Barcelona Wine Week cata
La primera edición de la BWW se celebró en febrero de 2020. ©TNBP

La Barcelona Wine Week coincidirá este año con Alimentaria

La organización pospone dos meses la feria vitivinícola como consecuencia de la sexta ola pandémica y, de forma excepcional, se celebrará en paralelo al gran salón del sector de la alimentación

La evolución de la pandemia ha obligado a Fira de Barcelona a tener que iniciar 2022 reprogramando de nuevo el calendario de sus eventos. El martes se anunció el aplazamiento de la feria de tecnología audiovisual Integrated Systems Europe (ISE), que en lugar de celebrarse a comienzos de febrero tendrá lugar entre el 10 y el 13 de mayo. Este jueves, la empresa Alimentaria Exhibitions, propiedad de la Fira, ha apostado por cambiar también las fechas de la Barcelona Wine Week (BWW) como consecuencia de la virulencia contagiosa de la variante Òmnicrom de la covid.

En encuentro vinícola estaba previsto para los días 7, 8 y 9 de febrero, pero se ha pospuesto dos meses y, si la crisis sanitaria no lo impide de nuevo, se celebrará entre el 4 y el 6 de abril. En esas mismas fechas tendrá lugar el Salón Alimentaria & Hostelco, que ocupará los pabellones del recinto de Gran Via, mientras que la BWW se desarrollará en los palacios feriales de Monjtuïc.

Hay que tener en cuenta que la Barcelona Wine Week podría considerarse una spin-off de Alimentaria, ya que es la heredera del antiguo Salón Intervin, que se celebró por última vez en 2018. De acuerdo con las empresas expositoras y con las organizaciones sectoriales, Alimentaria acordó dejar de organizar Intervin y lanzar una nueva feria con un formato mucho más innovador, concebida para celebrarse de forma totalmente independiente a Alimentaria y focalizada en erigirse como la mayor plataforma de promoción e internacionalización del vino español. El antiguo Salón Intervin había perdido fuelle en los últimos años y, además, su ubicación en el calendario ferial perjudicaba a los expositores, ya que muchos potenciales compradores preferían acudir a otras importantes ferias vinícolas que se celebran en Alemania, Francia o Italia.

Así, la Barcelona Wine Week nació la primera semana de febrero de 2020 —un mes y medio antes del primer confinamiento—  con la vocación de ocupar el primer lugar en el calendario internacional de eventos vitivinícolas.  A pesar de que hubo grandes bodegas que optaron por no participar, la feria se consideró un éxito, con 550 empresas y 40 denominaciones de origen representadas y cerca de 15.600 visitantes profesionales, un 13% procedentes de 54 países. La intención de la BWW es celebrarse cada año, a diferencia de Alimentaria, que tiene lugar cada dos.

En un comunicado, la BWW ha explicado que la simultaneidad con Alimentaria será “un hecho totalmente excepcional fruto del contexto actual”, por lo que la intención es volver a celebrar el evento de forma independiente en febrero de 2023. El objetivo es que en esta segunda edición participen más de 600 bodegas y se alcance la cifra de 20.000 profesionales.

“El posicionamiento claramente internacional ha condicionado el traslado de fechas, ya que nuestro principal objetivo es aumentar las oportunidades de negocio de las empresas expositoras, propiciándoles encuentros y ocasiones de contacto con compradores internacionales, distribuidores e importadores para incrementar sus exportaciones o facilitarles el acceso a nuevos mercados”, explica Javier Pagés, presidente del salón.

“Los viajes y las reuniones internacionales estarán más normalizadas en las nuevas fechas. Creemos que el contexto será más idóneo para preservar la propuesta de valor, garantizar el máximo retorno a las empresas participantes y asegurar la proyección de futuro que tiene el salón, como vimos en su exitosa primera edición”, apunta J. Antonio Valls, director general de Alimentaria Exhibitions, organizadora de la BWW.