El equipo directivo de bnc10: David Montanyà, Manel Vallet, Albert Llorens y William McCahey.

bnc10 lanzará una ronda de cinco millones para adquirir su licencia propia para operar como neobanco

La fintech barcelonesa creada en 2018 por Manel Vallet, David Montanyà y William McCahey ha estado alquilando hasta ahora la licencia EMI, que es la que necesitan las instituciones que quieren emitir dinero electrónico. Los recursos les tienen que servir también para contratar a más personal y abrir una sucursal en México.

La fintech fue el primer neobanco que se creó en la capital catalana, ubicación escogida para encontrar la inversión y el talento necesario para que su modelo de negocio funcionara. bnc10, que se presenta como una alternativa a las burocracias y la letra pequeña de los bancos tradicionales, reivindica su vinculación con Barcelona como uno de sus principales atributos. No solo por el panot que les sirve de logo, sino también porque muchos son los que confunden su nombre y escriben las siglas de la ciudad, incluso, dentro de la misma organización.

Neobanco quiere decir que el dinero es virtual y no físico. bnc10 no da créditos ni ofrece hipotecas. Ni el producto ni la manera de funcionar encajan en cómo se ha hecho siempre: tienen la operativa preparada para que los usuarios puedan abrir una cuenta y empezar a operar en solo cinco minutos a través de su app, según remarca uno de sus cofundadores, David Montanyà. Pero también se diferencian en la comunicación con los clientes, que se hace a través de WhatsApp o Telegram.

Desde su fundación en 2018 por Manel Vallet (Hoteles Catalonia), David Montanyà y William McCahey y su salida al mercado en 2019, bnc10 ha estado alquilando la licencia EMI, que es aquella que necesitan las instituciones que quieren emitir dinero electrónico y poder hacer pagos. Para este año, la startup se ha fijado como objetivo cerrar su primera ronda de serie A, por cinco millones de euros, explica Montanyà. Los recursos que esperan obtener también les tienen que servir para continuar creciendo, sumando más usuarios y contratando a más personal, y abrir su primera sucursal en América Latina, concretamente, en México.

La empresa emergente liderada por Albert Llorens ha conseguido captar unos cuatro millones de euros en diferentes rondas durante sus más de dos años de vida. La primera fue en 2018, con una ronda seed por 1,6 millones de euros; la segunda, en 2019, cuando obtuvieron 1,1 millones, y la tercera, en 2020, la primera abierta al público, a través de Crowcube, donde pedían 300.000 euros y más que multiplicaron por cuatro la cifra inicial.

Más de 50.000 usuarios activos

Con una plantilla de 20 trabajadores, bnc10 cuenta con unos 300.000 usuarios registrados en su aplicación móvil. De estos, más de 50.000 son activos y han transaccionado más de 40 millones de euros a través de la plataforma. La startup, que no da cifras registradas de facturación ni previsiones, ofrece una serie de servicios gratuitos, como abrir una cuenta corriente con IBAN español, hacer pagos o transferencias con el móvil, y domiciliar recibos, mientras que monetiza otros, como los pagos que se hacen a través de su tarjeta de prepago o la contratación de seguros.

bnc10 ofrece servicios gratuitos, como abrir una cuenta y hacer transferencias, y monetiza otros, como los pagos que se hacen a través de su tarjeta

Hoy por hoy, los servicios que pagan los usuarios de bnc10 representan una pequeña parte, pero la fintech espera que cojan fuerza este 2021. El perfil de clientes son jóvenes profesionales, pero también expatriados y estudiantes. En este sentido, uno de los puntos fuertes del neobanco barcelonés es que permite cambiar divisas, sacar dinero o pagar en el extranjero sin comisiones o abrir gratuitamente cuentas compartidas para viajes, compañeros de piso o parejas.

Echa de menos el Pier 01 de Barcelona Tech City

La fintech empezó su trayectoria en el Pier 01 de Barcelona Tech City, pero, como tantas otras startups que han nacido en este espacio, acabó necesitando más metros cuadrados para su equipo en expansión y se marcharon a un coworking en la calle de Aragón, entre Nápoles y Roger de Flor. Montanyà explica que echan de menos el ambiente que se respiraba en el Pier, donde las visitas de inversores y empresas extranjeras eran constantes y los contactos con los otros agentes del sector surgían de manera espontánea.

El hub financiero que Barcelona Tech City está desarrollando en la Bolsa de Barcelona se abre como una oportunidad para bnc10, a quien se le ha ofrecido trasladarse al nuevo edificio cuando esté listo. “Estará todo el mundo. Como primer neobanco de Barcelona nos interesa porque donde no llegas tú solo, llegas con otras empresas”, resume Montanyà.

La fintech contempla el traslado al hub que Barcelona Tech City está desarrollando en el edificio de la Bolsa.