Inma Puig psicòloga
La psicóloga clínica y consultora empresarial Inma Puig. ©Àngel Bravo
LA ENTREVISTA

Inma Puig: “Solo recordamos lo que nos emociona”

La psicóloga que trabajó más de una década en el Barça o el Celler de Can Roca defiende que la revolución emocional es la única en la que todo el mundo gana y recuerda que el pasado ha sido de los fuertes (físicamente), pero el futuro es de los sensibles

Inma Puig es psicóloga clínica y se dedica a la consultoría empresarial. Estudió magisterio y empezó a trabajar en un colegio. Interiorizó entonces la importancia de tres grandes hitos: andar, escribir y leer e ir en bicicleta. Muy pronto se interesó por la psicología y el mundo del deporte donde también había competido como tenista.

Aprendió durante 1.600 horas con el doctor Mario. Mario Jaite. Casi como el libro de Miguel Delibes. También se formó en economía y ahora hace formación, investigación y desarrollo de equipos de alto rendimiento. Fue psicóloga del Barça durante 15 años y también fue la primera psicóloga de un restaurante lleno de estrellas Michelín: el Celler de Can Roca. Allí destiló emociones y cocinó sentimientos a baja temperatura. Le gusta más la causa que el síntoma.

Es autora de tres libros: Retratos de Familia, todo lo que siempre quiso saber sobre la empresa familiar y nunca se atrevió a preguntar (Urano), Tras las viñas. Un viaje al alma de los vinos (Penguin Random House) y La Revolución emocional (Conecta). Suya es la sostenibilidad y la revolución emocional. Sentimientos de quilómetro cero y de proximidad.

¿Por qué estudió magisterio?

— Nunca hubiera imaginado dedicarme a la psicología. Estudié magisterio y trabajé durante ocho años en un colegio con niños de seis años a los que enseñé a leer y escribir. Un hito clave en la vida de las personas.

Leer y escribir.

— Saber o no saber. Descubrí la mirada de felicidad de un niño que empieza a juntar letras y ya le salen sus primeras palabras con sentido. Entendí la mirada de quién descubre algo nuevo. Hay otro hito importante: empezar a andar y deambular de forma autónoma. Luego viene leer y escribir y también ir en bicicleta.

Crecer y pedalear.

Cuando te sueltan del sillín y sientes la ilusión, la libertad y también un poco de miedo.

“Hay tres hitos importantes: andar, leer y escribir e ir en bicicleta”

¿Por qué estudió psicología?

— La asignatura de magisterio que más me gustó fue psicología y decidí hacer la carrera de psicología para ampliar conocimientos y poder hacer mejor mi trabajo de profesora. Luego estuve dos años en psiquiatría infantil y juvenil en Sant Joan de Déu. Aprendí el oficio.

El arte de aprender y tener un oficio.  

— Yo era tenista de competición y empecé a tener deportistas en mi consulta. Me dijeron que había jugadores que no daban su máximo porque les costaba concentrarse o tenían ansiedad. Hay un momento clave en mi vida cuando conocí al doctor Mario Jaite que me enseñó a ser, pensar y trabajar como terapeuta. Fue mi maestro. En Instagram subo a menudo una frase suya tras 1.600 horas con Mario.

Casi como en el libro Cinco horas con Mario, de Miguel Delibes.

— Exacto. Es un juego de palabras.

Imma Puig psicòloga
Imma Puig defiende que las empresas deberían hablar de sostenibilidad emocional, no sólo medioambiental, y hacer cada año una memoria humanista. ©Àngel Bravo

Poco después se adentró en la consultoría empresarial.

Estudié gestión y dirección de pequeña y mediana empresa en Esade. La economía o el márqueting son muy necesarios en la vida. He estado 20 años dando clases en Esade sobre dinámica de grupo y análisis del comportamiento de las personas. Hace 20 años nadie hablaba de acoso psicológico, expatriados, gestión de las emociones en la empresa familiar o gestión del cambio desde una perspectiva psicológica.

Fue psicóloga del FC Barcelona desde 2003 hasta 2018.

— En la época del Dream Team de Johan Cruyff hubo un jugador que vino a trabajar conmigo su problemática personal y profesional. El doctor Borrell era el jefe de los servicios médicos y dijo que la psicología era clave porque muchas lesiones no tienen un origen físico.

