mirador nueva rambla La nueva Rambla del Rompeolas y su flamante Edificio Mirador culminan el desarrollo del área de la Nova Bocana del Port de Barcelona
Nueva rambla del Rompeolas. © Pep Segales/Marina Vela Barcelona

El Port culmina la transformación de la Nova Bocana con una nueva rambla

El paseo parte del entorno del Hotel W y está coronado por un mirador y un edificio que albergará restaurantes que estarán operativos en los próximos meses. El espacio se suma a las transformaciones aceleradas por la Copa América y a los nuevos accesos viarios y ferroviarios, previstos para 2030.

Los barceloneses han ganado un nuevo espacio público que les acerca al mar y a la realidad portuaria. La nueva Rambla del Rompeolas y su flamante Edificio Mirador culminan el desarrollo del área de la Nova Bocana del Port de Barcelona, dos décadas después de que se abriera esta boca norte del recinto. 

El nuevo espacio público ganado en las instalaciones portuarias del área de la Nova Bocana da una perspectiva visual nueva para los barceloneses que no se han adentrado al mar y no han visto la capital catalana desde las olas. Discurriendo por el nuevo paseo, se observa a un lado el vaivén de las embarcaciones amarradas y, en el otro, naves de reparación de barcos. Al final de la rambla se atisba el Moll Adossat. Por la lengua de mar entre el nuevo mirador y el muelle circulan navíos que entran al puerto, entre ellos las incombustibles Golondrinas. 

La nueva rambla ocupa el espacio del antiguo dique conocido como Rompeolas y ofrece al paseante diversos elementos que explican la historia del espacio y su importancia para la ciudad a través de paneles expositivos. Las obras para crear el paseo, de unos 700 metros, y el nuevo edificio empezaron en verano del año pasado. Ambas actuaciones han tenido un coste de cinco millones de euros, invertidos por Marina Vela, la concesionaria de este entorno.

El Edificio Mirador albergará varias propuestas gastronómicas. En la planta baja, tendrá una cantina dirigida a trabajadores de la marina y empleados de los barcos. En el piso superior se ubicará un bar y habrá un restaurante en la planta principal. Pretenden que este restaurante represente una propuesta icónica y de calidad pero accesible para el público en general. El inmueble está diseñado para resistir las inclemencias climatológicas, en un entorno en el que suele soplar viento, también en el lluvioso día en el que se ha inaugurado. 

Marina Vela está ultimando los detalles para cerrar el operador que explotará los establecimientos. Preferiblemente será un solo operador el que se encargue de las tres propuestas por facilidades logísticas, ya que el espacio cuenta con instalaciones comunes para almacenes y refrigeración. La previsión es que los establecimientos empiecen a operar en los próximos meses, y Marina Vela garantiza que estarán plenamente operativos cuando en agosto empiece la Copa América. El edificio será accesible al público cuando los restaurantes entren en funcionamiento. También abrirá entonces la terraza, que tendrá un 15% del espacio reservado para un servicio de bar, mientras que el resto será de uso público.  

El presidente del Port de Barcelona, Lluís Salvadó, ha destacado en la presentación del nuevo espacio que el puerto incorporó dentro de su planificación el desarrollo del área de la Nova Bocana hace 35 años. Durante estas décadas, el entorno ha experimentado importantes transformaciones, con la apertura del Hotel W en 2009; la finalización de las obras de la marina en 2018; la posterior apertura del paseo del Rompeolas, paralelo a la nueva rambla, y la creación del mirador en 2022, entre otras actuaciones. 

Nuevo edificio en la rambla del Rompeolas de Nueva Bocana
Nuevo edificio en la rambla del Rompeolas. © Pep Segales/Marina Vela Barcelona

Mirador de la Copa América

La apertura de este nuevo espacio “es importante para toda la ciudad, porque se abre al público un espacio icónico e único”, según el director general de Marina Vela, Alberto García. Ha resaltado que la nueva rambla se erigirá como un mirador privilegiado de la Copa América. Al margen de la competición, el espacio permitirá a los barceloneses “disfrutar de una forma única y nueva del Mediterráneo y de las infraestructuras portuarias”. Lo ha dicho en una visita en la que también ha participado el comisario del proceso de tematización de la nueva rambla, Joan Alemany. 

port de Barcelona
Directivos del Port de Barcelona y de Marina Vela con responsables de la construcción y tematización de los nuevos espacios, ante el Edificio Mirador.

Nuevos accesos, en 2030

La apertura de la nueva bocana se suma a las transformaciones que está experimentando el puerto, algunas de ellas aceleradas por la Copa América, especialmente en el Port Vell. A las transformaciones urbanísticas se suman también las de infraestructuras y es que la mejora de los accesos al puerto está más cerca. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana licitó el martes la redacción de los proyectos de construcción de los accesos tanto viarios como ferroviarios al sur al puerto, por 12,2 millones de euros. La elaboración de los documentos que definirá estos accesos durará unos tres años, con una primera fase de 24 meses y una segunda de 12. 

Sobre este asunto, Salvadó ha detallado que trabajan con la previsión de que los accesos viarios y ferroviarios estén operativos en 2030. Ha recordado que el proyecto se ha impulsado en otras ocasiones y finalmente se ha revertido, pero se ha mostrado convencido de que “esta vez será la definitiva”. Salvadó ha enfatizado que se trata de un proyecto histórico en el que el puerto lleva años trabajando.

A través de este proyecto, se prevé que se desarrollen nuevas infraestructuras tanto viarias como ferroviarias, con el objetivo de ampliar la conectividad entre el Corredor Mediterráneo y el puerto barcelonés. La redacción de los proyectos, licitada a través del Adif, definirá las obras a ejecutar y su proceso, y tendrá en cuenta actuaciones ferroviarias y viarias de futuro para asegurar su compatibilidad. 

David Pino, director del Port Vell; José Alberto Carbonell, director general del Port de Barcelona; Lluís Salvadó, presidente, y Alberto García, director general de Marina Vela.

Las infraestructuras ferroviarias incluirán dos túneles, que sumarán una longitud de 3,2 kilómetros. En concreto, uno será de 1,9 kilómetros y vía doble y conectará con la línea de L’Hospitalet-Can Tunis, y el otro será de 1,3 kilómetros y enlazará con la estación de Can Tunis. Los trabajos incluirán el desvío provisional de líneas de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) y su posterior reposición.

Uno de los principales condicionantes para estas actuaciones es la densidad y concentración de servicios de la Calle 6 de la Zona Franca

También se definirá el enlace con la Zona Franca y el polígono Pratenc. Uno de los principales condicionantes para estas actuaciones es la densidad y concentración de servicios de la Calle 6 de la Zona Franca, paralela al antiguo cauce del río Llobregat y en el que se ubica parte de Mercabarna, entre otras instalaciones. Además de esta actuación, Salvadó ha destacado que el consejo de administración de Adif también ha aprobado la creación de apartaderos en las vías que conectan Barcelona con Zaragoza. Con estos apartaderos, que permiten cargar y estacionar vagones, se posibilitará que puedan circular por las vías trenes de 750 metros, mayores que los de 450 metros que operan actualmente. Todo ello aumentará la competitividad del Port de Barcelona: “Cuanto más competitivo sea el transporte ferroviario, más camiones subirán al tren” y después a los barcos, para distribuirse desde Barcelona al mundo a través del Mediterráneo.