La emprendedora de origen chino Lilin Yang, fundadora de la firma barcelonesa MiiN Cosmetics, ha encontrado a dos compañeros de viaje de lujo para que le acompañen en su ambicioso proyecto de crecimiento, que aspira a alcanzar los cien establecimientos de venta de cosmética coreana en 2028. Se trata de Javier Rubió y de Dídac Lee, dos referentes del ecosistema emprendedor barcelonés y, actualmente, socios directores de Galdana Ventures, un grupo inversor liderado por emprendedores de éxito del sector tecnológico que cuenta con unos activos bajo gestión de 1.800 millones de euros.
Barlon Capital, sociedad de capital riesgo liderada por Rubió y que se integra ahora dentro del perímetro de Galdana Ventures, ha entrado en el accionariado de MiiN Cosmetics, donde ha tomado una participación minoritaria del 15%, según avanza Yang a The New Barcelona Post. Tanto Rubió, que fue cofundador de la consultora de telecomunicaciones Cluster, como Dídac Lee, cofundador de Tradeinn y de Inspirit, se incorporarán al consejo de administración de Miin.
Hasta ahora, el capital de la empresa estaba integrado únicamente por Lilin Yang y por un socio suizo que la ha acompañado desde que fundó el negocio en 2014, aunque no está en el día a día de la compañía. La emprendedora asegura que MiiN Cosmetics ha sido rentable desde el primer día y que ha financiado todo su plan de expansión con recursos propios. “Yo no estaba buscando socios ni realizar ninguna ronda de inversión; podemos seguir autofinanciando perfectamente nuestro crecimiento los próximos cinco años”, destaca Yang, tras añadir que la incorporación de Barlon Capital “no es una operación financiera, sino que tiene un carácter estratégico”.
La joven empresaria explica que el año pasado conoció a Dídac Lee, que se interesó por su negocio y le demostró sentir “una gran pasión por su proyecto empresarial”. Yang comprobó que conversando con Lee y, posteriomente también con Rubió, accedía a ideas y puntos de vista muy enriquecedores para su negocio, por lo que les propuso incorporarse como socios para que aportaran sus conocimientos, visión estratégica y su dilatada experiencia empresarial a MiiN Cosmetics. “No hemos levantado ninguna ronda, pero Barlon aporta un perfil muy interesante para nuestra empresa; sus ideas, experiencia y opiniones, su visión desde fuera del mundo de la cosmética y amplia red de networking nos serán muy útiles para avanzar con nuestro proyecto”, explica la fundadora. Yang admite que, además, la compañía refuerza su músculo financiero, lo que permitirá poder aprovechar mejor las oportunidades de crecimiento que surjan en el mercado.
“En Barlon siempre estamos a la búsqueda de oportunidades de inversión que puedan ser interesantes y, desde hace tiempo, vimos que MiiN era una opción que podría encajar a la perfección en nuestro portafolio de empresas participadas. La trayectoria de crecimiento exponencial de la compañía, con un modelo de rentabilidad bien definido, y el liderazgo de Lilin hacen que cuando se presentó la oportunidad, no la dejáramos escapar”, afirma Javier Rubió. Entre otras compañías, Barlon Capital también ha invertido en Vicio, GoodNews, Paack, Recomotor, Alohas y Flax & Kale.
Crecimiento del 60% en 2023
MiiN Cosmetics cuenta actualmente con una red de 23 establecimientos propios, de los cuales 17 están en España y el resto en París, Múnich, Roma y Milán. En 2023, la marca experimentó un crecimiento del 60%, con unas ventas de 19 millones de euros, una cifra que este año volverá a dispararse gracias a un plan de aperturas que contempla 16 nuevos puntos de venta en los cuatro países donde opera la marca: España, Italia, Francia y Alemania.
Recientemente, MiiN Cosmetics ha abierto tiendas en San Sebastián, Santander, Alicante y Mallorca y en las próximas semanas se reforzará en Italia con nuevos establecimientos en Turín y Roma (2). También busca nuevos locales en Barcelona y Madrid y quiere establecerse en ciudades como Marbella y Granada. El objetivo de Yang es alcanzar los cien puntos de venta en 2028. Para 2024, la facturación prevista es de 30 millones. La plantilla de la empresa suma ya 160 personas.
Según la empresaria, el mercado de la belleza está en alza y cada vez hay un mayor conocimiento y apetito por los productos made in Korea, un país que ha visto acelerar la exportación de su cultura gracias a exitosas series de televisión como El juego del calamar. “En Corea, el negocio de la cosmética es muy importante; es ya el tercer mayor exportador del mundo en este sector, por detrás de Francia y Estados Unidos”, afirma. Yang destaca que el cuidado extremo de la piel forma parte de la cultura coreana, que pone el foco no tanto en el tratamiento, sino en la prevención mediante el seguimiento de unas estrictas rutinas y el uso de unos productos de alta calidad que son fruto de una “inversión muy fuerte en I+D para la mejora continua de las fórmulas”.
MiiN Cosmetics, que tienen una flagship de Balmes —en el histórico edificio Bella Aurora— importa actualmente unas 35 marcas de cosmética coreana y ha ido diversificando también su gama de productos, al incorporar maquillaje, artículos para el cuidado del cabello y perfumes. El siguiente paso será la importación de maquinaria o de dispositivos de belleza de uso doméstico, como los aparatos de radiofrecuencia facial. La empresa cuenta con dos marcas propias, Meisani y Ondo, desarrolladas a partir de 2020 y fabricadas por proveedores coreanos.
La clave del éxito de MiiN radica en el hecho de que su negocio no se sustenta únicamente en el retail. Las más de 30 marcas líderes del país asiático que importa en exclusiva a Europa no solo las vende en su red de tiendas propias, sino también a otras importantes cadenas del sector como Sephora o Douglas. Es decir, además del canal B2C o de venta directa al consumidor final, la compañía tiene un importante negocio de distribución o venta mayorista (B2B) que genera ya alrededor del 35% de sus ventas. Esta estrategia se complementa con un tercer canal que también es estratégico para la marca, la tienda online, disponible en prácticamente todos los países europeos. “Cada canal aporta alrededor de un tercio de la cifra de negocio”, explica Yang, un equilibrio que considera básico y que le ofrece “seguridad” porque le permite hacer frente a las posibles crisis o ciclos que puedan producirse en cada una de las tres divisiones.