Acuerdo entre la china Chery y la catalana Ebro EV-Motors para reactivar la antigua fábrica de Nissan casi tres años después del cierre de las instalaciones de la japonesa en Catalunya. Ambas empresas han anunciado la creación de una joint venture con participación mayoritaria de Ebro para fabricar vehículos Omoda y Ebro en la Zona Franca. El pacto se ha dado a conocer este martes después de meses de intensas negociaciones y varios viajes a China por parte de las autoridades y de la empresa, y se sellará oficialmente el viernes en un acto en la Zona Franca. La previsión es que los primeros coches empiecen a fabricarse a finales de año.
Ebro es la primera marca que logra firmar un acuerdo con un fabricante chino para la fabricación de vehículos en España. El acuerdo permitirá la reindustrialización de la planta de Zona Franca de Barcelona, propiedad de EV MOTORS, con la fabricación del primer modelo de la marca Ebro en el cuarto trimestre de ese mismo año. Este año también se prevé que comience la producción de vehículos chinos de Omoda, informa ACN.
El acuerdo se ha concretado esta semana en Wuhu en negociaciones con el CEO de Ebro, Pedro Calef, y el vicepresidente ejecutivo de Chery, Guibing Zhang. Aunque por ahora no se han dado cifras, algunas previsiones apuntaban que Chery podría fabricar 50.000 vehículos al año de su marca Omoda en Catalunya.
El acuerdo llega después de que, a principios de marzo, se anunciaran cambios en la estructura del Hub Tech Factory, la empresa que está reindustrializando a la antigua Nissan conjuntamente con Silence. EV Motors asumió el 100% de las acciones después de adquirir el 40% que tenía la empresa QEV. La operación se cerró con un pago de 12 millones de euros supeditado al éxito del proyecto. Por el momento, el traspaso se realizó por un total simbólico de 1 euro. Si bien QEV ha vendido las acciones, continuará vinculado al proyecto como fabricante por contrato. La propia QEV apuntaba en el comunicado en el que detallaba la venta de las acciones que este movimiento facilitaría “la posible entrada al proyecto del fabricante chino”.
Posteriormente, voces como la del conseller de Empresa i Treball, Roger Torrent, aseguraban que la negociación “acabaría rápido y acabaría bien”. Ha pasado más de un mes, pero finalmente la operación se ha sellado y se firmará este viernes en Barcelona.
Por otra parte, el fabricante de motos eléctricas Silence gestiona una pequeña parte de la parcela de la Zona Franca y emplea a 100 trabajadores, pero ahora mismo ha presentado un ERTE por un problema de stock.
La decepción de Great Wall Motors
La reindustrialización de Nissan es un proceso que lleva tres años arrastrando, desde que en mayo del 2020 la japonesa anunció que cerraría las tres fábricas que tenía en Catalunya. Tras 95 días de huelgas y protestas, sindicatos y compañía llegaron a un acuerdo para el cierre en agosto de 2020 que situaba el final definitivo de la producción a finales de 2021.
En paralelo, las instituciones, la empresa y los sindicatos formaron una mesa para atraer proyectos para emplear a los más de 1.300 trabajadores despedidos que optaron por reindustrializarse. El proceso estuvo lleno de obstáculos y retrasos. Muchas propuestas pasaron por la mesa, entre ellas la del grupo chino Great Wall Motors, que era el favorito para instalarse. El “no” de la multinacional asiática fue “el momento más duro” para los integrantes de la mesa de reindustrialización, según explicaron después.
Chery ya se había interesado
El fracaso de las negociaciones con la china, que era el proyecto preferido, supusieron un revés en las negociaciones, en las que se evaluaron hasta 17 proyectos. A partir de ese momento, se postuló como candidato preferido al Hub.
La propia Chery se interesó por entrar en el proceso en octubre del 2022, poco después de que terminara el plazo para presentarse al concurso público iniciado para encontrar un sustituto. El fabricante, el segundo más importante de China, ya había sondeado la posibilidad de afincarse en Catalunya en 2019, en una iniciativa que no prosperó.
Goodman gana el concurso de la mano del hub
Finalmente, el concurso público finalizó dos años y medio después de la constitución de la mesa: en febrero de 2023, momento en el que el hub fue nombrado oficialmente el sucesor de Nissan. Aunque quien produce los vehículos será el hub, los terrenos fueron adjudicados formalmente a la multinacional australiana Goodman, que gestionará los terrenos y se quedará con una parte de la parcela para realizar actividad logística.
Actividad industrial y de automoción
A lo largo de la negociación, varios actores como el Consorcio de la Zona Franca pidieron que se ampliara el espacio para la logística en este terreno que hasta ahora había tenido un uso industrial y pagado un alquiler muy por debajo del precio de mercado. Sin embargo, las administraciones y los sindicatos presionaron para que el proyecto que sustituyera a la japonesa fuera también industrial y vinculado a la automoción, hecho que, como admiten todas las fuentes, ha complicado toda la operación.
“El objetivo estaba claro, podríamos haber optado por otra opción mucho más fácil y mucho más rápida, pero hemos optado por la que genera mayor valor en el país”, afirmó Torrent en una rueda de prensa.
Retrasos y obstáculos
Los retrasos no sólo fueron protagonistas de la fase de búsqueda de un nuevo inversor sino que continuaron una vez sabido quién era el ganador del concurso. Así pues, en un inicio, la previsión del hub era empezar a producir a inicios de 2024 y haber contratado a todos los empleados que se quedaron sin trabajo este ejercicio. En su día, prometieron movilizar 300 millones de euros en los primeros tres años de actividad.
Previamente, y cuando el concurso no estaba todavía cerrado, el proyecto también generó dudas al no obtener todas las garantías para acceder a los fondos europeos que había pedido para poner en marcha la planta multimodal de la Zona Franca. La previsión dada desde el principio era de producir 60.000 vehículos anuales a partir de 2026.
40 años de historia
El adiós de Nissan se anunció oficialmente en mayo del 2020. Tras meses de huelgas, se constituyó una mesa formada por la Generalitat, el Gobierno, los sindicatos y la propia Nissan para pilotar el proceso de reindustrialización de las tres fábricas, la de Zona Franca, la de Montcada i Reixac y la de Sant Andreu de la Barca, que finalmente acabó cayendo del proceso.
Los trabajadores han tenido que esperar más de dos años, durante los cuales se han ido agotando las prestaciones por desempleo, para volver a la antigua fábrica de Nissan, que tenía relación con Catalunya desde 1979.
