Exposición Escher Museu Marítim
Dos personas mirando un cuadro del artista holandés Escher. © theNBP
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Las exposiciones ‘blockbuster’ llegan al Museu Marítim

El museo ha cerrado un acuerdo para formar parte de un circuito internacional de grandes muestras que ha inaugurado con el artista holandés Escher y continuará con Chagall y Monet

Una reproducción de la obra Metamorfosis II recibe estos días al visitante del Museu Marítim de Barcelona. Es la bienvenida a la exposición sobre el mundo visionario y de formas imposibles de M. C. Escher, que ocupará la Sala Gran del recinto hasta el próximo 26 de septiembre. Con esta muestra, el museo de las Drassanes se estrena como una de las sedes de las grandes exposiciones promovidas por la empresa italiana Arthemisa. De este modo, Barcelona se incorpora a un circuito internacional que también traerá a la capital catalana muestras sobre Chagall y Monet.

Estas exposiciones blockbuster, término de origen cinematográfico dedicado a las producciones de gran éxito y presupuesto, van a ser uno de los puntos fuertes de la reactivación cultural de Barcelona en la pospandemia. En el primer artículo que publiqué en The New Barcelona Post, hablaba de que ahora nos toca ser activistas de la cultura, después de que el sector haya sido uno de los grandes perjudicados en la crisis del coronavirus. Para ello, animaba a los barceloneses a visitar las exposiciones, a tomar de nuevo los espacios culturales. Y es que la cultura se ha demostrado determinante para la economía de una ciudad. Recordaré tan solo un par de datos que cité entonces: por cada 100 euros invertidos en cultura, se añaden 250 al PIB, y por cada tres puestos de trabajo creados en el sector, se generan dos más en el conjunto de la industria privada.

El pasado fin de semana cumplí con mi activismo cultural y visité la exposición de Escher. Me gustó. Aunque este artista holandés ha inspirado portadas de discos, cómics e incluso publicidad, no tenía muy interiorizado su universo geométrico, aunque reconocí algunas de las obras que ahora asocio con él.

De ese mundo onírico y de formas dentro de formas, me impactó precisamente Metamorfosis II, cuyo tamaño real es muy inferior al reproducido en la entrada del museo. La obra se basa en una evolución de formas. Parte de la disposición geométrica de la palabra metamorfosis, que se va transformando en cuadrados, hexágonos, insectos, pájaros, peces, un pueblo con una catedral y un tablero cúbico de ajedrez, para volver a los cuadrados y terminar de nuevo con la palabra metamorfosis. Me produjo un efecto hipnótico, al igual que algunas otras obras con las que incluso se puede interactuar. Destacaría un conjunto de pájaros blancos colgantes en un recinto de espejos que se reproducen hasta el infinito.

Exposición Escher Museu Marítim
Obra expuesta de Escher en el Museu Marítim. © theNBP

Algunos puristas dirán que la cultura no puede apoyarse en el fenómeno blockbuster, y tienen razón. Pero solo en parte según mi criterio. Del mismo modo que el cine no son solo los taquillazos y la literatura va mucho más allá de los bestsellers. Pero debe reconocerse que ayudan a ambas industrias, al atraer público a las salas de cine y a la lectura. Además, esta primera gran exposición sobre Escher y las que vendrán contribuirán a poner en valor todo el recinto gótico de las Drassanes, un conjunto  único que fue fábrica de las galeras de la Corona de Aragón y más tarde cuartel y arsenal de artillería. Es casi un milagro que haya llegado hasta nuestros días, convertido en Museu Marítim y conservando incluso el único tramo de la muralla que hasta mediados del siglo XIX ahogaba la voluntad de expansión económica y urbanística de la ciudad.

Estas exposiciones tienen como escenario la espectacular Sala Gran, una estancia hipóstila de 1.700 metros cuadrados que invita a levantar la cabeza, abstraerse unos segundos  y admirar la arquitectura del techo. El alquiler de esta sala para distintos eventos ha supuesto hasta antes de la pandemia un 30% de los ingresos del museo. El acuerdo ahora con Arthemisa establece que el Marítim recibirá un fijo por cada entrada vendida.

La inclusión del Marítim en este circuito de grandes muestras es un nuevo elemento que contribuirá a revitalizar y consolidar el eje cultural Rambla-Paral·lel-Montjuïc, una baza que  Barcelona no ha explotado suficientemente en su conjunto. Ahora tenemos la oportunidad de afianzar este proyecto, clave para que la ciudad exhiba la musculatura de su capitalidad cultural. De momento, por el Marítim ya han pasado más de 3.000 personas a ver la exposición de Escher.

Exposición Escher Museu Marítim
Mural en el exterior de la exposición de Escher. © theNBP