Seguramente uno de los miedos más comunes entre los niños —y también de muchos adultos— sean las agujas. Si a esto le añadimos que la aprensión a la sangre también es relativamente habitual, es evidente que las venopunciones son un proceso desagradable para muchas personas. Pero, ¿y si este mal trago pudiera ahorrarse, al menos, en algunas ocasiones?
Con este objetivo nació The Smart Lollipop, una startup de Girona cuyos orígenes se encuentran en un proyecto de estudiantes de máster que en 2020 cristalizó en la constitución de una empresa. “Buscamos mejorar la experiencia de los pacientes y sustituir, cuando sea posible, una prueba diagnóstica intrusiva como es el análisis de sangre por una que no lo es y que no causa molestias. Paralelamente, también ahorramos tiempo a los profesionales, ya que los resultados de la prueba están disponibles en unos 10 minutos”, explica Diana Ballart, CEO y cofundadora de The Smart Lollipop.
Para desarrollar su proyecto, The Smart Lollipop ha contado con el apoyo de ACCIÓ, la agencia para la competitividad de la empresa de la Generalitat de Catalunya, que les ha concedido 75.000 euros de la línea Startup Capital para el desarrollo de la tecnología. Este programa se dirige a startups tecnológicas emergentes que necesitan financiación para realizar las fases iniciales del negocio, desarrollar su producto o servicio y validar el modelo de negocio para llegar al mercado. Startup Capital se vehicula mediante una ayuda directa de hasta 100.000 euros que puede sufragar gastos justificables como el de personal, inversión en materiales y equipamientos, alquiler de espacios o elaboración de estrategias de comunicación, entre otros.
Además, ACCIÓ también concedió a The Smart Lollipop la ayuda Tecniospring Industry, que ha financiado la contratación de un investigador durante dos años para impulsar la investigación en el campo de la saliva. Tecniospring es un programa internacional de talento de ACCIÓ que ofrece a empresas y centros tecnológicos desarrollar proyectos transformadores a través de la contratación de personal de I+D cualificado. En sus distintas etapas desde 2013, el programa ha contado con un presupuesto total de 29 millones de euros y ha permitido la contratación de cerca de 200 investigadores de 35 nacionalidades por parte de 150 empresas.
La solución desarrollada por esta startup consiste en un dispositivo que tiene la forma de un caramelo redondo con palo y que es capaz de detectar enfermedades al entrar en contacto con la saliva. La compañía ha desarrollado tanto el caramelo, como la plataforma digital en la que se muestran los datos y el biosensor que detecta la enfermedad en cuestión.
“Ser de fuera de Barcelona nos ha ayudado a tener más notoriedad a la hora de atraer inversión”, afirma la CEO de la ‘startup’ que ha levantado 320.000 euros
Actualmente, el dispositivo se encuentra en fase de estudio preclínico y ha empezado a colaborar externamente con el Hospital Universitario Sant Joan de Reus, que recoge muestras de saliva de niños y, después, la empresa las testea con su lollipop en el laboratorio. Esta colaboración podría extenderse pronto al Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona.
The Smart Lollipop ha recibido el apoyo de inversores públicos y privados. Además de contar con el apoyo de ACCIÓ, la startup cerró en septiembre de 2022 una ronda de 320.000 euros que se están destinando a iniciar los trámites regulatorios necesarios para probar y desarrollar completamente el prototipo. La inversión, liderada por Ship2B Ventures, también ha contado con la participación de EconomistesBAN (la red de inversores ángeles del Colegio de Economistas de Catalunya), Lavanda Ventures (el brazo inversor en capital de riesgo de la familia Puig), la red de inversores de impacto de la Fundación Ship2B y Business Angels Girona (BAGi).
Pivotar profesional y empresarialmente
The Smart Lollipop tiene su origen en la idea ganadora del iFest Dream Big Challenge de Catalunya Emprèn y, posteriormente, empezó a coger forma su modelo de negocio al pasar por la aceleradora Imagine Creativity Center. Tras este proceso, en 2020, Diana Ballart sumó al proyecto a los cofundadores —Roger Garcia y Lorena Toda— y se constituyó la sociedad. A lo largo de este tiempo, la compañía emergente, como prácticamente todas las startups, ha tenido que pivotar su modelo de negocio.
“Es cierto que seguimos fieles a la idea inicial, que no era otra que diagnosticar a través de la saliva, pero la tecnología que hemos acabado desarrollando no tiene nada que ver con lo que habíamos imaginado al principio”, señala Ballart. “Nuestra intención —prosigue la CEO de The Smart Lollipop— era utilizar el caramelo para diagnosticar enfermedades en países en vías de desarrollo, pero nos dimos cuenta de que antes de dar este paso había que empezar por enfermedades locales y mercados grandes”. Por el momento, el dispositivo detecta la hipercolesterolemia y la celiaquía y, de cara al futuro, el objetivo de la compañía es ir ampliando las enfermedades que es capaz de diagnosticar a través de los tests de saliva.
Del mismo modo que pivotó el modelo de negocio de The Smart Lollipop, también lo hizo la carrera profesional de su fundadora. “Yo había estudiado publicidad, y a partir de ahí también me interesé por la innovación y me presenté al iFest Dream Big Challenge. Y este camino es el que me ha llevado hasta aquí” relata.
Emprendimiento más allá de Barcelona
Es un hecho que las grandes historias de éxito de startups catalanas se concentran en Barcelona. Pero esto no significa que el resto del territorio no sea propicio para emprender. “Según nuestra experiencia, ser de fuera de Barcelona incluso nos ha ayudado a tener más notoriedad a la hora de captar inversión. Además, las dos primeras personas que contratamos en la empresa se han trasladado a vivir a Girona, lo que es una muestra que desde esta ciudad también se puede atraer talento”, indica Ballart.
La CEO de The Smart Lollipop también destaca los avances que se están produciendo en el sector sanitario y tecnológico de la región, que se han traducido en la reciente creación de la Xarxa d’Innovació en Salut de les Comarques Gironines. “Ser pequeños nos permitirá estar mejor conectados”, pronostica Ballart.
Inversión al alza en ‘startups’ de salud
En un momento en el que la inversión en startups se encuentra lejos de los máximos históricos que se registraron tras la pandemia, las empresas emergentes del sector de la salud se han revelado como una positiva excepción. Según el Informe de la BioRegió 2022 de Biocat, el año pasado este tipo de compañías recibieron 445 millones de euros de financiación en Catalunya. Esto supone un 87% más que el año anterior, cuando se levantaron 238 millones que en ese momento supusieron un récord histórico. Incluso excluyendo la ampliación de capital de más de 100 millones que protagonizó Impress —que hasta cierto punto podría distorsionar los datos del ejercicio— la cifra sigue siendo sensiblemente superior.
