Pere Pons
Pere Pons Macías, periodista, crítico y programador especializado en jazz.
EL BAR DEL POST

Pere Pons Macías: En el nombre de Tete

“A ver por dónde empiezo yo para explicar quién soy. Licenciado universitario, periodista local, tribulete urbano, reportero viajero, cronista social, crítico musical, programador, productor, escritor, documentalista, profesor…”, y es largo el etcétera que Pere Pons Macías deja en suspenso tras esta sucinta descripción de los fregaos en los que se ha ido metiendo para mayor gloria del entramado cultural catalán. Acodado en la barra, degustando un “Havana 7 con Cola Zero, dos hielos, un golpe de Vichy y corteza de lima” que ha prohibido terminantemente servir en vaso de tubo; ha aparecido coronado con su trilby de ala corta al anochecer, en el principio de uno de sus amados paseos nocturnos hasta madrugar, viendo el amanecer.

—¿Dejo puesta la radio? ¿Quieres escuchar algo en particular?

—La radio, hoy día, mejor apagada. Escuchar el silencio no tiene precio.

Conductor de los programas L’home del jazz y Planeta Omega en Ràdio 4, director artístico del Vijazz de Vilafranca y, anteriormente, director artístico del Jamboree y del Mas i Mas Festival, el parroquiano ha sido jefe de redacción de Ajoblanco y director y fundador de la revista Jaç. Ha prestado su pluma y conocimiento a cabeceras como El Punt Avui, Diari de Barcelona o Enderrock. Ha dirigido documentales como Ovidi Montllor, crònica d’un artista o Tete Montoliu, una mirada; y programas de televisión y radio sobre música para Canal 33, La Xarxa o Ràdio Estel. Ha ejercido de profesor de Historia del Jazz en el Conservatorio del Liceu y ha trabajado en el Taller de Músics. También ha sido autor de libros como Els millors discos del jazz català o El cas Jamboree.

En estos días presenta Round about Tete (Libros del Kultrum), una ambiciosa biografía coral que busca  mantener vivo el legado del más trascendente jazzman que le hayan dado los escenarios barceloneses al mundo, echando mano de una legión de músicos, familiares, allegados y amigos para explicar a fondo al genial pianista y compositor: su vida y circunstancia. Un libro que se suma y complementa, por medio de una labor imponente y meticulosa, a la biografía que sobre Montoliu  escribiera en su día Miquel Jurado, sumando ahora centenares de voces, hechos y anécdotas.

“De todos modos, lo más relevante de entre lo que he ido haciendo ha sido levantar el trofeo de las 12 horas de fútbol sala de la Universitat Autònoma de Bellaterra con mis compañeros de Os Palmeiros de Brasil, en representación de la Facultad de Letras” añade, tras atizarse con gusto un rotundo lingotazo de ron.

‘Round About Tete, una mirada coral a la vida y obra de Tete Montoliu’, Pere Pons Macías.

El empeño de seguir vivo siendo uno mismo 

“Excepto en breves periodos, mi vida personal y laboral está asociada a la figura —o más bien condena— del autónomo, por lo que las inflexiones, reflexiones y todo el movimiento de iones han sido y siguen siendo una constante en lo cotidiano. El reto es el del malabarista que debe sostener en el aire tantos platos y procurar que se caigan los menos posibles. Y en eso sigo”, explica este activista que, a su labor de escritor y periodista, suma la faceta de propulsor de la carrera de los músicos Mariola Membrives, Horacio Fumero, Pedro Javier González, Olvido Lanza y Raúl Rodríguez. “Programando arte en lugares humildes, como teatros de pueblo y huertos de amigos”, bromea —aunque puede que no tanto— el que ha estado y sigue vinculado, de una manera u otra, con grandes eventos del jazz catalán.

—Oye, y con tantas cosas que has ido haciendo, ¿qué destacarías de tu trayectoria? ¿De qué estás más orgulloso?

—Seguir vivo, primer milagro. Y orgulloso de ser hijo de una luchadora absoluta y vital que, sin pretenderlo, pero con su ejemplo, me ha impulsado siempre a no desistir en el empeño de ser yo mismo.

La trayectoria de Pere Pons está vinculada a diversos medios de comunicación.

Una amante del pasado

Para el parroquiano hay dos momentos claros de inflexión en su vida. El primero, a los 18 años cuando se marchó de su pueblo natal, La Bisbal d’Empordà, para venir a Barcelona. “Y el segundo se produce treinta y cinco años después, con la vuelta a casa”.

—¿Te cansaste de la ciudad?

—Como una amante del pasado, me echó de casa hace tres años por su promiscuidad turística y especulativa. Aunque yo la sigo queriendo a ratos, a pesar del ruido y del ecofascismo.

Enamorado, como tantos barceloneses, del recuerdo de lo que fue, le repugna la actual realidad de la urbe, “y eso que yo la conocí al principio de su decadencia. Por eso, en parte, me siento uno de sus verdugos”, lamenta.

—Por suerte hay cosas que no decaen, por ejemplo nuestra oferta gastronómica si te apetece cenar algo antes de salir a tus merodeos nocturnos. Tenemos de todo: menú, carta, bocadillos, tapas…

Pere Pons Macías se ajusta el sombrero y esgrime la sonrisa del que se sabe la respuesta a dedo.

—Siempre a la carta. Libre albedrío —sentencia— y para la sobremesa un buen cigarro puro, preferible Cohiba o Montecristo. Fumar no es cosa de niños ni de tonalidades.

Y un agradable silencio precede, entonces, el resto de la que será una larga noche: un viaje más lleno de placeres e incertidumbres hacia el amanecer.

Pons ha trabajado para festivales como Vijazz y Mas i Mas Festival y para salas como Jamboree.