José Luis Bonet, presidente de la Cámara de España y de la Fundación Incyde. ©Rafa Marín
ENTREVISTA A JOSÉ LUIS BONET

“Barcelona tiene que hacer un esfuerzo de superación y de progreso para recuperar el liderazgo”

El presidente de la Cámara de España y de la Fundación Incyde de las Cámaras de Comercio es estos días el anfitrión de las jornadas Future of Tourism World Summit que se celebran en Barcelona. Considera que la ciudad no debe poner obstáculos a la recuperación del turismo con posicionamientos como la oposición a la ampliación del Aeropuerto del Prat y pide potenciar la internacionalización y el emprendimiento.

— ¿Por qué han elegido Barcelona para reflexionar sobre el futuro del turismo?

— Sobre todo porque, ya cuando se declaró la pandemia del coronavirus, me dí cuenta que donde peor se comportaría el sector del turismo sería en Barcelona. Por mi experiencia como presidente de Fira de Barcelona durante 14 años sabía de la importancia del turismo extranjero para la ciudad, en buena parte por los visitantes que llegan para acudir a ferias y congresos. Por eso hemos elegido Barcelona, y más en este momento, el del inicio de la recuperación del turismo. Muestra de mi intuición es que en la actualidad la recuperación del turismo en Barcelona es más lenta que en otras zonas, justamente por esa dependencia de ferias y congresos.

— La pandemia, ¿qué lección ha dado al sector turístico?

— La primera lección es que hay que estar preparado ante posibles sucesos, imprevistos. Y segundo, que de la crisis hay que sacar una oportunidad y eso sólo se conseguirá con una actitud de innovación y de progreso de acuerdo con las líneas que ha señalado la Unión Europea, y con una voluntad de esfuerzo y de superación. Lo que es seguro es que la pandemia no nos permite quedarnos como estábamos y que hay que repensarse y reinventarse. En el caso de las empresas, cuando se tenga esto claro, hay que buscar las ayudas necesarias y esforzarse. La sociedad debe ser menos conservadora y más progresista, en el buen sentido de la palabra, para mejorar el bienestar de las personas.

— ¿Cómo se puede dar la vuelta a esta situación, a una Barcelona sin turistas extranjeros?

— En primer lugar, hay que reflexionar. Que es para lo que hemos organizado Future of Tourism World Summit, ya veremos qué conclusiones sacamos. De todas formas, a título personal, creo que lo primero que tiene que hacer Barcelona es no poner obstáculos a la recuperación del turismo con posicionamientos como la oposición a la ampliación del Aeropuerto del Prat; aunque comparto que hay que hacer lo posible para preservar el medio ambiente. Pero no se puede condenar el futuro de la ciudad y del conjunto de Catalunya por unas cuestiones que, a mi juicio, no son suficientes. Y, por otro lado, Barcelona tiene que situarse en línea con el progreso y la modernidad para mejorar el bienestar de las personas a través de la digitalización, fomentando la sostenibilidad y promoviendo la formación en competencias digitales, en dominio de lenguas… todo en línea con las directrices del plan europeo para la recuperación y los fondos Next Generation UE. En el mismo nivel de importancia hay otros dos aspectos que se deben potenciar: la internacionalización y el emprendimiento.

— La ampliación del Prat es, a su entender, imprescindible.

— Absolutamente. Quien no piense así está condenando el futuro de Barcelona y de Catalunya. Y a uno de los motores más importantes de España.

— ¿Da por hecho que el proyecto no se podrá recuperar?

— Soy optimista. Siempre habrá alguna oportunidad. Es de sabios rectificar. Quienes rechazan el proyecto deben darse cuenta de que lo que hacen es perjudicar a la gente.

“Quien no considere imprescindible la ampliación del Prat está condenando el futuro de Barcelona y de Catalunya”

— ¿Qué otros hándicaps tiene Barcelona?

— Barcelona tiene que hacer una reflexión como ciudad líder y ponerse las pilas. Tiene que hacer un esfuerzo de superación y de progreso. Tiene que fomentar la colaboración públicoprivada, tomar medidas de modernización, introducir estímulos de progreso y, sobre todo, no poner obstáculos a la innovación y a la prosperidad, porque eso implica limitar el progreso de las personas.

— Se está cuestionando el liderazgo de Barcelona…

— Barcelona no puede perder el liderazgo. Lo tenía y tiene que recuperarlo, porque tiene ventajas competitivas para conseguirlo. Como también las tiene España. Pero, además, hay que dar pasos adelante para ser más atractivos, porque el turismo va a seguir creciendo, la gente necesita hacer turismo. La transformación que hay que hacer ahora es reflexionar sobre lo que se ha hecho, ver cómo hay que afrontar las líneas de actuación futuras e innovar para que la gente quede más satisfecha. Así, entraremos en un círculo virtuoso y habrá cada vez más visitantes, que es lo significativo.

— Entonces, ¿no comparte la idea de que en Barcelona sobran visitantes y falta turismo de calidad?

