La Generalitat, a través de Avançsa, ha concedido un préstamo participativo de 1,5 millones de euros al fabricante catalán de motos eléctricas Ray Electric Motors para impulsar su crecimiento. Con este préstamo, la compañía con sede en Sant Joan Despí (Barcelona) prevé ampliar la producción, llegar a más mercados internacionales y seguir invirtiendo en tecnología e innovación.
El objetivo a cuatro años es pasar de los 5,5 millones de euros actuales de facturación a los 38,5 millones; triplicar la plantilla, de 30 a 120 trabajadores; y producir 10.000 motos anuales. Este crecimiento supondrá una inversión de 9,5 millones de euros, que se sumará a los 8,5 millones ya inyectados. El 88% de los componentes de las motos de Ray Electric proceden de proveedores locales. Esta apuesta por abastecerse en proximidad les dota de una mayor rapidez en el aprovisionamiento, mejor control de calidad, menor huella ambiental y contribuye a apoyar a la economía local.
Esta startup catalana de vehículos de movilidad urbana e interurbana de cero emisiones fue creada por Iñigo Raventós Basagoiti —que forma parte de la familia fundadora de Codorníu— y por Juan Luque Masó en 2019. Arrancó con un capital de 700.000 euros aportados por los fundadores y, posteriormente, cerró una ronda de financiación de 2,5 millones de euros, con la participación del Institut Català de Finances (ICF), que controla el 17,5% del accionariado. Según Claudia Canals, directora general de Avançsa, el préstamo se ha concedido a través de la línea de financiación Innova Mobilitat, que quiere favorecer que se genere un ecosistema de empresas tecnológicas dentro de la industria productiva basado en los pilares de la innovación, la sostenibilidad, la energía limpia y la economía verde.
La planta de Sant Joan Despí ocupa un total de 3.000 m2 y está diseñada para una capacidad productiva de unas 20.000 unidades anuales. “Queremos seguir creciendo y creando puestos de trabajo”, aseguró este miércoles el consejero delegado de Ray Electric, Iñigo Raventós. “Cada vez más ciudades del mundo están implantando zonas de bajas emisiones donde sólo podrán circular vehículos eléctricos, por lo que se espera un crecimiento exponencial de las ventas tanto a nivel nacional como internacional”, añadió.
La empresa ya está presente en el mercado estatal y durante este ejercicio ha firmado acuerdos con nueve países europeos y prevé expandirse a corto plazo a Holanda, Bélgica, Reino Unido, Turquía e Israel.
Su scooter eléctrico, el modelo Ray 7.7, puede alcanzar los 125 kilómetros hora y tiene una autonomía de 150 kilómetros. “El Ray 7.7 es el scooter con más innovación del mercado y cumple con las necesidades de movilidad de los conductores de grandes ciudades como Barcelona por su diseño, autonomía y potencia”, explica Raventós. Esta motocicleta lleva el cargador integrado y basta con enchufarla a la corriente, ya sea en el parking de casa o en un cargador público. Además, incorpora nuevas tecnologías como un navegador con conexión Bluetooth a la aplicación móvil desarrollada por la compañía. También permite ajustar la altura del asiento y dar marcha atrás para facilitar las maniobras.
En el ejercicio 2020 en Europa, las ventas de motocicletas eléctricas se situaban en torno a las 30.000 unidades/año, se espera que lleguen a 275.000 unidades en 2027.