Emotivo acto de entrega del galardón Ramblista de Honor 2022. El flamante Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona ha sido este lunes por la noche el escenario elegido una vez más por la asociación Amics de La Rambla para distinguir a tres personas y entidades que han contribuido a promocionar el paseo más universal de la ciudad de Barcelona, en un evento que ha puesto también punto y final a las Fiestas del Roser y a la Fiesta Mayor de La Rambla.
Los galardonados de la 61.ª edición de este reconocimiento han sido la librería Pompeia, el Museo Marítimo de Barcelona y el arquitecto Juli Capella, de quien el jurado ha destacado “su trayectoria profesional, su maestría y su compromiso crítico con la ciudad”. “Soy rambleador desde pequeño, La Rambla da vida”, ha destacado Capella, nacido en la calle Riera Alta del Raval y que ha dedicado el premio a su madre.
Especialmente significativo ha sido el testimonio de la propietaria de la librería Pompeia, Montserrat Martí, contenta de recibir este reconocimiento en el año de celebración del centenario de este establecimiento. El jurado ha hecho valer “la larga historia, la gran vinculación con el barrio y el papel relevante que esta librería tiene en la difusión de la cultura en Ciutat Vella”.
“Cuando mi abuelo, un enamorado de los libros procedente de Sant Hipòlit de Voltregà, fundó la tienda, en La Rambla ya había doce librerías; ¡pero hoy sólo quedamos nosotros!”, constató emocionada Martí. La propietaria de la librería Pompeia ha expresado su firme intención de seguir resistiendo —“lucharemos tozudos”, ha dicho—, y ha mostrado añoranza con “La Rambla del pasado” que todavía tiene grabada en la retina. “Somos tozudos y trabajadores, seguiremos adelante, pero pido a los barceloneses que vuelvan a montar negocios como el nuestro en La Rambla”, ha añadido.
Del Museu Marítim el jurado ha querido reconocer “su papel fundamental en la difusión de la cultura marítima en Barcelona y su vinculación y generosidad con las entidades del barrio”. La ceremonia de entrega ha estado encabezada por una representación del gobierno municipal y por el presidente de la asociación Amics de la Rambla, Fermín Villar, ha contado con la intervención del director de Relaciones Ciudadanas del Casal dels Infants del Raval y autor del libro El cel té pigues!, Enric Canet.
En su discurso, Villar ha pedido a todos los partidos políticos que incluyan en los programas electorales de los comicios municipales que se celebrarán el próximo año el compromiso de acortar el período de ejecución de las obras de La Rambla, que acaban de arrancar éste mismo mes después de largos años de espera. El presidente de la entidad considera “excesivo” el calendario de 8 años de obras que se ha planificado y ha exigido al Ayuntamiento “que no busque disculpas en la disponibilidad económica”.
Fermín Villar ha instado a los barceloneses a que vuelvan a hacerse suyo “un paseo que es único e inimitable” y les ha pedido que “no se dejen llevar por tópicos sensacionalistas”. “Queremos que La Rambla deje de ser frontera y pase a ser bisagra. Cuidémosla porque, al final, todos somos ramblistas“, ha subrayado. Villar ha reivindicado también una Rambla “llena de flores” y ha recordado que Amics de la Rambla no aflojará en trabajar intensamente por mejorar este espacio público. “Somos críticos constructivos y seguiremos siendo una tabarra insistente para los políticos que nos gobiernan”, concluyó.
Por su parte, el primer teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha subrayado que La Rambla “es un patrimonio de todos, el mejor paseo del mundo” y se ha felicitado por el inicio de la reforma, aunque reconoce que “las obras van tarde”. “Propongo conseguir los consensos necesarios para renovar un nuevo compromiso de la ciudad con La Rambla. Se inicia una nueva etapa que debemos saber aprovechar”, ha señalado.
