Ante la falta de una posición compartida entre las administraciones sobre el futuro del Aeropuerto de Barcelona, el mundo empresarial ha vuelto a mostrar su unidad, exhibiendo su apoyo al proyecto de ampliación planteado por Aena en el acto Todos por la ampliación del aeropuerto, celebrado este miércoles en Esade. Más de 200 entidades y agentes económicos han apoyado el manifiesto redactado por los convocantes, que ven la extensión de su tercera pista como imprescindible e inaplazable, teniendo en cuenta que la infraestructura estuvo a punto de llegar al límite de su capacidad en 2019.
Foment del Treball, Pimec, la Cámara de Comercio de Barcelona, el Círculo de Economía, la Associació de Joves Empresaris de Catalunya (AIJEC), Barcelona Global o el Círculo Ecuestre han sido algunas de las entidades que se han sumado. También lo han hecho actores del sector de la movilidad, como Vueling, la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) y el Racc.
La necesidad de garantizar la competitividad del Aeropuerto de El Prat y mejorar su conectividad para convertirlo en un hub de referencia ha sido el hilo conductor de la reivindicación compartida por los diferentes participantes. “Necesitamos un aeropuerto de primera”, ha defendido el exconseller y economista Andreu Mas-Colell.
Lo tiene que ser para garantizar el crecimiento de Barcelona como ciudad de investigación y sede de eventos internacionales como el Mobile World Congress (MWC) o el Integrated Systems Europe (ISE), pero también para continuar captando talento, ha añadido la presidenta de Barcelona Global, Aurora Catà. “Hagamos que pase”, ha pedido. En definitiva, este liderazgo aeroportuario beneficiará a las futuras generaciones con más oportunidades empresariales, según han recalcado el presidente del Círculo de Economía, Javier Faus, y el presidente del Racc, Josep Mateu, que han reclamado ser responsables para “no hipotecar su futuro”.
Conseguir un gran pacto institucional
Ahora bien, para hacerlo posible, hay que conseguir un entendimiento entre las diferentes instituciones implicadas que todavía está lejos de ser una realidad. Tanto el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, como el de Pimec, Antoni Cañete, han hecho un llamamiento para que todas se pongan de acuerdo y hagan posible la inversión de 1.700 millones de euros propuesta por Aena. Esto implica al Gobierno, la Generalitat y los diferentes ayuntamientos afectados por la ampliación, especialmente los de El Prat de Llobregat, Gavà y Viladecans.
Las afectaciones medioambientales que tendrá el proyecto de ampliación tal y como se ha planteado son la cuestión que genera más oposición y puede provocar el rechazo de la Unión Europea, teniendo en cuenta que se prevé invadir La Ricarda, incluida dentro de la Red Natura 2000, que le da protección a nivel comunitario. Precisamente, antes del acto del empresariado, la plataforma Zeroport, formada por organizaciones ecologistas, sociales y vecinales, ha exigido la paralización de cualquier proyecto de ampliación y la protección de los espacios naturales y agrícolas del Delta del Llobregat.
Las afectaciones medioambientales que tendrá el proyecto de ampliación tal y como se ha planteado son la cuestión que genera más oposición y puede provocar el rechazo de la Unión Europea, teniendo en cuenta que se prevé invadir el espacio protegido de La Ricarda
Sobre este punto, los diferentes representantes del mundo empresarial y económico han exigido que la extensión de la tercera pista se acompañe de una compensación de los espacios afectados en relación de 1 a 10 y la creación de un nuevo espacio natural en el Delta, ampliando en un 25% la superficie protegida. En este sentido, la presidenta de la Cámara de Comercio de Barcelona, Mònica Roca, ha exigido cumplir íntegramente estos compromisos, ya aceptados por Aena, y garantizar que se hagan en los plazos adecuados.
No perjudica a los demás aeropuertos catalanes
Los agentes económicos no ven que la ampliación de El Prat perjudique a otros aeropuertos como los de Reus y Girona, según han expuesto Cañete y Faus. Esta cuestión solo ha sido contestada por Roca, que ha pedido “una visión más amplia e integradora” en la discusión para definir el futuro del Prat. La presidenta de la Cámara ha apostado por la intermodalidad de los diferentes aeropuertos a través de una red ferroviaria de altas prestaciones.
