Cinco palacios con orígenes y características arquitectónicas diversas conforman el Museo Picasso en la calle Montcada. El primer edificio que acogió la institución cultural fue el Palacio Berenguer d’Aguilar, abierto desde el 1963. Después vendrían la Casa Baró de Castellet, el Palacio Meca, la Casa Mauri y la Casa Finestres, llegando a una superficie total de casi 11.000 metros cuadrados.
Con una historia que se remonta hasta los siglos XII y XIII, el conjunto verá como sus fachadas exteriores se someten a una reforma para recuperar al máximo su esencia original. También se actuará sobre las fachadas de los patios interiores alrededor de los cuales se organizan los diferentes edificios y que no están abiertos al público. En 2003 fue cuando se hizo la última intervención arquitectónica en el Museo Picasso, que consistió en la articulación de un gran bulevar en la planta baja de los cinco palacios, paralelo a la calle de Montcada, y de un eje transversal que lo cruza perpendicularmente desde la calle hasta el jardín posterior, que se tradujo en la creación de un espacio de acceso público.
La empresa municipal BIMSA será la encargada de gestionar la nueva rehabilitación, después de que la comisión de Gobierno del Ayuntamiento de Barcelona haya aprobado el proyecto, elaborado por los arquitectos Oriol Gili, Clàudia Sanmartí y Gemma Serch del despacho Matters. Este estudio ya se ha encargado de otras rehabilitaciones en la ciudad, como la de varios pabellones del Hospital de Sant Pau.
Las obras tienen un presupuesto de cerca de 1,6 millones de euros y se ejecutarán en cinco fases que se alargarán durante más de dos años, periodo durante el cual el museo se mantendrá abierto e irá adaptando su recorrido según las diferentes actuaciones. La primera fase de las obras trabajará sobre la fachada de los edificios de la calle Moncada y durará 11 meses, con el inicio de obras marcado para este verano.
La rehabilitación de las fachadas del Museo Picasso completará la actuación que se inició en octubre de 2021 con la intervención de las fachadas de los patios del Palacio Berenguer d’Aguilar y del Palacio Meca. Todavía en curso, estos trabajos se espera que acaben en abril, cuando se continuará con las obras en los patios de la Casa del Baró de Castellet y la Casa Finestres. Según los cálculos de la institución cultural, los cuatro patios quedarán completamente restaurados y abiertos al público el próximo mes de noviembre.