La Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) ha decidido reformular su relación con las empresas para conseguir sacar más partido a los activos de los que ya dispone, muchas veces inaccesibles para la gran mayoría por no saber de su existencia o cómo dar con ellos, y garantizar así una mayor transferencia tecnológica, la gran asignatura pendiente del sistema universitario. También tiene que servir para maximizar los recursos que obtiene a través de acuerdos con compañías, con más de 1.900 convenios y proyectos de investigación en marcha. Actualmente, un 25% del total de los fondos que consigue para I+D proviene del sector privado, cifra que el año pasado se situó en los 20 millones de euros.
“Nos gustaría que el primer pensamiento que les venga a la cabeza a las compañías cuando tengan un problema sea llamar a la UPC porque sepan que alguna idea buena les daremos y a lo mejor se lo resolveremos. Queremos estar más presentes en el imaginario de las empresas y que sepan que somos un recurso a su disposición”, defiende su rector, Daniel Crespo. Con ese objetivo, la institución ha creado un programa con el que quiere facilitar la gestión de los servicios que presta a las compañías, muchas veces a través de múltiples frentes, y hacer más alcanzable una amplia cartera formada por 3.500 investigadores y 210 grupos de investigación repartidos en 18 centros ubicados en diferentes ciudades.
El nuevo programa Connèxia, articulado a través del Centro de Innovación y Tecnología (CIT), establecerá la figura de un gestor, formados en la universidad pero con experiencia en la industria para saber qué necesitan las compañías. Serán ellos los encargados de ser el punto de contacto entre la UPC y las empresas, centralizando los trámites y evitando que se tengan que ir peleando para intentar encontrar el departamento que les puede ayudar a probar una nueva tecnología.
“Nos tiene que servir para profesionalizar la relación con las empresas”, remarca Crespo. Pero no solo consistirá en simplificar los trámites, sino que también se confeccionará un traje a medida pensado para cada caso. El programa evaluará las necesidades de las empresas y definirá la aproximación más adecuada para solucionarlas, además de detectar nuevas oportunidades de colaboración. Esto incluirá poner a su disposición investigadores y laboratorios y transferirles conocimiento, pero también ayudarles a atraer talento, un reto cada vez más difícil para las firmas ante una demanda que excede la oferta. “Todo está orientado a que las empresas obtengan valor”, expone el director de Connèxia, Jordi Martín.
En un principio, Connèxia está pensado para grandes y medianas empresas que ya tengan relación con la UPC y quieran mantenerla en el largo plazo con la voluntad de “convertirse en socios estratégicos y buscar el beneficio mutuo”, según señala su rector. Se firmará un convenio a tres años vista y la cuota anual que tendrán que pagar será de 100.000 euros para acceder a un pack básico de servicios, fijado desde un principio para garantizar que hay un progreso pero con capacidad de adaptarse a medida que ambas partes se entienden mejor.
La UPC será la primera universidad española con este modelo de transferencia tecnológica, bebiendo de la experiencia de otros centros internacionales como el Instituto Politécnico de Lisboa. La universidad barcelonesa lleva unos años probándolo con una multinacional con sede en Catalunya, cuyo nombre no puede comunicar. Hace menos tiempo, se ha sumado Fractus, spin-off de la UPC que fue pionera por sus antenas internas para los teléfonos móviles y se convirtió en internacional. A raíz de su participación en Connèxia, se ha creado un centro de tecnologías disruptivas. La tercera en contratar el nuevo programa será Schneider Electric. La previsión es llegar a entre 15 y 20 empresas en los próximos cinco años. Más adelante, se espera poder abrir el programa a organizaciones más pequeñas.
“Las empresas que ya lo han probado nos dicen que antes tenían relación con la UPC, pero que ahora la conocen bien”, explica el delegado del rector adjunto al Vicerrectorado de Transferencia, Innovación y Emprendimiento Josep Lluís Larriba. Por el momento, el equipo detrás de Connèxia está formado por su director y un primer gestor de cuentas. Se prevé que esta figura se encargue de entre cuatro y cinco empresas, por lo que se irán contratando a más gestores cuando se vaya ampliando el portfolio de clientes.