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Manifiesto Sí a la ampliación del Aeropuerto de Barcelona-El Prat
El Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat es uno de los principales motores de competitividad, ocupación y futuro de Barcelona, Catalunya, España y la Región Euro Mediterránea. Las sucesivas ampliaciones del Aeropuerto en 1992 y en 2009 han demostrado la importancia de disponer de un aeropuerto competitivo por todo lo que este significa en ocupación de calidad, capitalidad mediterránea, desarrollo industrial, logístico, innovador y de la economía del visitante.
El Aeropuerto de Barcelona-El Prat, con su actual diseño y configuración, está agotando su capacidad. La cifra de casi 53 millones de viajeros registrados en 2019 se acercó a su capacidad máxima de 55 millones.
Para incrementar su capacidad hay que construir la terminal satélite ya prevista y el alargamiento de una de las pistas; adicionalmente estas obras darían al aeropuerto una dimensión adecuada para lograr un papel destacado de hub. En este sentido, hay que mantener el “campo de vuelo” de 90 vuelos/hora con el que se hizo y se planteó su Plan Director vigente, que ahora se despliega en su totalidad.
Solo la reducción de la actividad económica, de los movimientos de las personas y de los vuelos generada por la pandemia ha dado una no deseada tregua que, afortunadamente, parece estar llegando a su fin. Ahora de lo que se trata es que el Aeropuerto de Barcelona-El Prat, a través de su última ampliación, contribuya a la recuperación económica de Catalunya y a su crecimiento.
Con su ampliación, el Aeropuerto de Barcelona podrá reforzar su papel de hub intercontinental por el cual hemos estado luchando durante años, y dar sentido al trabajo que desde hace años se hace, para atraer vuelos intercontinentales y de larga distancia. Hub que exige que se dé en un mismo aeropuerto, a la vez que refuerza los aeropuertos de Reus y de Girona-Costa Brava, como destino punto a punto, del mismo modo que se hace en otros de las principales ciudades europeas.
Barcelona tiene que poder escoger el tipo de visitante que le comporta más valor añadido en términos de conocimiento, inversión, tecnología, cultura, etc. En la situación actual, el aeropuerto está limitado por su infraestructura, provocando que destinos interesantes para la sociedad catalana no se puedan abordar debido a estas limitaciones. Es necesaria una gestión del aeropuerto de km 0.
La ampliación del Aeropuerto permite situar Catalunya y Barcelona en el mundo, y no solo convertirse en un destino de turismo sostenible, sino dinamizar la actividad económica generando empleo, atracción y retención de talento e inversión internacional, elementos necesarios para hacer realidad otras políticas puestas en marcha para el crecimiento de los nuevos sectores económicos verde y azul.
Con la situación actual y el déficit histórico de infraestructuras denunciado por la sociedad civil catalana, no se puede renunciar a una inversión de 1.600- 1.700 millones de euros en una infraestructura que contribuye el 7% del PIB de Catalunya, y que, con la ampliación, llegaría a una contribución del 9%.
Por todo esto, las entidades que firmamos y nos adherimos a este manifiesto, consideramos que:
La ampliación del Aeropuerto es imprescindible no solo desde la perspectiva de la “economía del visitante” y de la ciudad de Barcelona, que en ningún caso queremos despreciar; sino también, y muy fundamentalmente, para la localización en Barcelona, en su Área Metropolitana, en las comarcas que lo rodean y en todo Catalunya, de iniciativas empresariales internacionales.
La ampliación del Aeropuerto responde a un imperativo de interés público general, de carácter social y económico; de los ciudadanos de Catalunya, tanto de los empresarios como del resto de la ciudadanía; y reclama el consenso de todas las administraciones y de las poblaciones implicadas.
A pesar de que resulta obvio su dimensión turística, también lo es para profundizar en el desarrollo de actividades de alto valor añadido, que exigen, en un mundo cada vez más global y urbanita, la necesidad de un Aeropuerto de primer nivel, para atraer talento e inversión. Este aeropuerto hace falta que venga caracterizado por su conectividad con Europa, y especialmente con el resto del mundo, con una importancia creciente de los vuelos transoceánicos, que se ha producido en los últimos años de la mano del Comité de desarrollo de rutas aéreas del mismo.