De la salud física a la salud mental, y viceversa.

— Era el temor de no poder satisfacer las expectativas de los demás. Luego entraron Joan Laporta y Sandro Rosell con su nueva junta y el doctor Monés tuvo muy claro que había que implementar la psicología en el Barça. Una vez me preguntaron si tenía sentido que hubiera un psicólogo en el club de futbol…

“La gente suele esconder un problema así, pero Andrés Iniesta me dijo una frase que recuerdo muy bien: ‘Muchos creen que para tener una depresión hay que tener un problema de trabajo, dinero, salud o relación, pero yo lo tenía todo y me sentía muy mal’”

¿Y qué respondió?

— Si tenemos en cuenta que un equipo de futbol es un equipo de personas que está entrenado por un staff de personas dirigido por una junta de personas y seguido por un grupo de aficionados…. Todos son personas. Así que empezamos a trabajar con los entrenadores que son el eslabón más débil de la cadena cuando el equipo no funciona. Trabajamos con Frank Rijkaard y con Xavi Pascual, a la vez que implementábamos valores en La Masia.

¿Algún momento inolvidable?

Atender y cuidar de los padres de los jóvenes es maravilloso. Cuando el club quiere fichar a un niño habla con sus padres, pero una vez ya está dentro no les dicen nada más. Los padres son claves para la carrera profesional de un niño y, por eso, hay que acompañarlos. En ninguna escuela enseñan a los padres a educar a un fenómeno y gestionar las diferencias con sus otros hijos.   

Fue clave en la vida de Andrés Iniesta.  

— Como psicóloga clínica estoy bajo secreto profesional y no puedo saltarme el código deontológico, pero me pidió que lo hiciera público con él. Su libro se llama La jugada de mi vida. La gente suele esconder un problema así, pero él me dijo una frase que recuerdo muy bien: “Muchos creen que para tener una depresión hay que tener un problema de trabajo, dinero, salud o relación, pero yo lo tenía todo y me sentía muy mal”.

“Perdí las ganas de vivir”, dijo.

Andrés Iniesta quiso que todo el mundo lo supiera porque a cualquiera le puede pasar y es importante buscar la ayuda de un profesional. Me convenció y participé en su documental para visibilizar la salud mental.

“En el Celler de Can Roca descubrí que cada alimento necesita un tiempo y una temperatura, como las personas”

También ha trabajado con pilotos de Fórmula 1 o Moto GP, jugadores de tenis, esquí, golf o equitación. ¿Cada deporte es un mundo?

Todos los deportes están hechos por personas y a las personas nos pasa lo mismo, aunque de diferente manera. Te puedes centrar en los síntomas, pero yo prefiero la causa. De hecho, el síntoma volverá y acabará creando dependencia. Recibo el síntoma con los brazos abiertos para que nos lleve a la causa y hacer desaparecer el síntoma. Mi trabajo es el deporte, la empresa familiar, la multinacional, la restauración, la tecnología o los fondos de inversión.

El chef Joan Roca me habló de la revolución humanista y me contó que el Celler fue el primer restaurante del mundo que tuvo una psicóloga (usted). ¿Cómo se cocina la gestión de equipos a baja temperatura?

Llevábamos tres años trabajando en silencio, nadie lo sabía, pero ya se veían los resultados. Alguien del equipo me preguntó qué estábamos haciendo y le respondí que estábamos destilando emociones y cocinando sentimientos a baja temperatura.

Imma Puig Psicòloga
Imma Puig con Víctor Costa, durante la conversación. ©Àngel Bravo

¿Cómo se destilan las emociones?

Destilar es quedarte con la esencia de un producto. En el Celler descubrí que todos los alimentos tienen una temperatura y un tiempo de cocción óptima para ser comestibles y no perder sus cualidades nutritivas o su textura. Cada alimento necesita un tiempo y una temperatura, como las personas.

“Todos necesitamos lo mismo para sentirnos bien, pero cambia la dosis. El arte de gestionar personas es reconocer lo antes posible cuál es su dosis y qué necesita para dar lo mejor de sí mismo”

Emociones al punto.

