El fomento de las tecnologías deep tech, en todos sus ámbitos de aplicación, será una de las responsabilidades del nuevo centro de investigación y desarrollo que han constituido la Universidad Politécnica de Catalunya-BarcelonaTech (UPC) y la compañía Fractus, especializada en el desarrollo de antenas fractales. El centro nace con una clara vocación de impulso a la investigación en soluciones tecnológicas disruptivas basadas en retos científicos (deep tech), que demuestren un gran potencial para salir al mercado y que tengan un impacto social.
De esta forma, los impulsores quieren contribuir a la creación de empresas emergentes y filiales, escisiones o empresas derivadas de la UPC que ya se hayan focalizado en este ámbito de investigación. La universidad tiene una larga trayectoria en I+D+i en el sector deep tech, además de una estrecha relación con más de 2.000 empresas de diversos sectores, por lo que ya dispone de una masa crítica en el campo de la investigación y la innovación en soluciones tecnológicas disruptivas.
A lo largo de los próximos meses, se detallará el plan de trabajo del centro para el año 2023. En líneas generales, se llevará a cabo un cribado de todos los proyectos en marcha de los diferentes grupos de investigación de la UPC vinculados a soluciones deep tech. Asimismo, se trabajará en el diseño de las posibles estructuras de financiación, ya sea pensando en los instrumentos de que dispone la propia universidad, en la contribución de Fractus o en capital de terceros, según explican fuentes de la universidad a The New Barcelona Post.
Por otro lado, destaca la experiencia que puede aportar Fractus, una compañía que se ha convertido en internacional y que se constituyó en 1999 como spin-off de la UPC. Liderada por Rubén Bonet y por el profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Telecomunicación de Barcelona de la UPC Carles Puente, Fractus se ha posicionado como una compañía pionera en el desarrollo de tecnología de antenas internas para teléfonos móviles, tabletas y otros dispositivos inalámbricos en el campo del Internet de las Cosas (IoT).
Especializada en las nuevas aplicaciones de la tecnología fractal y de otras tecnologías emergentes, la compañía catalana tiene una cartera de derechos de propiedad intelectual de más de 30 invenciones protegidas a través de más de 120 patentes y solicitudes de patente en los Estados Unidos, Europa y Asia.
La actividad del hub —que recibirá el nombre de Fractus-UPC Deep Tech Hub— se centrará en la investigación, la innovación y la transferencia de conocimiento en ámbitos como la movilidad y la logística, los materiales, la sostenibilidad, el urbanismo, la información y la comunicación, la ingeniería biomédica y las tecnologías medioambientales y energéticas. La iniciativa también se focalizará en las áreas emergentes de la computación cuántica, la fotónica, la inteligencia artificial, la ciberseguridad, la robótica, la electrónica y los materiales avanzados.