La ampliación del Aeropuerto tiene que ser perfectamente compatible con la protección de la biodiversidad, mediante la adopción de las medidas compensatorias adecuadas y proporcionadas. Es necesario un diálogo sincero entre las administraciones y las asociaciones implicadas que permitan la búsqueda del consenso y la adopción de la solución que mejore la
situación inicial económica y medioambientalmente. En un contexto de economía verde, ambas van juntas de la mano, y se necesitan mutuamente.
Aena se tiene que comprometer, también, a que las actuaciones proyectadas para la consolidación del Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat comporten no solo la mera restauración, sino la compensación de los espacios naturales afectados en relación de 1 a 10, así como la creación de un nuevo espacio natural del Delta del Llobregat con una ampliación de la superficie protegida superior al 25% de la actual, de acuerdo con un procedimiento exigente establecido por la Comisión Europea que tiene que tramitar la Generalitat de Catalunya para la modificación de la Red Natura, donde se incluirían los terrenos que Aena adquiriría.
La ampliación del Aeropuerto tiene que llevarse a cabo con pleno respeto al ordenamiento jurídico catalán,español y europeo en general y, especialmente, de protección de la biodiversidad, con plena seguridad jurídica.
La ampliación del Aeropuerto tiene que ser plenamente conciliable con el Port de Barcelona, y así lo exigimos, y tiene que permitir, el desarrollo armónico de ambas infraestructuras que son relevantes.
La decisión sobre la ampliación del Aeropuerto es inaplazable, no solo desde la vertiente puramente económica de su contribución a la generación de riqueza, sino desde la vertiente presupuestaria y regulatoria del sistema aeroportuario.
El coste de oportunidad y de imagen de no llevar a cabo esta inversión sería altísimo para la economía de Catalunya, en el que se perdería competitividad, por un lado, y conectividad en un mundo cada vez más global, por la otra. A la vez que sería sencillamente inaceptable en momentos de tanta necesidad de recuperación económica.
La ampliación del Aeropuerto es una decisión neutra en relación a su sistema concreto de gestión y no lo prejuzga. Simplemente, mejora la infraestructura.
El Aeropuerto de Barcelona tiene que aprovechar las ventanas de oportunidad que se le abren, y, más en momento de crisis como el actual, tiene que saber exprimir su potencial, para favorecer actividades de alto valor añadido.
Las entidades signatarias de este manifiesto, reclamamos el Acuerdo entre AENA, la Generalitat, el área Metropolitana de Barcelona, y los Ayuntamientos de Barcelona, el Prat, Gavà, Viladecans, Sant Boi (y el resto de los Ayuntamientos afectados), para enviar a las instituciones europeas un mensaje claro y contundente de consenso en relación al interés público que justifica la ampliación, y a las medidas de compensación medioambiental que hay que adoptar; por tal de facilitar su ejecución; y la más rápida obtención de los retornos económicos y sociales positivos derivados de la misma.
Por otro lado, en un mundo interconectado hay que profundizar en la capacidad del Aeropuerto Barcelona-El Prat para consolidarlo como hub internacional, a la vez que hará falta también profundizar en su conectividad ferroviaria, ya sea en cercanías, como en trenes AVE, para acercar esta infraestructura al territorio.
Asimismo, Aena tiene que mantener su compromiso con los planes de futuro de los Aeropuertos de Girona-Costa Brava y Reus, por los que se tiene que continuar apostando con inversiones destacadas, que además de su movilidad internacional propia, tienen que ser complementarios al desarrollo del hub de Barcelona, puesto que son aeropuertos imprescindibles en el sistema aeroportuario catalán y motores socioeconómicos fundamentales para Catalunya.
Las entidades que firmamos y nos adherimos a este manifiesto, decimos que:
El país necesita políticas de crecimiento, que permitan dinamizar la economía a la vez que favorecer la cohesión social. Sin creación de riqueza no es posible su redistribución, ni personal ni territorial. Sin creación de riqueza el Estado del Bienestar será insostenible.
Es necesario que se prioricen las infraestructuras públicas y privadas vitales para el país y para su desarrollo, que le permita competir internacionalmente y permita reducir su déficit histórico denunciado por la sociedad civil catalana. No podemos renunciar al progreso que aportan las infraestructuras, y aún más cuando nos hacen falta, por lo que hay que trabajar para lograr los consensos necesarios para llevarlas a cabo.
En definitiva, poner en valor el interés general del país y del conjunto de sus ciudadanos.