Hay que encontrar la esencia, cocinarla y tratarla a baja temperatura. Cada persona necesita un tiempo para ser comprendida y sentirse cómoda. Hay que sacar lo mejor de cada uno y aplicarlo a todo, así nunca hay problemas. Todos necesitamos lo mismo para sentirnos bien, pero cambia la dosis. Hay quién necesita sentirse muy escuchado, muy reconocido, que no le hablen mucho o ser mirado… El arte de gestionar personas es reconocer lo antes posible cuál es su dosis y qué necesita para dar lo mejor de sí mismo.

“La revolución emocional es tener en cuenta las emociones propias y ajenas. Es la única revolución en la que todo el mundo gana. La consecuencia de la comprensión es la tolerancia”

¿Cuáles son los ingredientes de la revolución emocional?

— La revolución emocional es tener en cuenta las emociones propias y ajenas. Es la única revolución en la que todo el mundo gana. Si conoces tus emociones vas a ser mucho más cuidadoso con los demás porque vas a entenderlos mucho más. La consecuencia de la comprensión es la tolerancia. Es decir, no entendemos lo que no toleramos. No todo tiene justificación, pero sí que tiene una explicación.

Tolerar para entender.

— Tenemos que centrarnos en las personas y no en la economía o en el producto. Lo que mueve el mundo son las personas. Me llama mucho la atención que no se habla de sostenibilidad emocional, pero sí de cuidar el aire, el mar o la agricultura.

Hablemos de sostenibilidad emocional.

— Se habla mucho de sostenibilidad ambiental, pero hay que hablar también de sostenibilidad emocional que quiere decir emociones de quilómetro cero y sentimientos de proximidad. Si no empezamos por las personas no vamos a poder arreglar el mundo. Alguien que no es sostenible no va a poder hacer nada sostenible.

“El pasado ha sido de los fuertes (físicamente) y el futuro es de los sensibles”

Todo empezó con Brundtland.

Tal como se utiliza el término de sostenibilidad viene del informe Brundlandt que encargaron las Naciones Unidas en el año 1987 a la entonces ministra de Economía de Noruega, Gro Harlem Brundtland, para que investigara la sostenibilidad como característica del desarrollo que asegura que las necesidades están cubiertas para la generación presente y futura.

¿Somos sostenibles tras más de 35 años?

— El resultado fue devastador. No se ha hecho gran cosa y parece que ahora se empieza a hacer algo. Hablemos de sostenibilidad emocional porque son las personas las que tienen que hacer que el mundo sea sostenible.

Asegura que “el futuro es de los sensibles”.

— El pasado ha sido de los fuertes (físicamente) y el futuro es de los sensibles. El individuo frio, calculador, sin sentimientos ni escrúpulos es una especie en extinción. No tiene sentido porque las generaciones que ahora dirigen ya no conciben trabajar según cómo. La pandemia ha traído cosas muy malas, pero también ha dado un empujón a la gestión de personas y el liderazgo. Antes se pedía que un líder controlara a su equipo y ahora se pide que el líder cuide de las personas de su equipo.

“A lo largo de la vida seremos seguidores más veces que líderes. Todo el mundo quiere ser líder, pero un líder sin seguidores no es un líder”

¿Cómo es un buen líder de equipo?

— Voy a ser subversiva… No reconozco al líder que es buena persona, generoso y que está pendiente de todo el mundo. Un líder es una persona que un día se levanta y decide que va a hacer algo de una forma distinta a como se ha hecho hasta ahora y le da igual si esta decisión gusta más o menos.

Imma Puig Psicòloga
Para Imma Puig no todo tiene justificación, pero sí explicación. ©Àngel Bravo

El liderazgo disruptivo.

-Un líder tiene una visión clarísima, va hacia allí y no hay quién lo pare. También hay muchas personas que piensan que quieren cambiar las cosas, pero no se atreven a dar el paso. De repente, ven que alguien piensa y hace lo que ellos llevan tiempo pensando en hacer y le siguen.

El líder y los seguidores.

— Llama la atención la importancia que se da al líder y todos los cursos que hay, pero a lo largo de la vida seremos seguidores más veces que líderes. Hay cursos para líderes, pero ser un buen seguidor no es fácil. Todo el mundo quiere ser líder, pero un líder sin seguidores no es un líder. Un entrenador sin jugadores no es entrenador o un profesor sin alumnos no es profesor.

“Estamos más preparados para el fracaso que para el éxito. No hay nada peor que acostumbrarse al fracaso. Se aprende a ganar ganando y se aprende a perder, perdiendo”

¿Éxito y fracaso son dos caras de la misma moneda?

