La sede central de Freixenet en Sant Sadurní d'Anoia.

Freixenet lanza por primera vez vinos tranquilos con su marca

Del cava al prosecco y ahora también al vino blanco y rosado. Freixenet ha decidido extender su marca al segmento de los vinos tranquilos, en una estrategia para captar nuevos consumidores y aprovechar tanto su extenso canal de ventas como el fuerte conocimiento de su marca principal.

En 2020 Freixenet, a pesar de la pandemia, logró registrar un récord de ventas de botellas con su marca, con un total de 99,3 millones de unidades comercializadas en todo el mundo, lo que supone un crecimiento del 5,1%. La gran mayoría de este volumen corresponde a las ventas de cava, del que es el mayor productor mundial. Sin embargo, buena parte de este crecimiento está sustentado en el tirón del prosecco, un vino espumoso italiano de gran éxito internacional. El grupo con sede en Sant Sadurní d’Anoia (Barcelona), decidió apuntarse a este boom en 2017 al lanzar Freixenet Prosecco y Freixenet Italian Rosé, dos productos  que cosechan buenas ventas en Reino Unido, los países nórdicos y en la región del Benelux.

La marca Freixenet, por lo tanto, se utiliza tanto en cava como en prosecco. Ahora, la empresa ha acordado dar un paso más y lanzar también al mercado vinos tranquilos, es decir, no espumosos, con la marca Freixenet. Existía hasta ahora un precedente: en el mercado alemán, donde Freixenet es una marca muy reconocida, el grupo ya optó hace años por aprovechar esta notoriedad para comercializar los vinos Freixenet Mederaño y Freixenet Mía.

Ahora, se ha creado la Colección de Vinos Freixenet, una gama que empezó a comercializarse durante la pandemia en países como Reino Unido, Alemania y Brasil y que desde este mes también está disponible en el mercado español, tanto en supermercados como en hostelería. Los dos primeros vinos tranquilos que lucen la marca Freixenet son un vino blanco afrutado elaborado con uvas de las variedades Macabeo, Sauvignon Blanc, Chardonnay, Muscat y Xarel·lo; y un rosado pálido y aromático en el que predomina la Garnatxa y, en menor medida, el Merlot y el Tempranillo. Ambos están amparados en la Denominación de Origen Catalunya.

Estamos muy ilusionados por adentrar la marca Freixenet en el segmento de los vinos tranquilos“, afirma el vicepresidente y consejero delegado del Grupo Freixenet, Pedro Ferrer. Miembro de la familia fundadora, Ferrer pone en valor “los 150 años de experiencia de Freixenet en la elaboración de vino” y tilda de “emocionante” el lanzamiento, que llega en un momento en el que el consumo de vino en los hogares ha crecido por la pandemia.

vinos marca Freixenet
La botella esmerilada caracteriza los nuevos vinos de Freixenet.

En el sector del vino tranquilo, la empresa opera también con las marcas Segura Viudas, René Barbier y Monólogo. Por el contrario, después de que el grupo alemán Henkell comprara el 50% del capital del grupo, Freixenet puso en marcha un proceso de reordenación de su negocio y optó por traspasar la mayoría de sus marcas y varias de sus bodegas de vino a una sociedad controlada directamente por la familia Ferrer y que ahora no depende de Freixenet. Entre las marcas que dejaron de formar parte del grupo figuran Morlanda (Priorat), Fra Guerau (Montsant), Vionta (Rías Baixas), Valdubón (Ribera del Duero y Rueda) y Solar Viejo y Orube (Rioja).

Para lanzar los primeros vinos con su marca, Freixenet ha optado por una singular botella esmerilada que recuerda a la del emblemático cava Carta Nevada. Según el grupo, la entrada en vinos tranquilos responde a la voluntad de “adaptarse a los consumidores y a un mercado cambiante y en evolución”. El perfil amable de los dos vinos elegidos persigue acercarse a un segmento de público joven con la idea de ensanchar la base de consumidores. “Esta colección concentra el espíritu Mediterráneo: la alegría de vivir, las celebraciones diarias, las comidas compartidas y la cercanía de amigos y familiares”, destaca Freixenet, que tiene por lema Celebra la vida.

Freixenet
La marca Freixenet se extendió del cava al prosecco y ahora también al vino. ©SSV

Aunque la familia Ferrer mantiene el 50% del capital, Freixenet se ha integrado dentro del grupo alemán Henkell, lo que ha dado paso a un nuevo grupo líder mundial en espumosos (cava, prosecco, sekt, champagne y crémant) que opera en 150 países. La nueva Henkell Freixenet ha cerrado 2020 con una facturación de 1.195 millones de euros, cifra que supone un descenso del 6,5% respecto al año anterior. La compañía ha valorado muy positivamente estos resultados, ya que se trata de un retroceso moderado teniendo en cuenta la devastación que ha supuesto la crisis del coronavirus en el sector de la hostelería y las restricciones a la movilidad y al turismo. “El grupo ha demostrado su capacidad de resiliencia“, señala Henkell Freixenet.

“Este año hemos vivido un escenario sin precedentes, pero como compañía centenaria hemos sabido adaptarnos al nuevo contexto y hemos demostrado, una vez más, nuestra fortaleza y visión de futuro para seguir siendo líderes en el sector y responder a la realidad del mercado”, añade Pedro Ferrer.

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