En Ciutat Vella es donde más locales han cerrado.

La demanda de espacios comerciales crece un 15% en Barcelona

El sector del retail cerrará este año con una cierta reactivación de las aperturas de nuevos establecimientos a pie de calle, tendencia que se prevé que se consolide en 2022, según la consultora inmobiliaria Laborde Marcet

La demanda para la compra o el alquiler de espacios comerciales ha crecido en torno a un 15% este año en Barcelona, ​​según la consultora inmobiliaria Laborde Marcet, que apunta que esta mínima reactivación del sector retail se consolidará en 2022. Ha sido en el cuarto trimestre del año cuando se ha registrado un mayor incremento del interés por alquilar o invertir en nuevos locales y con “propuestas más ajustadas a los precios de mercado”, explica Gerard Marcet, socio fundador de Laborde Marcet. Mientras, hasta agosto pasado, se apreciaba que muchas operaciones respondían a inversores u operadores inmobiliarios con perfil claramente oportunista que “ofrecían muy por debajo del precio de mercado”.

Por áreas de actividades, la consultora constata que a lo largo de este año el sector moda se ha consolidado y que existe la tendencia generalizada de unificar tiendas en flagship, buscando para este tipo de oferta una mejor ubicación y más metros cuadrados de espacio comercial. Respecto a las marcas de lujo, “las que más han sufrido con la pandemia porque su principal cliente es el turista”, ha habido mucha renegociación de las rentas de alquiler para ajustarlas a la baja. A estas alturas, prácticamente ya se ha absorbido toda la superficie disponible en las calles que frecuentan las marcas de lujo porque la demanda se reactivó a lo largo del año buscando una ubicación estratégica y poniendo el foco en arterias prime como el Paseo de Gràcia o la Rambla Catalunya.

Hay que tener en cuenta que, según datos de la consultora, en las calles más turísticas de la ciudad ha habido una reducción de los precios, con una disminución de las rentas que ha oscilado entre el 5% y el 50%, según la zona. “También es cierto que veníamos de unas rentas insostenibles para los operadores en determinadas ubicaciones con alta demanda comercial”, dice Marcet. Los inversores rusos y de Oriente Medio son los que más interés muestran en adquirir locales comerciales en Barcelona, ​​como sucede en el conjunto de España, concreta.

También ha crecido el empleo en la Avinguda Diagonal, que “siempre ha sido una avenida frecuentada principalmente por público local”, indica Marcet. El socio fundador de la consultora explica que “la ampliación de las aceras y la implantación de grandes marcas ha dado alas a esta avenida, que se ha convertido en una nueva arteria comercial, y ahora cabe esperar que el Ayuntamiento de Barcelona continúe con el plan de ampliación de aceras desde Paseo de Gràcia hasta Paseo de Sant Joan”.

La restauración ha ganado terreno al sector moda en el número de aperturas de nuevas superficies

Respecto a la restauración, 2021 ha sido el año para ganar terreno en el número de aperturas de nuevas superficies, frente a las aperturas del sector moda. Sin embargo, es destacable la apertura de tiendas físicas por parte de marcas de moda que anteriormente únicamente tenían presencia online. El interés por disponer de un local de venta directa al público se ha reafirmado en algunas actividades comerciales, comenta Marcet.

Sin embargo, hay zonas de Barcelona que aún arrastran el impacto negativo de la pandemia. Es el caso del distrito de Ciutat Vella, donde “calles como Portaferrisa o La Rambla todavía no despiertan el mismo interés que en 2019, y dudo que esto cambie hasta que no se consiga reactivar con más fuerza el flujo turístico”, subraya el experto. Ello ha comportado, en estas zonas, un cierto reajuste del diseño de la oferta comercial y de moda. Es destacable, por ejemplo, que en “La Rambla de Barcelona se ofrezcan ahora menús muy competitivos accesibles para trabajadores de la zona y para los vecinos de la ciudad cuando, antes de la pandemia, este tipo de oferta era inexistente en La Rambla y sólo se podía encontrar en las calles cercanas al paseo”.

Clientes en una terraza del Poblenou. © Laura Guerrero

En este sentido, Gerard Marcet manifiesta que el Ayuntamiento de Barcelona debería flexibilizar la restricción de actividades que estableció para los negocios comerciales en Ciutat Vella o, al menos, “regular con mayor precisión, calle por calle o tramo por tramo, para evitar que estas limitaciones se apliquen de forma idéntica en todo el barrio”. En su opinión, “daría más flexibilidad a la apertura de locales de alimentación, cafeterías con degustación, etc., porque es un tipo de negocio que da mucha vida a los barrios”.

La reactivación comercial pone de manifiesto, según Marcet, que la omnicanalidad se ha impuesto en el retail y la pandemia, a pesar del número de establecimientos que se han visto abocados al cierre, la ha reforzado como una alternativa para garantizar el futuro del sector. “No podemos hablar de un renacimiento de la tienda física, sino más bien que continúa la evolución hacia propuestas de establecimiento de venta directa donde la parte de la experiencia del usuario tenga mayor relevancia, frente al formato tradicional del punto de venta como escaparate”, explica.

En este mismo sentido, Gerard Marcet insiste en que la omnicanalidad consiste en transmitir la misma experiencia tanto al canal online como a offline y, por tanto, se traducirá en aspectos concretos como simplificar procesos de compra en la tienda para facilitar el pago con el móvil, agilizar la recogida de productos previamente comprados por Internet, y acentuar el control y trazabilidad de los productos adquiridos por cada cliente/usuario para poder dirigir acciones de márketing precisas en el futuro, entre otros.

carrer Gran de Gràcia
El eje comercial de la calle Gran de Gràcia. ©Ajuntament de Barcelona