Éxito y fracaso son dos monedas distintas. Me gustaría escribir un libro antes de morirme demostrando que hay muchas frases hechas que no son verdad.

Por ejemplos no será…

— Por ejemplo, el roce hace el cariñó. Un físico me dijo que el roce hace calor y agujeros, pero no me dijo nada de cariño. Si estás cerca de una persona acabarás entendiéndola, pero de aquí al cariño… Otro titular de prensa deportiva: “Dice el entrenador que necesitamos ganar tres o cuatro partidos para coger confianza”. No, perdona, necesitas coger confianza para ganar tres o cuatro partidos. Otra frase de toda la vida: Mens sana in corpore sano.  Esto debía ser antes porque ahora es corpore sano in mens sana. Somatizas si la mente no está bien.

Desmitificando frases hechas y dichos populares.

— Otra: Quien bien te quiere, té hará llorar. Pero, bueno… ¿Dónde se ha visto esto? Quién bien te quiere, te va a cuidar. La última: Hablando se entiende la gente. No, perdona, escuchando se entiende la gente.

— Volvamos a las monedas. 

— Todo el mundo persigue el éxito y valora a los exitosos, pero no nos preparan para el éxito. Estamos más preparados para el fracaso que para el éxito. Cuando uno tiene mucho éxito empieza a sentir la envidia, los celos y la soledad. Hay que estar preparado. Ya lo decía Carl Jung que cuando alguien le hablaba de éxito le respondía que esperaba que ese éxito no le hubiera dañado demasiado.

Alerta! Éxito.

— El éxito acaba haciendo daño si no se sabe gestionar y tiene un gran poder de anestesia. Con éxito no hace frio ni calor, todo el mundo te admira o quiere ser tu amigo, te ofrecen cosas… Pero hay que vigilar no quedarse demasiado blando. ¿El fracaso es bueno? ¡Cuidado! Depende del fracaso. No hay nada peor que acostumbrarse a fracasar. Otra frase para desmitificar: Para aprender a ganar hay que perder mucho. Se aprender a ganar ganando y se aprende a perder, perdiendo. Solo faltaría aprender a patinar tocando la guitarra. Es una forma de consuelo, pero para aprender a ganar hay que ganar.

“Las emociones mueven el mundo. Eso no se olvida. Se ha invertido mucho dinero en inteligencia artificial y muy poco en emoción natural”

“La memoria nos indica que solo aprendemos lo que nos emociona. La experiencia nos enseña que solo recordamos lo que nos emociona”, asegura.

— Las emociones mueven el mundo. Solo aprendemos y recordamos lo que nos emociona. La gente que tiene Alzheimer no se acuerda de quién es y no sabe dónde está, pero si le cantas una canción de infancia seguro que se sabe la letra de memoria. Se ha invertido mucho dinero en inteligencia artificial y muy poco en emoción natural.

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A la psicóloga le gustaría escribir un libro demostrando que existen muchas frases hechas que no son verdad. ©Àngel Bravo

¿Tenemos que humanizar más a las empresas?

Absolutamente. Cuando visito empresas me enseñan su memoria económica, pero no tienen memoria humanista que es la más importante. ¿Cuántas personas trabajan allí y porqué? ¿Hay rotación? ¿Por qué se van los trabajadores? ¿Qué tipos de enfermedades hay y cuántas bajas? ¿Qué trato recibe la conciliación? Avanzamos, poco a poco, tampoco hay que correr porque como más importante es el cambio más despacio y con más cuidado hay que ir. Es como un barco: como más grande sea, más le costará dar la vuelta.  

¿Cuáles son las principales diferencias entre empresas familiares y las que no lo son?

— Son dos abismos, todas son empresas pero son muy diferentes. Hay que distinguir también lo que es una empresa familiar y lo que es una familia empresaria. Una empresa familiar es una familia que tiene una empresa y se hará lo que sea para salvar la empresa. Una familia empresaria es una familia que tiene una empresa y la empresa cerrará si pone en riesgo las relaciones familiares.

El orden de las palabras sí que altera el producto.

