga sus pensamientos y reflexiones, “alguna de las cuales ya las hemos incorporado a nuestro programa”, dijo. La presidenta de la Fundación Tanja, que ya ha sido miembro de la junta del Cercle en tres mandatos anteriores, determina que uno de estos mecanismos debería ser la reunión anual de la entidad; unas jornadas que devolvería a su emplazamiento anterior, Sitges.
Sitges debería recuperarse y convertirse en lo que había sido, un espacio de debate y reflexión del socio, “que no se sienta como un simple espectador”, situación que la celebración en Barcelona no permite, según Cañadas. Sin embargo, apuesta en su programa por la doble convocatoria: un evento coyuntural en Barcelona, y la jornada anual de debate y reflexión, en Sitges.
Por el contrario, el exconsejero delegado de Banco Sabadell y miembro de la junta saliente cree que trasladar el encuentro anual a Barcelona fue “un paso natural” y que la ciudad da más proyección al evento. En este sentido, ha puesto como ejemplo de la influencia del Cercle la visita de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que viajó en mayo a Barcelona para entregar sus premios, y ha asegurado que esto contribuyó a hacer posible el encuentro del pasado jueves del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el vicepresidente de la CE, Margaritis Schinas.
Sin embargo, Guardiola también ve “cosas a mejorar, sin duda, en el evento convocado en la ciudad” y apunta a la incorporación de las nuevas tecnologías para hacer más partícipe al socio.
La visión de Barcelona
Sobre el papel de la capital catalana también opinan de distinta forma los dos candidatos, que se enfrentarán a las elecciones el próximo 12 de julio. Para Cañadas, Barcelona debe dejar de empeñarse en la cocapitalidad con Madrid —“que de nada sirve”, dijo– para pensar más allá, en el liderazgo en el Mediterráneo.
Una idea que en modo alguno comparte Guardiola porque “costaría encajar la ciudad en un área como el mediterráneo que recoge experiencias y situaciones muy diversas del abanico de países que la conforman”, e hizo mención a todos los territorios con costa en el Mediterráneo. “Una clase de geografía”, según le largó Cañadas, dando a entender que sobraba.
Para el ex financiero, Barcelona debe ser una urbe metropolitana que compita en igualdad de condiciones con ciudades de Europa y de otros destinos del mundo en los temas de presente y de futuro, como son la tecnología, la reindustrialización, la digitalización…. insistió. De forma distendida durante todo el debate, el candidato —un poco obsesionado con el cronometraje de las respectivas intervenciones— dijo que ahora “es el momento, la oportunidad de crear un clima y un ecosistema” para el futuro de la ciudad.
Encaje de Catalunya
Ambos candidatos han insistido en la necesidad de contribuir a resolver el conflicto territorial y mejorar el encaje de Catalunya en España. Ambos criticaron el centralismo del Estado. Pero Guardiola ha abogado también por “un mecanismo de consulta” para canalizar las aspiraciones políticas de Catalunya, previa reflexión sobre la Constitución y el modelo de financiación, convencido de que “hay un espacio” para ello.
Cañadas, por su parte, ha apostado por “buscar complicidades con otras comunidades autónomas” para luchar contra la “visión más radial” de España y ha defendido un nuevo pacto fiscal en línea con las recomendaciones del CAREC.