Caprabo cerró el pasado mes de enero su ejercicio fiscal con una facturación de 842 millones de euros, cifra que supone un crecimiento del 6,6% en relación a los 790 millones ingresados en 2019, cuando experimentó una caída del 13%. La cadena, que acaba de cambiar parcialmente de manos, cuenta con una red de 300 supermercados e inauguró una decena de nuevos puntos de venta durante 2020. La empresa suma más de 6.000 trabajadores.
De los 35 millones del capítulo de inversiones, unos quince millones se han destinado a las nuevas aperturas y al plan de transformación de sus supermercados, que ahora ya están reformados según el nuevo modelo de tienda de la marca en un 60%. Otros 20 millones se han invertido en la nueva plataforma logística de productos frescos estrenada en la ZAL del Puerto de Barcelona, donde la empresa también ha trasladado sus oficinas desde L’Hospitalet.
El grupo cooperativo de distribución Eroski anunció el pasado mes de marzo la venta del 50% de las acciones de Caprabo al grupo EP Corporate Group, propiedad del empresario checo Daniel Křetínský. Se han incluido en la operación los supermercados que Eroski posee en las Islas Baleares, que también pasan a estar controlados en un 50% por esta empresa inversora, presente en el capital de otras cadenas de supermercados europeas como Metro, Sainsbury y Casino.