Luis Seguí, consejero delegado y cofundador de Miura Partners.

Luis Seguí: “Las inversiones de impacto elevan el valor estratégico de las empresas”

El consejero delegado de Miura Partners destaca en Matins Esade que "crear valor es un arte" y relata como la firma de inversión con sede en Barcelona ha optado por ir más allá del retorno y poner el foco en lograr que sus participadas persigan un propósito y generen impacto

Crear valor. Esta es una de las expresiones más utilizadas en el sector empresarial y de la inversión. Crear valor puede significar muchas cosas, por lo que, este miércoles, en el foro Matins Esade, Luis Seguí ha querido explicar la visión que desde la firma que lidera, Miura Partners, tienen de la creación de valor y de otro concepto que siempre acompaña al capital riesgo: el retorno de la inversión. Según el ejecutivo, “crear valor es un arte”, y lo es porque se deriva de la combinación de múltiples factores y del hecho de que cada empresa es un caso único, lo que convierte a los gestores/inversores en “sastres” cuya principal misión es confeccionar “un traje a medida” que permita sacar el máximo partido a la compañía.

Tradicionalmente, en esa creación de valor, se han combinado elementos como la expansión, la internacionalización, la gestión del talento, la innovación o la consolidación de mercados… pero ahora “el factor estratégico que hace que las empresas sean más valiosas” es la sostenibilidad. “Le hemos dado completamente la vuelta a este concepto, ya que, antes, la sostenibilidad se asociaba a costes adicionales”, ha destacado el cofundador y consejero delegado de Miura, firma de inversión con sede en Barcelona que gestiona unos activos de 1.500 millones de euros.

Seguí ha recordado que Miura nació en 2008 al calor de la fuerte expansión internacional del capital riesgo, pero ha señalado que “tras diez años de éxitos”, en 2019 los nueve socios propietarios de la firma acordaron poner el énfasis en tres conceptos que, desde entonces, acompañan a sus inversiones: el propósito, el legado y el impacto. “Ya no solo vale el crecimiento de las ventas y de los resultados, sino el cómo lo hacemos y cómo logramos generar ese impacto y ese legado”, ha explicado.

Esta evolución ha llevado a Miura a implantar una estrategia para “ir más allá de los retornos” y a definir un nuevo modelo de inversión basado en entrar en el capital de empresas que permitan mejorar la salud de las personas —por ejemplo, con una buena alimentación—; empoderar a la sociedad y generar comunidades más prósperas —apostando, entre otros sectores, por la educación—; y contribuir a la regeneración del planeta, con participadas en el ámbito de la economía circular y la transición energética.

Según Seguí, “las inversiones de impacto elevan el valor estratégico de las empresas”, por lo que despiertan mucho más interés a pesar de que su rentabilidad pueda ser en algunos casos inferior a la de otras compañías que no incorporan el modelo de impacto.  “Las empresas con modelos de impacto son empresas más valiosas, no porque sean más rentables, sino porque se valoran más al tener un mayor valor estratégico. Una misma empresa, pero con una metodología de impacto, vale mucho más porque su componente estratégica es más alta”, ha explicado.

“Las empresas con modelos de impacto son empresas más valiosas, no porque sean más rentables, sino porque se valoran más al tener un mayor valor estratégico”

El consejero delegado de Miura ha admitido que este tipo de inversiones “exigen paciencia”, es decir, requieren de un capital “más paciente” que no busque la rentabilidad a corto plazo, ya que “se tarda mucho tiempo en poder obtener datos relevantes” que permitan medir el impacto que se persigue. En esta línea, ha subrayado la importancia de pasar “del relato a los resultados” para demostrar que esta evolución tiene sentido. Sin embargo, ha constatado que el interés de los inversores “existe y es creciente”, y no solo entre los grandes fondos institucionales, sino también entre los family offices, que “tienen muchas ganas de invertir en impacto, lo que supone una gran noticia, porque se demuestra que los inversores familiares también son sensibles a esa evolución del modelo”.

Luis Seguí durante su exposición en Matins Esade.

En 2022, Miura Partners levantó un fondo de impacto por un importe de 150 millones de euros que, hasta ahora, ha ejecutado tres inversiones. Sus participadas son la empresa madrileña Tierra (creación de espacios verdes sostenibles), y las catalanas GasN2 (equipos de generación de gas y frío industrial) y Wikiloc, la plataforma de rutas de senderismo geolocalizadas. En total, desde su nacimiento, Miura ha invertido 3.000 millones de euros en unas 60 compañías. Actualmente, su cartera está integrada por 16 empresas que el pasado año alcanzaron una facturación agregada de 1.853 millones de euros, el triple que hace una década. Entre ellas destacan compañías de restauración como Tragaluz y Saona y empresas como Citri&Co, Serpis, Indiba, Educaedu, Proclinic y la correduría Sabseg.

Emprender no es para todos

Luis Seguí inició su trayectoria profesional en la empresa familiar Paniker y se curtió en Arthur Andersen, firma desde la que saltó a la cadena hotelera Intercontinental. Más adelante, se trasladó a Londres, ciudad donde puso en marcha, junto a otros socios, su primer proyecto de emprendeduría: la empresa de centros de datos IP Powerhouse, que fracasó “por haberse adelantado al mercado 20 años”. Tras esa experiencia, empezó a trabajar en Nazca Capital, donde “aprendió el oficio” de invertir en capital riesgo, hasta adoptar en 2008 la decisión de volver a emprender y poner en marcha su propia firma junto a Juan Leach, el otro socio fundador de Miura.

“Emprender no es para todo el mundo. Quiero desmitificar la emprendeduría. No emprender no es malo, es algo que tienes que llevar dentro; hay mucha gente exitosa que no ha emprendido”, ha reflexionado Seguí en la escuela de negocios Esade. Según el ejecutivo, que citó un estudio de Harvard, la edad idónea para emprender son los 45 años, aunque todo depende “del momento personal y del mercado”. “No hay que precipitarse, hay que sentirse preparado”, ha concluido.