La empresa emergente Pharmacelera ultima una ronda de 1 millón de euros, con la que podrá llegar a Estados Unidos y exportar su tecnología para desarrollar nuevos medicamentos. La operación, que se prevé cerrar en los próximos días, estará liderada por un inversor de Sillicon Valley, cuya identidad no se ha comunicado, y se verá complementada por una campaña de equity crowdfunding que han abierto en Capital Cell.
Se trata de la segunda ronda de financiación de la compañía deeptech, después de haber captado 1 millón de euros en 2021, a través de la misma plataforma de equity crowdfunding. Hasta la fecha, Pharmacelera ha levantado 3,7 millones de euros, entre fondos públicos y privados. Le han apoyado agentes como Acció, el CDTI, Enisa, el European Innovation Council (EIC) y la Mobile World Capital Barcelona (MWCapital). También ha sumado a inversores de IESE y Esade.
La startup fue fundada por Enric Gibert y Enric Herrero en 2015. Ambos habían trabajado en el campo de la computación de altas prestaciones y se habían conocido en la multinacional Intel. Decidieron aprovechar su experiencia para crear Pharmacelera, una plataforma computacional que ayuda a descubrir cuáles son las moléculas candidatas con más probabilidades de convertirse en un fármaco efectivo. A partir del uso de la inteligencia artificial y algoritmos de mecánica cuántica, la tecnología que han desarrollado ha permitido detectar moléculas que tienen tres veces más probabilidades de superar con éxito los ensayos clínicos.
Pharmacelera comercializa su plataforma a empresas biotecnológicas y farmacéuticas, así como a grupos de investigación de universidades y centros públicos. Actualmente, cuenta con una cartera de 15 clientes, el 95% fuera de España y la mayoría en Reino Unido y Estados Unidos. Teniendo en cuenta que el mercado americano es también el más dinámico y el más importante para los sectores con los que trabajan, han decidido abrir una sede en el país, con la ubicación concreta y el personal necesario aún por concretar.
Con sede en el Parc Científic de Barcelona (PCB), la compañía deeptech prevé multiplicar por cinco su facturación en los próximos tres años tras su llegada a Estados Unidos. De cara a 2024, espera empezar a registrar beneficios. La plantilla se sitúa en los 20 trabajadores.
