Desde su llegada a Fira Gran Via, el 4 Years From Now (4YFN) ha demostrado que se merecía el ascenso, convirtiéndose en una de las zonas del Mobile World Congress (MWC) donde siempre hay más bullicio. Con un look más informal, los emprendedores desprenden una energía que nada tiene que ver con la seriedad de los asistentes que se encuentran por el resto del salón.
Poco ha importado que en esta edición le haya tocado estar en el pabellón 8, el más alejado de la entrada principal. Una pasarela a ritmo de música y luces animaba a adentrarse en el espacio para emprendedores. “Nos ha dado mucha confianza ver que el asistente al 4YFN es muy fiel”, sostiene su director, Pere Duran.
Paseando estos días por los pasillos del 4YFN no cabía ni un alfiler. Incluso había momentos en los que costaba abrirse paso, una sensación antes reservada exclusivamente a la marabunta que se amontona frente las últimas novedades de las grandes multinacionales de telecomunicaciones. Incluso ha habido quien se ha agobiado, encajonados y sin espacio para que nadie se parase en su estand. “Hemos superado todas las expectativas. Ha venido mucha más gente y nos hemos quedado sin espacio en el pabellón”, expone Duran. Con la participación de casi 800 empresas emergentes de más de 35 países, algunas se han tenido que quedar fuera, en un pasillo un poco desangelado, solo de camino para los que se salían o los que se dirigían al Beat Barcelona, la terraza en la que tomarse algo cuando se acaba el día.
Por ello, Duran explica que prevén expandirse el año que viene, no solo ocupando la planta 1 del palacio 8 (8.1) sino también la planta 0 (8.0), equivalente a otro pabellón. La ampliación del 4YFN pondrá el foco en la salud digital y la sostenibilidad, sectores que cada vez ocupan más espacio en el congreso, especialmente el primero con la participación de agentes especializados como Biocat y Barcelona Health Hub (BHH), así como de otros más genéricos que también se centran en esta vertical.
“La inversión del futuro ha pasado de la energía a la salud”, señala José Ibeas de Anais Medical, una spin-off del Hospital Parc Taulí que forma a estudiantes y profesionales de la salud mediante realidad virtual y modelos de simulación. Es su primer 4YFN y, como médico, valora los contactos que está haciendo, una práctica que queda muy lejos del hospital: “Entras rápido en el mercado”.
Las innovaciones en salud no se acaban. Hay startups que buscan nuevos fármacos como Nuage Therapeutics, centrada en el cáncer, y otras que desarrollan nuevos dispositivos como el que ha creado Time is Brain para el ictus o Inbrain Neuroelectronics para el Parkinson y la epilepsia. Pero también hay programas de Inteligencia Artificial (IA) como el de Emocional que detecta el estrés de los trabajadores, o Famba, una app de asistencia médica remota que el Hospital Clínic ha diseñado para cuando se viaja al extranjero.
Las propuestas disruptivas se mezclan con empresas ya consolidadas. Y algunas hasta dan el salto al MWC, como Rob Surgical, una spin-off de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) que se ha estrenado en el congreso en un espacio dedicado a los hospitales del futuro. La compañía propone una plataforma de cirugía que combina la intervención manual y la robótica, y ya está trabajando para incorporar nuevas tecnologías como el machine learning y la IA.
Muy cerca, la fundación Mobile World Capital Barcelona (MWCapital) ha presentado un proyecto piloto de telemedicina para pacientes en diálisis. Extendiendo la innovación más allá de las startups y añadiendo a instituciones y corporaciones, con la colaboración del Ayuntamiento de L’Hospitalet, el Hospital de Bellvitge y Vodafone, la solución permite resolver remotamente las dudas que pueden tener los pacientes sobre el tratamiento y las máquinas de diálisis, una necesidad que surgió en pandemia.