La librería Finestres ya es una realidad. En la calle Diputació, entre Balmes y Rambla Catalunya, se acaba de estrenar un nuevo espacio de 531 metros cuadrados lleno de libros y butacas para leer, con un fondo de 35.000 referencias, en diferentes idiomas, no solo en catalán y castellano. En otoño, se abrirá un segundo espacio, justo delante, que sumará 15.000 referencias más.
No se ha dejado ningún detalle al azar, según explica la librera Àurea Perelló. “Todo está pensado”, remarca. Aquellos que quieran pasar por Finestres encontrarán que huye de las categorías tradicionales, que clasifican los libros por géneros, temas o procedencia de los autores. La librería plantea un recorrido que incite los hallazgos de historias y autores, generando conocimiento, sorpresa y descubrimiento. Y los fans de Sherlock Holmes encontrarán un Club Diógenes donde leer tranquilamente. Incluso hay una chimenea para inspirarse.
En su primer día, Finestres deja una imagen bastante alentadora: pequeñas colas de lectores que esperaban para poder entrar. “Estamos muy contentos”, sostiene Perelló. Tanto las ganas de conocer la nueva librería como las actuales limitaciones de aforo lo explican. El éxito ha dificultado cumplir con una de sus premisas, el silencio, que reclaman con insistencia diferentes carteles, a la espera que pase el trasiego de los primeros días para conseguirlo.
La librería Finestres ha sido impulsada por el empresario Sergi Ferrer-Salat —propietario de los laboratorios farmacéuticos Ferrer—, que la ha ubicado donde antes estaba Monvínic, que cerró el septiembre pasado después de una trayectoria de doce años. De hecho, junto a Finestres, está Monvínic Store, que ayudará a la librería en su servicio de bar.
El proyecto lo lideran Perelló y Mireya Valencia, como libreras, y Camila Enrich, Marina Espasa y Kiko Amat, que se encargan de la programación cultural. Más allá de invitar a la lectura, Finestres organizará encuentros en formato íntimo con escritores de todo el mundo, desmarcándose de la agenda, y clubes de lectura, entre otras actividades culturales. También se ha creado el premio Finestres de Narrativa, en catalán y castellano, que han ganado Albert Pijuan y Camila Sosa en su primera edición, que ha sido proclamada al mismo tiempo que la apertura.