En el marco del plan estratégico Broseta Horizonte 25, el despacho valenciano de servicios jurídicos que preside Manuel Broseta, acaba de abrir oficina en Barcelona, con un equipo propio de profesionales que ya operaba en Catalunya y que se integran plenamente en la organización. Se trata del bufete Broseta, con 50 personas, 45 de ellas abogados, liderados por seis socios que contaban con su propia estructura societaria desde el año 2006. El despacho lo dirige Toni de Weest Prat (que proviene de Andersen Tax & Legal), que trabaja con los socios Álvaro Gámez, José María Rebollo, Carlos Salinas, José Luis Aguilar y Ramón Faus.
Los responsables de Broseta argumentan que, tras las oficinas de Valencia, Madrid, Lisboa y Zúrich, Barcelona era una expansión natural en el marco del arco mediterráneo, dado “nuestro origen valenciano y nuestro posicionamiento en Madrid”. Destacan su posicionamiento como centro empresarial y económico de primer orden en el que “toda firma de servicios jurídicos con aspiración de crecimiento debe tener presencia”.
“Una plaza con una intensa actividad empresarial y una referencia de primer orden para el emprendimiento y para el desarrollo profesional de proyectos vinculados con la digitalización y la inversión empresarial (en especial en sectores como el inmobiliario, turismo, financiero, etc.)”, concreta Rosa Vidal, socia directora de Broseta.
La firma valenciana tiene oficinas en Madrid, Lisboa y Zúrich
Vidal añade que el despacho ofrecerá en Barcelona labores de asesoramiento multidisciplinar en todos los ámbitos del Derecho de los Negocios, y en especialidades. Y destaca, ente otros, el sector inmobiliario, startups, agroalimentario y turismo, y prácticas como procesal-arbitraje, derecho bancario y financiero, compliance, fiscal internacional, medio ambiente, M&A, urbanismo, reestructuraciones e insolvencias y regulatorio. “Junto a ello, y en base a la experiencia consolidada de Broseta, podremos también ofrecer un servicio in situ en la plaza a muchos de nuestros clientes en el resto de la geografía peninsular, cuestión que era ya muy demandada por algunos de ellos”, explica.
En opinión de Toni de Weest Prat, en la capital catalana Broseta ofrecerá dos focos de claro valor añadido. Por un lado, “la capacidad de servicio que ofrecemos a las compañías tras esta operación es más amplia, profunda y especializada, en base a la experiencia de los compañeros que operábamos en Barcelona, y a la que ya tenemos de manera propia en plazas complejas y de mucha intensidad empresarial como Madrid, Valencia y Lisboa”.
Junto a ello, Broseta ofrece a sus clientes “una posición de partnership, porque participamos de la estrategia de su negocio como miembros de su equipo, con una estructura ágil y flexible que nos permite adaptarnos a entornos complejos con proactividad, y un equipo de socios cercano, proactivo e involucrado con el cliente en cada decisión relevante”.
En este sentido, Broseta se dirige de manera esencial a medianas y grandes compañías, que son el grueso de su cartera de negocio, “si bien también préstamos asesoramiento específico a clientes particulares en necesidades vinculadas con nuestro ámbito de trabajo, como puede ser la gestión patrimonial, la fiscalidad de altos directivos, conflictos laborales de alta complejidad, asuntos penales en el ámbito de la empresa, etc.”, añaden.