Con 20 años recién cumplidos, la Fundación Foto Colectania presenta por primera vez un extenso atlas que radiografía toda su colección, formada por más de 3.000 obras de 80 autores españoles y portugueses como Xavier Miserachs, Ramón Masats, Pilar Aymerich, Colita, Joan Colom, Cristina García Rodero, Txema Salvans o Laia Abril. “Es un descubrimiento”, valora su presidente, Mario Rotllant, quien hace años se empeñó en recopilar las trayectorias de los fotógrafos peninsulares a partir de los años 50 para darlos a conocer más allá de sus fronteras y reivindicar su valía en un escena mundial que los olvidaba. “No es fácil crear una itinerancia internacional de nuestra obra, pero estamos seguros que vamos a llevarla a donde se merece”, remarca Rotllant, sin dejar de recordar grandes éxitos como la muestra de Joan Colom sobre las caras del Raval en la fundación parisina Henri Cartier Bresson o la exposición sobre La Movida que llegó hasta el Festival de los Rencontres d’Arles.
La voluntad de hacerlos internacionales ha hecho que muchos de ellos pocas veces hayan compartido espacio en la sede de Foto Colectania en el Paseo Picasso. La muestra El curso de los acontecimientos, que se puede ver hasta principios de junio, viene a remediar esta asignatura pendiente, con una selección de casi 160 fotografías de 32 autores hecha por el investigador y profesor Carles Guerra. “Ha sido un trabajo y un reto inmenso. He ido depurando y seleccionando obras, no con un ánimo representativo, sino para poner la colección en el diván y que ella misma se piense”, señala Guerra.
Lo primero que detecta el espectador cuando pasea por Foto Colectania es que no hay una única línea expositiva, sino que las fotografías se superponen en diferentes niveles, además de estar divididas en múltiples secciones. “No hay una exposición, sino tres u ocho, y todas ellas colaboran”, defiende su comisario. En este planteamiento expansivo, el patrón que se repite es una gran fotografía que introduce la secuencia, como símbolo de la época que se quiere ilustrar y ampliada con los trabajos de otros autores.
Todo ello permite que el conocido rostro borroso de Calle Pelayo, Barcelona (1962) de Xavier Miserachs dialogue con la claustrofóbica serie Viaje al país de las almas de Jordi Esteva. O que el retrato del dictador Francisco Franco hecho por Ramon Masats mire el país que ahogó, retratado por Fernando Gordillo en diferentes escenas cotidianas del pueblo Pedro Bernardo. Para quien piense que a estas alturas no hace falta mostrar la cara del dictador, en una visita reciente de un grupo escolar a Foto Colectania, cuando se les preguntó quién era Franco, no supieron qué decir.
Unos diálogos que abarcan muchos de los episodios que han marcado la segunda mitad del siglo XX en España y Portugal, ambos países vecinos marcados por la imposición de regímenes autoritarios y su posterior caída y apertura de una nueva etapa democrática. Un recorrido que va de las protestas durante la dictadura vistas por Manel Armengol y Pilar Aymerich a la muerte de Franco por Colita y los años de la Transición por los mismos fotógrafos que retrataron sus manifestaciones. Pero también pasa por la desindustrialización de Barcelona captada por Manolo Laguillo y Humberto Rivas, o la construcción mastodóntica de los bloques de Bellvitge por Xavier Ribas. La muestra incluso carea a los jóvenes de los años 80 de Miguel Trillo con los característicos asistentes del festival Sónar de Jorge Ribalta.
“Es una exposición para ver, leer y moverse de un lado a otro”, remarca Guerra. Sin olvidar la vocación internacional que motivó el nacimiento de Foto Colectania, la exposición se expondrá en Miami en The Warehouse, del coleccionista y patrono de la fundación Martin Z. Margulies, coincidiendo con la celebración de la feria de arte contemporáneo Art Basel. La intención es que se mueva por más países una vez se vaya de la sala barcelonesa, donde este año también se podrá ver un repaso del universo de la fotógrafa de moda y cineasta Sarah Moon.