Aunque mayo no es un mes para pensar en Navidad, la ciudad ya sabe que este diciembre brillará más que nunca y lo hará con estilo. Todavía falta para conseguir el protagonismo que tienen ciudades como Vigo o Málaga, pero por algún lugar hay que empezar. Para el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, el centro de Barcelona hará este año un salto cualitativo en la historia del alumbrado navideño, convirtiéndose en un nuevo icono y marcando el inicio de la recuperación económica después de la pandemia.
Desde hace unos años, el Ayuntamiento trabaja por renovar el alumbrado navideño y convertirlo en un atractivo para los turistas, dispuestos a visitar la ciudad solo para poderlo admirar con sus propios ojos y cámaras. Todo esto, trabajando de la mano de los comerciantes, los principales interesados, como también de los diseñadores, para que puedan poner en valor la tradición barcelonesa en este campo.
Después de sumar nuevas calles iluminadas la Navidad pasada, el consistorio convocó un concurso de diseño hace unos meses para encontrar una propuesta original y de calidad que sirviera para cambiar el alumbrado de Plaza Catalunya, Gran Via y Aragó. El estudio Antoni Arola ha resultado el ganador, con una apuesta por reivindicar el papel central de Plaza Catalunya para Barcelona, haciendo que se alargue hasta los edificios que la rodean e irradiando luz a toda la ciudad. Gran Via se vestirá de gala, bajando las lámparas de casa a la calle, figura que imitarán los leds que la recorrerán, mientras que en Aragó se jugará para cambiar las sensaciones que se dibujarán en el cielo a lo largo de la calle.
Una vez resuelto el concurso, que recibió hasta 50 propuestas, ahora toca sacar otro, el de la producción de las luces, con la previsión de que todo esté listo de cara a noviembre, explica la concejal de Comercio, Montserrat Ballarín. Durante los próximos años, este nuevo alumbrado de diseño se irá extendiendo a otras calles del centro de la ciudad, combinando la definición de un relato integral con la variedad de las luces. Para aquellos que sufran por no volver a ver sus creaciones lumínicas favoritas, Ballarín remarca que todo se reaprovechará, como ya se ha hecho con las de Fum,fum i Nyam,nyam, que antes ocupaban la Gran Via.
Pero esta no será la única novedad. Por primera vez, la Ronda Sant Pere tendrá luces de Navidad. Se añadirá a Plaza Catalunya, Via Laietana, Plaza Urquinaona, Balmes y los mercados municipales, que también se estrenaron hace poco.
Todo esto, supondrá incrementar el presupuesto que el Ayuntamiento destina a este alumbrado festivo, pasando de los 1,66 millones de euros a los 2,05 millones, un 24% más. Este crecimiento se suma al que se hizo el año pasado, cuando se destinaron un 65% más de recursos. También se repetirán las ayudas a los ejes comerciales, subvencionando parte del coste del alumbrado u ofreciéndoles la posibilidad de contratar a través del consistorio la instalación y evitar así tener que avanzar dinero.
