Fabbric Fundadores
Alba Rocafort y Hugo Cuesta, cofundadores de Fabbric.

Fabbric, la ‘startup’ que permite diseñar, producir y vender moda en sólo unas semanas

La plataforma barcelonesa prevé cerrar 2024 con dos millones de facturación facilitando la creación de colecciones de ropa de forma integral y con el foco puesto especialmente en ‘influencers’ que quieren lanzarse al sector. Nacida hace menos de un año, tiene a más de 5.000 personas en lista de espera para producir sus propias piezas.

Diseñar una colección de ropa completa desde cero en 20 minutos, producirla, gestionar la logística y venderla sólo con unos cuantos clicks dentro de una misma plataforma. Este es el modelo de la startup Fabbric, que se ha erigido como herramienta para facilitar la creación integral de colecciones promovidas sobre todo por influencers. Alba Rocafort y Hugo Cuesta lanzaron la plataforma en mayo de 2023, y Fabbric cerró el año pocos meses después con más de 310.000 euros facturados. 

“Ahora, seguimos con un crecimiento de doble dígito mensual, y cerraremos el año facturando cerca de dos millones”, explica Rocafort a The New Barcelona Post. “El proceso del diseño y confección de moda era hasta ahora muy manual, no había sido digitalizado”, destaca la cofundadora de Fabbric. La plataforma centraliza y optimiza los pasos necesarios para lanzar una colección de moda, empezando por el diseño. En un proceso en el que el equipo de patronaje y diseño está en contacto con el cliente para ayudarle a plasmar técnicamente sus ideas, el usuario dispone de módulos digitales predefinidos sobre los que materializar sus prendas. Estos modelos de muestra incluyen todo tipo de prendas, desde camisetas básicas hasta bolsos y gabardinas, y pueden customizarse al gusto del usuario. Así, sobre prendas blancas que siguen las tendencias del momento, el cliente puede modificar colores, patrones y elementos como logos y marcas. 

Esta herramienta de diseño permite reducir tiempo y costes de forma significativa, según Rocafort: “Habitualmente se tardan meses en idear una colección, y nosotros lo reducimos a 20 minutos”. Además, este proceso de diseño puede requerir inversiones de hasta 100.000 euros para contratar a diseñadores y patronistas, a parte del coste de la producción, asegura la ahora CEO de la empresa. Utilizando la plataforma, según Rocafort, el coste de crear una colección se limita al de producirla, sumado a la suscripción a Fabbric, con precios desde los 89 euros mensuales. 

Abrir la posibilidad de crear y producir prendas y colecciones sin necesidad de saber de diseño ni patronaje ha generado un interés que ha llevado a Fabbric a contar con más de 5.000 personas en lista de espera para utilizar su plataforma. Y es que, por el momento, la startup selecciona a sus usuarios: “Estamos escogiendo quién puede hacer colecciones con nosotros, de forma estratégica y en base a perfiles que nos interesan para dar visibilidad a Fabbric”, especialmente, influencers de renombre. 

La plataforma, que hasta ahora ha producido colecciones para 72 clientes, plantea atajar esta lista con una medida contundente: prevé abrir la plataforma a usuarios sin filtrado previo en los próximos meses. Rocafort garantiza que Fabbric podrá asumir el volumen de esta demanda: “Trabajamos con más de diez fabricantes, no tenemos tope”, asegura la cofundadora. Actualmente, Fabbric trabaja con productores de España, Portugal y China, que permiten a sus usuarios disponer de sus colecciones en plazos que varían en función de los tipos de prendas, pero que en ningún caso exceden los tres meses. Una vez está confeccionada la colección, el usuario puede optar por utilizar los canales de e-commerce de Fabbric, que también ofrece la posibilidad de almacenar y gestionar logísticamente las piezas. 

