El Ayuntamiento de Barcelona y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han acordado impulsar un proyecto para ampliar el Instituto de Ciencias del Mar (ICM), que crecerá en el Paseo Marítimo de la Barceloneta, en un área centrada ahora en el ocio nocturno. El acuerdo prevé que el Estado ceda al CSIC algunos locales de los que es titular. El primer local previsto es el que ahora ocupa la discoteca Opium, según avanza Jordi Martí, concejal de Presidencia y responsable del área de Cultura, Educación y Ciencia.
El proyecto prevé que la Administración General del Estado ceda al CSIC los locales que se encuentran justo en frente del Centro Mediterráneo de Investigaciones Marinas y Ambientales (CMIMA), llegando a ocupar una superficie potencial final de 4.330 m², en un proyecto que se desarrollaría en dos fases.
El CMIMA está ubicado en el Paseo Marítimo de Barcelona, 37-49, y engloba al Instituto de Ciencias del Mar y la Unidad de Tecnología Marina. El acuerdo de colaboración contempla ampliar el Instituto de Ciencias del Mar en los locales de ocio del paseo. Martí considera que este acuerdo es una “muy buena noticia”, ya que se consolidará el polo de investigación en torno al litoral de Barcelona y al mismo tiempo contribuirá a “reducir las dificultades que genera la alta concentración de ocio nocturno” en este espacio, informa a la agencia ACN.
Una primera fase se desarrollará en el local de 2.565 m² situado justo en frente del CMIMA, en el número 51 del Paseo Marítim, ocupado ahora por la popular discoteca del grupo Costa Este. El acuerdo contempla que, una vez finalizada con éxito la primera fase, el proyecto pueda extenderse a los dos locales contiguos, de 690 m² y 1.075 m², respectivamente. Según el Ayuntamiento, estos espacios también estarían destinados a incentivar las actividades de cultura científica de otros institutos del CSIC en Barcelona, su área metropolitana y Catalunya con el fin de fomentar el conocimiento científico de la ciudadanía.
La ampliación del Instituto de Ciencias del Mar es fruto del acuerdo suscrito entre el presidente del Gobierno y la alcaldesa de Barcelona, el 7 de febrero de 2020, para impulsar la capitalidad cultural y científica de Barcelona y también en la voluntad de seguir desarrollando la ciudad de Barcelona como polo científico de primer nivel.