La guerra no está afectando las previsiones de facturación de las empresas catalanas. El 80% prevé aumentar la facturación este año, pese a que el conflicto bélico en Ucrania haya mitigado la recuperación que se había iniciado con fuerza tras el fin de la pandemia. A esto, se suma que casi la mitad, el 47%, espera crecer por encima del 5%. Así consta en el último informe Perspectivas Catalunya 2022, realizado por KPMG en colaboración con la CEOE.
El socio responsable de KPMG para Catalunya, Francisco Gibert, ha afirmado que, pese a que las previsiones económicas de los directivos catalanes son más pesimistas que hace unos meses, sus expectativas sobre facturación, inversión y contratación continúan siendo positivas. Tampoco se han visto afectadas sus previsiones de operaciones corporativas, teniendo en cuenta la previsible subida de tipos de interés que tendrán que afrontar, como respuesta a un nivel de inflación que no se veía en décadas.
Para la elaboración del informe, se han recabado respuestas en dos encuestas, con el objetivo de incluir el impacto que ha tenido la invasión rusa en los planes de negocio de las compañías catalanas en el corto plazo. La primera se realizó entre diciembre de 2021 y febrero de 2022, y la segunda, entre abril y mayo de este año. Destaca que solo el 34% de los encuestados ha revisado su estrategia para el ejercicio en marcha, mientras que un 47% no lo ha hecho aún a la espera de ver cómo va evolucionando. Cabe señalar que el sondeo cuantifica que únicamente el 20% de los empresarios se ha visto afectado por las sanciones impuestas al Gobierno ruso y las contrasanciones decretadas por este, como el cierre del acceso al marco SWIFT o la prohibición de realizar transacciones con bancos rusos.
Con todo, las previsiones de contratación e internacionalización también se mantienen optimistas. En el caso de los aumentos de plantilla, los planes de los empresarios catalanes se han moderado en la segunda encuesta, bajando en diez puntos, pero se mantienen positivos, ya que el 48% aumentará su equipo. Además, el porcentaje de encuestados que recortará plantilla baja del 12% al 9% y el de los empresarios que la mantendrá igual aumenta en 12 puntos porcentuales. La presencia internacional de las compañías también se verá reforzada, con el 36% apostando por ampliarla y el 42% manteniéndola.
El cambio más significativo que ha provocado la guerra en Europa ha sido en cómo ven los encuestados la evolución de la economía en los próximos 12 meses. Los empresarios que preveían que la economía española iría mejor o mucho mejor antes del conflicto en la primera encuesta se ha reducido casi a la mitad en la segunda, pasando del 55% al 28%. Asimismo, los que creen que evolucionará peor o mucho peor ha crecido 25 puntos, del 14% al 39%, siendo esta la opinión mayoritaria entre las compañías catalanas que han participado en el sondeo.
Los empresarios que creen que la economía evolucionará peor han pasado del 14% al 39%, siendo esta la opinión mayoritaria
La principal amenaza que sobrevuela sobre la economía española es la inflación que se ha registrado en los últimos meses, con el consiguiente aumento de los costes de producción y reducción del poder adquisitivo. Tanto es así que tres de cada cuatro directivos la señala como el primer peligro para los negocios. En este sentido, tres de cada cinco encuestados (61%) consideran que el aumento de los costes de producción será el principal impacto, mientras que el 49% señala que lo será la disrupción en la cadena de suministros. Solo un 34% cree que afectará a las ventas.
A la lista de peligros, le siguen el debilitamiento de la economía global (51% de los encuestados) y los problemas en la cadena de suministro (42%). También escalan posiciones las tensiones geopolíticas, que han aumentado 16 puntos porcentuales entre ambas encuestas, pasando a ser señaladas como uno de los posibles lastres para el crecimiento por el 29% de los empresarios.