Grup Julià cumple 90 años recorriendo carreteras para el traslado de pasajeros. Lo hace con la previsión de facturar en 2023 más de 250 millones de euros, después de que el año pasado registrara 182 millones de facturación. Así, la empresa familiar facturará un 37% más este año que el anterior, si se cumplen sus previsiones.
En esta trayectoria de 90 años, la empresa con sede central en L’Hospitalet de Llobregat ha logrado expandirse y establecerse en más de 20 ciudades. En ellas, da empleo a 1.400 personas. Cuenta con 12 millones de clientes a escala internacional, que hacen uso de una flota de más de 450 autocares. En concreto, tiene presencia en ocho países: España, Andorra, Reino Unido, Italia, México, Argentina, Marruecos y Estados Unidos.
Desde su fundación en 1933, la empresa se ha convertido en uno de los principales grupos españoles especializados en servicios globales de turismo y movilidad. Lidera el sector pese a haber tenido que hacer frente a dificultades a lo largo de sus años de historia, que han incluido la Guerra Civil y la pandemia de Covid-19. El presidente del grupo, José Adell, ha defendido que Julià “ha sabido adaptarse a las nuevas necesidades de la sociedad y de un sector en contínua transformación”.
Por su lado, el consejero delegado del grupo, José Francisco Adell, ha añadido que la compañía ha llegado a esta efeméride “posicionada como una de las empresas de referencia del sector turístico receptivo y del transporte de pasajeros, fiel a sus retos fundacionales”. Estos retos pasan por garantizar la seguridad de los clientes, ofrecer servicios de calidad y hacerlo desde la innovación constante, según Adell.
La fundación de Autocares Julià en 1933 estuvo, curiosamente, vinculada al fútbol. Cuatro jóvenes optaron por abrir la empresa ante las dificultades de los equipos y de sus seguidores para trasladarse a los campos contrarios, al igual que ocurría en escuelas y entidades culturales a la hora de realizar actividades que requerían desplazamientos.
Después de retomar su actividad tras interrumpirla por la Guerra Civil, la compañía se posicionó como líder en el transporte de viajeros en Catalunya. En la década de 1970 llegó el boom turístico y, con éste, cambios en la empresa, que creó diversas marcas para actividades como viajes de vacaciones a larga distancia y viajes corporativos. La empresa fortaleció entonces también su presencia en Argentina y México.
La segunda gran fase de internacionalización del grupo llegó con el nuevo siglo. Creó la división de autocares turísticos City Tours, y su actividad internacional se trasladó también a San Francisco, Londres, Roma y Tánger.
La evolución se ha mantenido en el tiempo con operaciones en los últimos años, como la adjudicación por parte de la UTE Monbús & Julià de la línea de transporte urbano entre Sant Boi de Llobregat y Barcelona en 2021. Ese mismo año se unió a City Sightseeing y Stagecoach Group, el operador más grande de autobuses de Reino Unido, para lograr el liderazgo en el bus turístico de la capital británica.