La largamente reivindicada Casa de les Lletres tiene finalmente ubicación definitiva. El Palau Requesens acogerá a partir de 2027 un espacio que está llamado a ser referencial en el ámbito de la creación literaria, y que el sector demanda desde hace años. La espera ha valido la pena. Y no sólo para los creadores literarios, sino para la ciudadanía en general, y es que la futura Casa de les Lletres operará desde una voluntad de apertura hacia su entorno. El recinto del siglo XIII, oculto pese a estar a la vista en pleno Gòtic, dejará de ser un desconocido inaccesible para muchos, a través de este espacio cultural.
Prueba de esta apertura a la ciudadanía es la cafetería abierta al público que albergará el antiguo palacio en su planta baja. Lo hará en una gran estancia coronada por arcos medievales al estilo del renombrado Saló del Tinell del cercano Palau Reial. El espacio incluirá también una sala polivalente para eventos y para actos que ejerzan como punto de encuentro con la comunidad de creadores literarios catalanes. La actividad principal de las diversas entidades se desarrollará principalmente en las plantas superiores, ahora repletas de fondos bibliográficos, despachos y salas que serpentean de forma laberíntica alrededor de un patio interior y de muros que se asoman sobre el Gòtic desde la calle Sotstinent Navarro.
Esta comunidad será la nueva protagonista del palacio, que a lo largo de sus siglos de historia ha tenido usos que van desde palacio residencial hasta un almacén de tabaco, hasta que en 1917 pasó a ser la sede de la Reial Acadèmia de Bones Lletres, como ha recordado su presidente, Borja de Riquer. En la presentación de la futura Casa de les Lletres en el patio de entrada y a la sombra de su muralla romana, ha recordado que los orígenes de la entidad se remontan en el 1700 y que “fue una de las piezas fundamentales de la Renaixença catalana”.
El equipamiento contará también con espacios polivalentes abiertos a otros actores literarios vinculados a otros aspectos de la cadena de valor, como libreros y agentes literarios
Ahora, el histórico palacio pasará a ser la sede de la Institució de les Lletres Catalanes y de entidades dedicadas a la promoción literaria, como son la Associació d’Escriptors en Llengua Catalana (AELC), la Associació Col·legial d’Escriptors de Catalunya (ACEC), el PEN Català —estas tres ahora en el Ateneu Barcelonès—, Espais Escrits y el Consell Català del Llibre Infantil i Juvenil. Compartirán las instalaciones del nuevo equipamiento con la Reial Acadèmia de Bones Lletres, que ya tiene el palacio como sede a través de una cesión de uso del inmueble, que es propiedad de la Generalitat.
Obras de 4,8 millones
La puesta en marcha de la Casa de les Lletres, prevista en el Pla Nacional del Llibre i la Lectura de la Generalitat, requerirá adaptar el edificio, que ahora alberga diversos fondos que deberán encajarse en este proyecto. Las obras tendrán un presupuesto de 4,8 millones de euros y se llevarán a cabo en dos fases, para que la Reial Acadèmia de Bones Lletres no vea interrumpida su actividad.
Los trabajos para reformar el palacio se adjudicarán previsiblemente durante el tercer trimestre de este año, después de un concurso de proyecto arquitectónico que se planteará por el hecho de estar catalogado como un Bien Cultural de Interés Local (BCIL). La previsión es que las obras terminen en el último trimestre de 2026, y que la Casa de les Lletres esté en pleno funcionamiento durante el primer trimestre de 2027. El equipamiento contará también con espacios polivalentes abiertos a otros actores literarios vinculados a otros aspectos de la cadena de valor, como libreros y agentes literarios. Los usos concretos de cada espacio se detallarán en un plan funcional del edificio que la Generalitat está elaborado en colaboración con las entidades.
La futura Casa de les Lletres se diseñará con el objetivo de dinamizar la creación literaria. “Es un sector muy importante para nuestra literatura, y es el más frágil de nuestra cadena de valor”, ha resaltado la consellera de Cultura, Natàlia Garriga. Con este equipamiento cultural, los colectivos de creación literaria podrán ampliar sinergias y colaboraciones. Así lo cree el director de la AELC, Sebastià Portell, que ha recordado que a lo largo de dos décadas diversas administraciones de variados colores políticos han planteado impulsar el proyecto sin que llegara a materializarse.
La consellera ha destacado que el proyecto también ambiciona “dinamizar desde la mirada local esta parte de Barcelona”. Su ubicación, a escasos metros de la Plaza Sant Jaume y escondida tras una fachada con ventanales al final de la menuda calle Bisbe Caçador, no sólo la conectará la Casa de les Lletres con el corazón histórico de Barcelona, sino que también facilitará su intercambio con otro relevante equipamiento: la futura Biblioteca Central, que se ubicará junto a la Estación de França. Los escasos diez minutos que separarán ambos espacios culturales permitirán generar sinergias entre la futura gran biblioteca y el que será un polo de referencia de la creación literaria en Catalunya.
