Vista aérea Barcelona
Vista aérea de Barcelona con la torre de Sant Sebastià. © HEMAV

El Cercle d’Economia reclama ambición y coraje político al Ayuntamiento y la Generalitat

La organización empresarial se muestra decepcionada con ambas administraciones por su falta de pragmatismo y de diálogo con la iniciativa privada, a la vez que confía en las herramientas de las que disponen Barcelona y Catalunya para aprovechar las oportunidades que ofrece la nueva economía. Para reconducir la falta de liderazgo, pone el foco en sectores como el turismo, la economía verde y las ciencias de la salud.

“Hoy ni Barcelona ni Catalunya disponen de un modelo de prosperidad compartido y que cuente con la complicidad de todos los agentes. Por lo tanto, nuestra capital y nuestro país están arriesgando el futuro de todo el mundo: podemos quedar atrapados en una espiral de irrelevancia económica, de decadencia lenta pero inexorable”. Así de contundente se ha mostrado el Cercle d’Economia en una nota de opinión publicada este miércoles. La organización empresarial pide ambición, realismo, consensos amplios y coraje político tanto al Ayuntamiento de Barcelona como a la Generalitat para garantizar “un modelo de prosperidad compartido, consensuado y que llegue a todo el mundo” que pueda revertirlo. A pesar de la dureza, se muestra “profundamente optimista” sobre las oportunidades de Barcelona y Catalunya, remarca a la nota, puesto que disponen de “las mejores herramientas para aprovechar las posibilidades que nos ofrece la nueva economía del siglo XXI”.

En concreto, el Cercle critica la falta de pragmatismo y de diálogo con la iniciativa privada de ambas administraciones, además del tacticismo, el cortoplacismo y la carencia de acción de las políticas que promueven. “De existir un modelo de desarrollo económico por parte de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, a menudo es fuertemente ideológico, con falta de pragmatismo. Otras veces son modelos que generan confrontación y, por lo tanto, difíciles de ejecutar en sociedades tan complejas y diversas como las nuestras. A menudo las actuaciones se diseñan sin contar con la iniciativa privada y la empresa, o directamente van en contra. Son modelos que no entienden que sin inversión privada es imposible transformar una realidad, y son ambiciosos en los derechos, pero nunca hablan de obligaciones”, censura.

También señala que defender desde el Ayuntamiento y la Generalitat el decrecimiento es una irresponsabilidad. “El decrecimiento no es creíble ni siquiera en el ámbito del cambio climático. En los países industrializados se está demostrando que se pueden compatibilizar el crecimiento económico y la disminución de emisiones”, defiende. En este sentido, expone políticas que se han hecho en países como Alemania, Países Bajos y Portugal, y ciudades como París y Milán. De Alemania, destaca su modelo político que fomenta la “prosperidad compartida” y pone como ejemplo la autorización de una planta de Tesla de 600.000 metros cuadrados. La nueva fábrica se espera que genere 12.000 puestos de trabajo, pero ha recibido críticas por la tala de 97 hectáreas de pinos. Finalmente, la justicia ha autorizado el proyecto. En los Países Bajos, un caso similar, el de la ampliación del Puerto de Róterdam, que necesitó la aprobación europea porque afectaba a áreas de la Red Natura 2000.

Para reconducir la “decepción” con la Generalitat y el Ayuntamiento, la organización pone el foco en cinco sectores estratégicos que pueden servir para impulsar a la ciudad y Catalunya. La digitalización y la innovación científica y tecnológica, la nueva economía verde, las ciencias de la vida y la salud o el impulso a la industria son algunos de los ámbitos económicos en los que hay que focalizar. También está el turismo, que el Cercle cree que se tiene que rediseñar para compensar sus externalidades negativas y evitar el monocultivo, pero sin limitar, prohibir o evitarlo. En este sentido, apuesta por revisar el modelo de seguridad y la reforma urbanística que se está haciendo, que ve como elementos que difícilmente pueden atraer visitantes de más calidad. “Nuestros propios actos generan una estigmatización negativa de Barcelona”, remarca.

Otra cuestión que la organización considera que también perjudica poder mejorar el modelo turístico actual es la negativa a ampliar el Aeropuerto de Barcelona. “La conexión directa de Barcelona al mundo es esencial, no solo para atraer turismo de más calidad, sino especialmente para abrir grandes oportunidades de dinamizar nuestro tejido económico, empresarial y emprendedor”, sostiene. Es por eso que pide a todas las administraciones que trabajen para que la ampliación sea una realidad y valora positivamente los planteamientos alternativos que se han dado a conocer en los últimos días.