La startup complementa estos servicios desarrollando modos innovadores de vincular sus prendas con nuevas tecnologías. Así, quieren poner la tecnología blockchain al servicio de la trazabilidad de su ropa y de su cadena de valor, e impulsan medidas para generar comunidad en torno a sus productos. Para ello, han creado un sistema que permite a los compradores de determinadas prendas acceder a contenido exclusivo de los influencers impulsores de su colección, entre otras iniciativas. 

Los fundadores de Fabbric, Alba Rocafort y Hugo Cuesta, que aspiran a revolucionar la industria de la moda.

La metamorfosis de Fabbric

El modelo de negocio inicial de Fabbric fue muy distinto al actual: de hecho, estaba justo al otro lado. El objetivo original de sus dos impulsores fue precisamente lanzar una colección propia de ropa, aunque “siempre con la idea de intentar digitalizar la industria de la moda y generar un impacto positivo”. Han pasado tres años desde que Rocafort y Cuesta fundaron su empresa, pero han pasado décadas desde que lo tenían en mente: son amigos desde los 10 años, y ya de adolescentes se fijaron como sueño compartido crear su propia marca de roba. Con la pandemia, ambos apostaron por ir a por este sueño, y dejaron sus empleos de banca de inversión y en márketing, respectivamente, para focalizarse en este objetivo común. Cuesta proviene de una familia de diseñadores de ropa, que les ayudaron a buscar fabricantes y a promover diseños. “Sin embargo, nos fue imposible crear la marca, por los recursos que implica, los mínimos de producción y la falta de nuestro know how de la industria”. 

Fue hace sólo unos ocho meses cuando se percataron de que existía “una oportunidad de mercado enorme”, y decidieron transformarse en lo que ahora es Fabbric. “Captamos una gran necesidad para crear marcas, igual que nosotros queríamos crear nuestra colección. Y, con los creadores de contenido, había un incremento importante de esta necesidad”, según Rocafort. Todo empezó con el lanzamiento de ropa de una influencer con la colaboración de Fabbric, que dio visibilidad a la startup como plataforma para el impulso de colecciones. “Desde entonces, empezaron a contactarnos creadores de contenido, y así decidimos pivotar hacia este modelo”. 

Alba Rocafort y Hugo Cuesta, impulsores de Fabbric.

Para transmutar su antiguo negocio en la nueva plataforma, Fabbric contaba con el conocimiento de lo que se requiere para crear una colección de moda, así como con el sistema operativo para hacerlo. “Éramos un e-commerce, nada que ver con el B2B que somos ahora, pero el conocimiento del proceso lo teníamos”. El hecho de que ellos mismos hubieran tratado de lanzar una colección sin lograrlo les dio una óptica y un punto de vista alternativo que les llevó a dar el salto y darle la vuelta a su negocio. “Logramos pivotar rápido para adaptarnos a una oportunidad de mercado mucho más grande”. Así, la experiencia previa al tratar de lanzar su colección fue clave en este proceso y facilitó elementos como el disponer previamente de contactos con fabricantes. 

Desde la fundación de Fabbric, que cuenta con apoyo de los fondos europeos Next Generation y de la pública estatal Enisa, la empresa ha captado fondos mediante dos rondas de inversión: una de 255.000 euros en 2022 para su anterior modelo, complementada con 147.000 euros de Enisa, y una ronda puente en 2023 para pasar al modelo actual, de otros 405.000 euros. Ahora, la empresa ha emprendido una nueva ronda con la que aspira a captar dos millones de euros, con la previsión de cerrarla antes de verano. En paralelo, la empresa prevé aumentar su plantilla, que hasta ahora ha constado tan solo de cinco personas. “Queremos doblar el equipo”, concreta Rocafort, que avanza también que Fabbric prevé abrir durante los próximos meses su plataforma a un nuevo país, como primer paso de su expansión. “Tendremos una aceleración internacional bastante relevante a partir del próximo año”. Así lo vaticina Rocafort, con un claro objetivo en el horizonte: revolucionar el sector y convertir Fabbric en el “back office” de la industria de la moda.