— ¡Muy buena! El orden de los factores no, pero el de las palabras sí. Esta me la guardo. Las emociones están mucho más a flor de piel en la empresa familiar porque tiene un pasado y una relación profesional y personal. En una multinacional no influirá si eres hijo único, tienes hermanos o si eres el pequeño, el mediano o el mayor. En una multinacional no te preguntan si tu tío y tu padre tienen buena relación. Te valoran y punto.

“Las empresas familiares son el tejido económico mundial. Cada euro invertido en empresa familiar es más rentable que en una multinacional”

Criterios empresariales vs. emociones

La cosa se complica cuando juntas emociones y cuentas de resultados. Trabajo con familias que no se hablan porque hubo un conflicto entre los cabezas de familia de hace tres generaciones y se ha ido traspasando generación a generación. No saben por qué no se hablan y entonces empiezan a hacerlo a escondidas.

Constelaciones familiares y el impacto sistémico.

El patrón se va repitiendo, de generación en generación. ¿Qué hago: sigo lo que mi familia ha hecho o lo que yo creo y me salto los vínculos familiares? Es muy complejo. Las empresas familiares son las más rentables, cada euro invertido en empresa familiar es más rentable que en una multinacional. Las empresas familiares son el tejido económico mundial.

¿Cuál es el propósito y la función de un Chief Emotional Officer (CEO)?

En un evento coincidí con el propietario de una empresa, me presento una persona y le dijo que yo era su CEO. Es decir, Chief Emotional Officer o la encargada de sacar lo mejor de cada uno para ser uno mismo. A veces nos creemos que somos uno mismo, pero no es así.

“¿Es políticamente correcto? La identidad es lo peor que se puede perder”

¿Cómo saber si uno es uno mismo?

— El otro día vino a verme una persona famosa y me dijo: “¡Es brutal ser uno mismo y estar así!” A veces nos complicamos, tenemos una imagen y no podemos salir de ella. Si eres una persona pública seguramente tendrás asesores de imagen que te dicen qué hay qué decir, qué hay que hacer o cómo te tienes que vestir. ¿Es políticamente correcto? La identidad es lo peor que se puede perder.

Imma Puig Psicòloga
Imma Puig es autora de varios libros, como Tras las viñas, escrito con Josep Roca, o La Revolución emocional.  ©Àngel Bravo

Llegamos a la gran pregunta: “¿Qué es la felicidad?”

La felicidad es tener alguien a quien querer y que esta persona te quiera como tú quieres sentirte querido. Esto es la felicidad, todo lo demás…. 

La felicidad es tener alguien a quien querer y que esta persona te quiera como tú quieres sentirte querido. Para mí esto es la felicidad, todo lo demás….”

El anterior entrevistado, Jaume Puig, le hace las siguientes preguntas:

— Como psicóloga de numerosos equipos y deportistas de élite, ¿qué piensa del eslógan de la America’s Cup de Vela: There is no second?

Entiendo que quiere decir que el segundo no existe. Solo se valora al primero. De hecho, el segundo es el más descontento de un podio porque el primero está feliz y el tercero ha hecho podio. Al segundo no le parece suficiente. Como en las familias: el del medio siempre pringa. O primero o último. Si le damos otra vuelta podemos decir que todos hemos sido segundos alguna vez y es un estímulo para seguir intentando ser primeros.

Hay una norma, no escrita, en el mundo financiero según la cual “nunca hay que invertir en algo en lo que haya invertido un antiguo deportista de élite”. Hace referencia a que los antiguos deportistas pueden sufrir un exceso de confianza derivada de su época como jugador, y pensar, de forma errónea, que cualquier inversión que hagan irá igualmente bien, menospreciando los riesgos y sobrestimando el rendimiento previsto. ¿Qué opina sobre ello?

— Esto pasaba antes, pero con los deportistas que trabajo yo tienen buenos asesores de inversión. Ellos hacen, preguntan y se dejan aconsejar. Antes era distinto y seguro que perdieron dinero, pero ahora están muy bien asesorados. Siempre habrá algún caso…


SIETE DE VIDA DE INMA PUIG

  1. Referente: Mi padre
  2. Libro: No hay padres perfectos, de Bruno Bettelheim
  3. Película: Bambi
  4. Canción: Hey Jude, de los Beatles
  5. Rincón preferido: Llafranc
  6. Lema de vida: Trabajar como si tuviera que vivir 100 años y disfrutar como si me tuviera que morir mañana
  7. Sueño: Ver crecer a mis nietos con salud