Los hoteles se están reinventando y están explorando vías de ingresos alternativas ante la desaparición de los turistas internacionales a corto plazo. Desde proponer pasar la noche a los barceloneses con cena y desayuno incluidos hasta preparar sus habitaciones para teletrabajar y hacer reuniones. La última propuesta consiste en entrar en el mercado del alquiler, ofreciendo habitaciones para estancias largas. Badi, plataforma para alquilar habitaciones en pisos compartidos, ha decidido apostar por esta vía y pondrá a disposición de sus usuarios unas 400 habitaciones de hotel.
La empresa emergente está a punto de cerrar acuerdos con diferentes cadenas hoteleras para transformar sus habitaciones a la modalidad de alquiler de larga duración y aún no quiere concretar cuáles serán los establecimientos que ofrecerá ni donde se encuentran. El fundador y consejero delegado de Badi, Carlos Pierre, explica que la pandemia ha incrementado considerablemente la oferta disponible de habitaciones para alquiler, tanto de particulares que han empezado a alquilar las que tienen vacías en casa como de hoteles o apartamentos turísticos. Todos ellos están buscando una manera de obtener más ingresos a raíz de la covid-19, que ha provocado una profunda crisis sanitaria, económica y social.
Para Pierre, esta iniciativa supone facilitar una transformación en el modelo de negocio de los hoteles, creando un nuevo tipo de cliente y utilizando sus activos de una manera más eficiente. “Esta alianza permite introducir una nueva herramienta de futuro que contribuirá a dinamizar un sector que coyunturalmente está sufriendo gravemente las consecuencias de la crisis actual”, remarca Pierre. “Gracias a nuestra tecnología, los hoteles podrán ampliar, diversificar y desestacionalizar su oferta”, añade. Concretamente, la plataforma barcelonesa señala que las cadenas hoteleras pueden llegar a destinar hasta un 20% de sus habitaciones al alquiler.
Badi ampliará así su catálogo de servicios y pasará a tener un modelo híbrido de alojamientos, con habitaciones privadas en pisos compartidos y habitaciones de hoteles. “Somos una compañía joven y dinámica. Por eso, nuestra estructura nos permite tener la agilidad suficiente para adaptar de una manera muy rápida nuestra estrategia a las tendencias que vayamos detectando en cada momento”, expone Pierre. Este nuevo tipo de producto también significa para la plataforma avanzar hacia el coliving, aprovechando que los hoteles dan la opción de poder dormir, trabajar y comer en un mismo lugar.
Prevé una nueva ronda para el año que viene
Fundada en 2015, Badi, conocida como el Tinder de los compañeros de piso, ocupa a unos 100 trabajadores, todos ellos en Barcelona, después de que la empresa emergente tuviera que dar marcha atrás en su plan de abrir oficinas en Nueva York y haya centralizado en la capital catalana la plantilla que tenía en Berlín y Londres por la crisis del coronavirus
La pandemia también ha coincidido con las pruebas que ha empezado a hacer para monetizar parte de su actividad, con la creación de servicios especiales para aquellos que quieren alquilar sus habitaciones, como que sus anuncios se vean más que otros o un sistema de recomendación de posibles inquilinos.
Para el año que viene, espera poder contratar a más personas y abrir una nueva ronda de financiación. Desde su lanzamiento, la plataforma ha conseguido levantar 45 millones de dólares en cinco rondas de financiación lideradas por fondos de inversión de Estados Unidos, como Goodwater Capital, con la obtención de un total de 30 millones de dólares en la última que hizo.