El consejo de administración del Port de Barcelona ha otorgado a MSC la concesión para construir y explotar una nueva terminal de cruceros en el Muelle Adosado. Se trata de un proyecto que supondrá una inversión de 33 millones de euros y que reafirma la voluntad de este gigante del negocio de los cruceros de seguir teniendo en el futuro a Barcelona como uno de sus principales puertos base en el Mediterráneo.
Con la colaboración del estudio de arquitectura Ricardo Bofill, MSC construirá una nueva terminal de 11.670 metros cuadrados distribuidos en tres niveles y que se prevé que entre en servicio durante el año 2024. La concesión pública es por un plazo de 31 años y permite avanzar en el acuerdo que firmaron el puerto y el Ayuntamiento de Barcelona para alejar al máximo del centro de la ciudad las terminales de cruceros y concentrarlas todas en el Muelle Adosado, liberando así espacios que se podrán destinar a nuevos usos ciudadanos.
En paralelo a la construcción de la nueva terminal, MSC se compromete a operar en Barcelona con una flota de barcos más nuevos y sostenibles propulsados por GNL. La idea es que una vez atraquen en el Muelle Adosado, los cruceros se conecten a la red eléctrica, eliminando así las emisiones contaminantes durante su estancia en el puerto. La electrificación de los muelles es una de las principales prioridades de la infraestructura que preside Mercè Conesa.
Según Conesa, la apuesta que realiza MSC por Barcelona “permitirá crear un volumen considerable de puestos de trabajo” y facilitará al puerto el desempeño de su estrategia medioambiental y de sostenibilidad.
Por su parte, el presidente ejecutivo de MSC Cruises, grupo con sede en Ginebra (Suiza), Pierfrancesco Vago, subraya que la “nueva terminal de vanguardia” se convertirá “en otro punto de referencia para la bonita ciudad de Barcelona” y permitirá incrementar el impacto económico en la capital catalana, ya que se gana capacidad en número de operaciones de embarque. Vago recuerda que al tratarse de un puerto base, los visitantes, una buena parte de ellos internacionales, permanecen varios días en la ciudad y en sus hoteles, antes o después del crucero, lo que se traduce en un mayor gasto turístico.
“Barcelona no es sólo un importante puerto para nuestras operaciones de cruceros, sino también para todas las actividades marítimas del Grupo MSC. Esta nueva terminal afirma una vez más nuestro compromiso con Barcelona, Catalunya y toda España”, concluye el presidente del grupo.
Los cruceros internacionales podrán volver a atracar en los puertos españoles a partir del próximo 7 de junio, eso sí, cumpliendo unos estrictos protocolos sanitarios.