— Comparto la idea de que hay que fomentar el turismo de calidad, buscar el viajero que aporte más valor añadido. Pero no reniego en absoluto del número de visitantes, al contrario, aplaudo el atractivo turístico que ha alcanzado Barcelona para atraer a muchos turistas. La ciudad tiene un liderazgo muy importante entre las principales ciudades del mundo y no debe, no puede, perderlo.

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José Luis Bonet, anfitrión y artífice de la celebración de Future of Tourism World Summit, en Barcelona. ©Rafa Marín

— En los debates planteados en el marco de Future of Tourism World Summit se ha evidenciado que uno de los aspectos de futuro para el turismo, que también podría aplicarse a Barcelona, es la desestacionalización y la diversificación de las zonas turísticas por todo el territorio. ¿Suscribe este planteamiento?

— Desestacionalizar, por supuesto. Ampliar el territorio, sí, pero me pregunto para qué diseminar el turismo por las zonas turísticas. Barcelona tiene que seguir siendo una ciudad para atraer al turismo y el resto de zonas deben ponerse las pilas para captar también al visitante, pero no en detrimento de la ciudad. Porque, en el fondo, lo primordial es que venga más turismo.

“Comparto la idea de fomentar el turismo de calidad, pero no la de reducir el número de visitantes”

— ¿No tiene la percepción de que en el panel de participantes de la cumbre hay poca presencia europea? 

— No lo interpretaría así. Lo que diría es que hay mucha presencia de países del resto de continentes. Y eso nos demuestra que tenemos que trabajar en atraer a visitantes de esos países, que son destinos más lejanos. Con algunos, como los de América Latina, tenemos ventaja, pero con otros habrá que usar las armas del márketing turístico para conquistar Ásia, Estados Unidos… donde, además, hay un alto poder adquisitivo; el turismo que nos interesa. Europa, sin dejarlo al margen, es un camino que ya hemos recorrido y ya funciona, son mercados más maduros.

— El Banco de España acaba de rebajar las previsiones de crecimiento… ¿Qué consecuencias puede tener para la recuperación del turismo?

— No solo afecta al turismo, sino al conjunto de la economía. Y deriva de las dudas sobre la progresión de la recuperación que ya se había iniciado. Hay algunos temores que sobrevuelan sobre la economía: los niveles de inflación, con temas como la subida de la luz; amenazas de una reforma laboral que puede truncar la recuperación económica y que el Gobierno debería meditar concienzudamente; y la falta de suministro de componentes que pone en riesgo la continuidad de algunas empresas. Hay que intentar atajar de la mejor forma posible todos estos problemas sin poner en riesgo la recuperación económica.

“La reforma laboral puede truncar la recuperación económica”

— Algunas de estas incertidumbres se dan también a escala global, ¿van a dar al traste con los pronósticos de que el sector turístico internacional volvería a niveles prepandémicos en 2022?

— No, el turismo se recuperará el año que viene. Pero hay que hacer bien las cosas y tomar todas las medidas de control sobre los aspectos que antes comentábamos (inflación, reforma laboral, suministro de componentes…). El turismo no sólo va a recuperarse, va a acelerarse: la gente necesita hacer turismo porque viajar, descansar, desconectar… aporta amplitud de miras.

— Respecto a los fondos europeos, ¿qué recomendaría a las empresas españolas del sector turístico?

— Las empresas del sector deben asumir que ha llegado el momento de transformarse, de planificar el futuro, que tienen que esforzarse para garantizar su viabilidad. Hay muchas opciones, las alianzas y cooperaciones empresariales, son una de ellas. Pero lo básico es que las pymes analicen qué es lo que han hecho los grandes del sector para crecer manteniendo la solvencia y los tomen como referente.

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Bonet, en la Llotja de Mar, donde se ha celebrado el foro de debate sobre el turismo internacional. ©Rafa Marín

— Además de los fondos europeos, ¿sería partidario de fomentar las ayudas públicas al sector para acompañarlo en su transformación?

— Estamos en un momento crucial para el sector y todas las ayudas son necesarias, no solo convenientes. Pero lo primordial es que las empresas turísticas reflexionen, tengan voluntad de progreso y lo pongan en práctica.

— ¿Cuál es su mensaje para las administraciones?

— Que hagan bien la asignación de los fondos europeos y que recuerden que instituciones como la Cámara de España, por su propia naturaleza, estamos ayudando a las empresas para que todo el proceso de acceso a los fondos se haga correctamente. Como institución tenemos, además, la capilaridad necesaria para llegar a todo el tejido empresarial, a través de las 85 cámaras que hay en España y que son corporaciones de derecho público y de interés general. Trabajamos con las administraciones a todos los niveles y con las entidades del territorio para que los fondos lleguen a quienes estén dispuestos a hacer un esfuerzo para superarse a sí mismo. Otra razón por la que podemos contribuir, y mucho, es porque llevamos 20 años gestionando fondos europeos y, por lo tanto, sabemos como hacerlo.

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